MADRID

Morenito se rompe a torear y toca pelo ante la única bala


viernes 12 mayo, 2017

Descaradamente deslucida la corrida de El Ventorrillo de la que se salvó el encastado, que no fácil, cuarto, con el que Morenito hizo el toreo; dignísimo Eugenio de Mora y valeroso sin premio Román

Descaradamente deslucida la corrida de El Ventorrillo de la que se salvó el encastado, que no fácil, cuarto, con el que Morenito hizo el toreo; dignísimo Eugenio de Mora y valeroso sin premio Román

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

En una
tarde lluviosa tenía lugar esta tarde la segunda de la Feria de San Isidro en
la plaza de Las Ventas de Madrid. Eugenio de Mora, Morenito de Aranda y Román
hacían el paseíllo a las siete en punto frente a un encierro de El Ventorrillo. Descaradamente deslucida la corrida de El Ventorrillo de la que se salvó el encastado, que no fácil, cuarto, con el que Morenito hizo el toreo; dignísimo Eugenio de Mora y valeroso sin premio Román. 

Toro
serio por delante era el «Bajeza” primero, toro serio por delante al que
Eugenio de Mora recibió echándole los vuelos a la verónica sin demasiado
lucimiento. Al relance se le fue el toro al caballo a Marcial Rodríguez, empujando
siempre con la cara arriba en el peto, con la cara suelta, a su aire y sin terminar
de emplearse el animal. Fernando Téllez entró en primer lugar en el tercio de
banderillas, pero fue un mero trámite éste porque no hubo opción de lucimiento
ante un toro siempre negado a embestir humillado. Con la cara alta también se
mostró el animal en el inicio muleteril de Eugenio de Mora, que comenzó de
rodillas y le dio un arreón geniudo en uno de los muletazos de hinojos. Con
toques fuertes intentó el de Mora hacerse con un toro mansurrón, siempre
soltando gañafones y sin ningún tipo de celo en su embestida. Toro de pasar
paquete y peligroso, además. Pasó las de Caín el torero toledano para matar a
un toro que le tapaba constantemente la salida a la hora de la suerte suprema,
yéndose directamente a su pecho. Silencio tras dos avisos para el torero y
pitos para el toro en el arrastre.

«Nevado”,
de El Ventorrillo, era el segundo de la tarde, toro con el que Morenito de
Aranda pudo estirarse a la verónica ante una mayor humillación de este animal
que de su hermano anterior. Bien lo agarró en el primer encuentro Héctor Piña
para que Román entrase en un bello quite por gaoneras. Por verónicas fue la
respuesta de Morenito de Aranda en un pulcro remate. Roberto Martín «Jarocho”
entró dejando un buen primer palo, entrando en segundo lugar Pascual Mellinas y
rematando de nuevo Jarocho –que saludó- ante la lidia bien medida de José Manuel
Zamorano. Muy relajado fue el inicio de faena del torero de Aranda, que dejó
dos primeras tandas con mucha conexión por ese lado y se vino arriba el
trasteo. A más fue la faena por el lado izquierdo, cruzándose y haciendo el
toreo el matador de Aranda, pero el pinchazo previo a la media estocada impidió
que cortase la oreja.

«Carroñero”
llevaba por nombre el tercero de la tarde, un toro con mucho pitón, nacido en
enero de 2013, que ya de salida mostró su querencia a salir suelto de las suertes.
No se le hizo fácil a Pedro Iturralde el tercio de varas de un animal que no
quería de inicio hierro y, cuando lo hizo, no embistió de verdad. Raúl Martí y Hazem «El Sirio” tuvieron una
difícil papeleta en el tercio de banderillas. Bien le sujetó su mansedumbre
César Fernández en la lidia. Directamente con la mano diestra se puso a torear
Román al toro, pero no le regaló ni una sola embestida entre las coladas. Mató
bien.

«Garrochista”
llevaba por nombre el cuarto, nacido en mayo de 20013, número 53 y con 524
kilos de peso. No pudo por el viento capotearlo a gusto De Mora, agarrándose
bien de verdad en la primera vara Álvaro Rodríguez. Fácil anduvo Puchi en el
primer par de banderillas, siendo también efectivo Víctor Cañas en el segundo y
cerrando el tercio Rodríguez. Capoteó Fernando Téllez dándole tiempos al de El
Ventorrillo. Ni una opción tuvo Eugenio de Mora. Lo mató con dignidad.

Bien se
estiró Morenito de Aranda a la verónica con el quinto, un burraco de bella
estampa que se movió algo más y mejor que sus hermanos de inicio. Incluso hizo
algún atisbo de humillar el animal, tratándolo suave. Con vistosidad y
desparpajo entró en primer lugar José Manuel Zamorano dejando un buen rehilete;
Pascual Mellinas dejó otro gran par y cerró el tercio de nuevo Zamorano con una
buena entrada que sirvió para que ambos se desmonteraran. Al público fue el
brindis de Morenito de Aranda antes de ponerse a torear y darle distancia al
toro en el inicio de la primera tanda, por el derecho, con el animal galopando
y el torero bajándole la mano especialmente en los dos últimos muletazos.
Inteligente el torero burgalés, apostó por la diestra para proseguir trasteo
dándole distancia al burraco, conectando en todo momento con Madrid. Ya más en
corto, Jesús hizo el toreo cruzándose. El final por bajo fue clave para que,
tras pinchazo y estocada, cortase una oreja con fuerza Morenito.

«Civilón”
llevaba por nombre el sexto de la tarde, un animal que no mostró excesiva clase
en su inicio. Le echó la cara arriba a Santiago Morales «Chocolate” en una embestida
informal al peto. Con habilidad colocó sus pares César Fernández, bien anduvo
El Sirio y efectivo Raúl Martí en la lidia. Por estatuarios fue el inicio de
faena sin moverse un ápice en ninguno de ellos. Directamente se fue a los
medios a plantearle al animal de El Ventorrillo el toreo en redondo por el lado
derecho, manteniéndose firme ante la incertidumbre del animal. Tanta fue su
entrega que el toro le echó mano y lo peor fue la caída. Un volteretón del que
se repuso el valenciano para volver a la cara del toro y proseguir en su
porfía. Silencio.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 14019 espectadores. 

Seis
toros de El Ventorrillo.

Eugenio de Mora, silencio tras dos avisos y silencio. 

Morenito de Aranda, ovación tras aviso y oreja. 

Román, silencio y silencio tras aviso.