Grande pero proporcionado. Buen hecho. Largo, con la cara colocada el primero, que hizo salida abanta, cada vez que llegaba a su jurisdicción, Morante le soplaba un lance cumbre, ya fuera veronica, delantal o chicuelina. Cumplió el toro en el peto y dentro de su medido empuje tuvo clase y calidad. Morante le dibujó una faena preciosa, medida, adecuada a la condición de un toro que tuvo una gran calidad pero quizá por su excesiva romana, le faltó ese punto de motor para ser de vacas. Después de un inicio torerísimo se superó en dos series con la derecha que tuvieron reunión, hondura y aplomo. Enroscándose el toro a su anatomía con sencillez y suavidad únicas. Una serie con la mano zurda, también descrita muy hundido en la arena y una estocada colosal, cobrada con inusual despaciosidad, puso en sus manos una oreja cara.
MADRID
Morante y una obra de pura genialidad y sentido de la medida al primero
domingo 8 junio, 2025
El cigarrero cortó una oreja del primero de Juan Pedro en una faena de puro sentimiento e inspiración
