David Garzón, Miguel Senent “Miguelito” y Diego García hacían, este 1 de mayo, el paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas dentro de la primera de la Miniferia de la Comunidad de Madrid con un encierro de María Cascón, que se saldó con una generosa Puerta Grande de García tras desorejar a un gran sexto novillo de Casa de los Toreros tras la devolución del titular de María Cascón.
Diluida faena de Garzón al buen primero bis de El Parralejo
No comenzó bien la tarde para la ganadería de Maria Cascón, que vio cómo volvió a los corrales el primero de sus novillos por una evidente falta de fuerza, lo que dio paso a un bonito utrero de El Parralejo, que en sus embestidas mostró una calidad, por humillación y entrega, suficiente para dar un golpe de atención importante en Madrid. Lo cierto es que David Garzón no estuvo mal, ni mucho menos. De hecho, dejó muletazos lentos y profundos, sobre todo con la derech, pero sin conseguir un conjunto que le diera peso específico a su faena. La misma que se fue diluyendo hasta los dos pinchazos y la estocada defectuosa con la que despachó al novillo. Al final, el silencio fue su premio.
Voluntad de Miguelito contra los elementos en el segundo
Poco pudo sacar en blanco Miguelito en el novillo de su presentación en Madrid, pues la falta de fuerza y de recorrido del animal le hizo ponerse a la defensiva, soltando derrotes a la altura del cuello del novillero, que no consiguió demostrar la autoridad suficiente para domeñar las tarascadas y obligar para estirar las arrancadas. Para rematar, el viento arreó con fuerza y complicó todo un poco más. Sin embargo, el novillero tiró de voluntad para conseguir algún muletazo estimable, antes de agarrar una buena estocada, tras un pinchazo, que todavía necesitó un golpe de descabello. Miguelito escuchó silencio.
Diego García tira de actitud para sobreponerse a la mansedumbre del tercero
Tampoco le sobró fuerza al tercero, pero fue la falta de raza la que lastró cualquier posibilidad de lucimiento de Diego García, en su presentación en esta plaza. Hubo tiempo, eso sí, para un buen saludo capotero, pero tras dos muletazos en los tercios, el novillo huyó descaradamente hacía chiquieros, con el novillero tras él, persiguiéndole, para intentar lugar dos muletazos a favor de querencia. Misma escena que se repitió hasta completar una vuelta al ruedo. A falta de bravura, actitud. Y una espada, corta pero efectiva, dio paso a una petición de oreja, tan ruidosa como fuera de lugar. Si bien la presidencia desoyó el despropósito, tampoco pudo detener la vuelta al ruedo que se regaló Diego.
Sin opciones Garzón ante el imposible cuarto
No levanta cabeza la novillada de María Cascón, que en cuarto lugar echó un utrero de correctas hechuras, pero que no llevó nada dentro. Al menos, nada aprovechable, pues cada embestida era un puñetazo en la muleta de David, pero, además, no tenía continuidad, ni ritmo en su descompuesto desplazamiento. Así, cualquier opción de lucimiento del ecuatoriano, que además estuvo desacertado con el descabello, se esfumó y todo quedó en silencio tras aviso.
Miguelito no remonta con el buen quinto
Ya de salida, la estampa del quinto era otra cosa, más bajo de agujas, ensillado y armónico, y sus embestidas también lo fueron, serias, entregadas, largas, enclasadas y decididas. Además, con la fuerza y duración necesarias para mantener la intensidad durante toda la lidia. Sin embargo, aunque el valenciano intentó sacar provecho de estas bondades, su faena no tomó vuelo. Lo apuntó, eso sí, en un manojo de naturales de buen concepto, pero a los que les faltó ritmo y ligazón para trascender. Lamentablemente, terminó enfadando al público, pues se puso pesado con los aceros y escuchó un aviso.
Diego García abre la Puerta Grande de Madrid con un gran sobrero de Casa de los Toreros
La falta de fuerza hizo salir nuevamente el pañuelo verde en el sexto, lo que permitió que el hierro de Casa de los Toreros lidiar en Madrid un novillo de nota, «Desbrozador», que desde su salida dejó ver toda su calidad, rebozándose en cada embestida, siempre a más. Y cierto es que Diego supo aprovecharlo, en series templadas pero sin llegar nunca a explotar por completo toda la calidad de su oponente, que pedía un toreo menos ligero, uno más hondo. Sin embargo, la multitud de partidarios en el tendido explotaban con cada muletazo como si la plaza estuviera llena. Hubo varios naturales de buen trazo que le dieron valor a su faena, potenciada, cómo no, por el excelente juego del novillo. Era para premio tras el efectivo estoconazo, pero ese doble trofeo, pedido ruidosamente por el tendido amigo y concedido con ligereza por la presidencia, se antoja demasiado laxo para semejante privilegio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Primera de la Miniferia de la Comunidad de Madrid. Novillada con picadores. 5.586 espectadores.
Novillos de María Cascón y uno, el primero bis, de El Parralejo y otro, el sexto bis, de Casa de los Toreros.
David Garzón, silencio y silencio tras aviso.
Miguel Senent “Miguelito”, silencio y silencio tras aviso.
Diego García, vuelta y dos orejas.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO