Fidel Núñez
Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Juan Ortega trenzaban, este sábado, el paseíllo en el Coso de la Alameda de Jaén para la primera de la Feria de San Lucas. Se lidiaba un encierro de Domingo Hernández, Garcigrande y tuvo que salir un cuarto bis de Sancho Dávila que, a la postre, fue el toro de la tarde. Así os contamos el festejo toro a toro:
Morante se impone al justo primero y le pasea un despojo
El primero fue un toro protestado en los primeros tercios, al que Morante dejó un comienzo de obra con la rodilla genuflexa que gustó en los tendidos, llevándose al animal hasta los mismos medios. La primera fue una tanda con profundidad con la mano derecha que hizo arrancar la música. Esfuerzo del sevillano ante el anodino animal, extrayendo los mejores muletazos por la mano derecha, muy por encima de las condiciones justitas del toro. Mató de mdia estocada efectiva de efecto fulminante. Oreja.
Ovacionado De Justo, que deja una obra de entrega ante el descastado segundo
Emilio de Justo se estiró con el segundo a la verónica con algún extraño del toro en los lances. Saludaron sus hombres de plata en banderillas antes de un brindis personal del extremeño y de un magnífico inicio de faena con la rodilla genuflexa, toreando luego en redondo sacándoselo a los medios. La primera fue una tanda con la derecha con raza, extrayendo tras ella buenos naturales a base de tesón pero sin colaboración alguna del animal. Buena actitud del torero ante su descastado enemigo. Estocada desprendida. Ovación con saludos desde el tercio tras fuerte petición de oreja.
Juan Ortega se estrella contra un descastado y mansurrón tercero
Juan Ortega, en el recibo de capote al tercero, destacó en una verónica de auténtico lujo dentro del ramillete que le recetó. Toro muy descastado en la muleta, saliendo suelto siempre. Lo intentó Ortega por ambos pitones ante un cornúpeta a contraestilo. Estocada arriba. Silencio.
Morante manda callar a la banda en el cuarto bis y forma un lío al toro de Sancho Dávila
Devuelto fue el cuarto, saliendo un sobrero de Sancho Dávila que se topó con un Morante total y absolutamente entregado. A mitad de faena dejó la música de sonar por motivo desconocido, y le salió la raza interior a José Antonio, reventando a torear al natural. Muy a gusto el de La Puebla ante un gran ejemplar del hierro jiennense, con el público en pie. Toreó con mucha cadencia y roto por momentos por ambos lados, especialmente destacando la quietud de un cambio de mano sublime antes de tomar el acero. Estocada arriba sin puntilla, dos orejas y vuelta al ruedo al toro. Fue una gran faena en la que Morante mostró su mejor versión: fue una obra de menos a más tras el parón incomprensible de la música y tras el que él mismo ordenó no sonar más.
De Justo se encaja por el derecho ante el manso quinto, pero falla con el acero
Larga cambiada de rodillas de Emilio de Justo en el quinto para, posteriormente, torear bien a la verónica al animal. Bonito quite de ajustadas chicuelinas del propio torero tras la salida del caballo. Brindó al público. Faena de mucho pundonor del diestro extremeño, que cuajó al toro por el pitón derecho con muletazos largos y profundos a pesar de la mansedumbre. Su fallo con los aceros con el toro en tablas le complicó la posibilidad de obtener trofeo. Ovación.
El sexto, otro toro imposible para Ortega
Le tocó el peor lote a Juan Ortega, ya que el sexto no se dejó e hizo extraños desde sus embestidas en el capote; luego, fue complicado en banderillas. En la muleta, lo intentó sin suerte el torero sevillano. Muy habilidoso con la espada, mató de estocada entera de efecto fulminante. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Coso de la Alameda, Jaén. Primera de la feria de San Lucas. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada, unas 8.000 personas.
Toros de Garcigrande, Domingo Hernández -3º y 6º- y uno, el 4º bis, de Sancho Dávila -de vuelta-.
Morante de la Puebla, oreja y dos orejas.
Emilio de Justo, ovación y ovación.
Juan Ortega, silencio y silencio.
Fotogalería: J.A. Viedma – ANFT