Sergio Sánchez, Aarón Palacio y Javier Zulueta hacían el paseíllo, este 13 de mayo, en la cuarta de la Feria de San Isidro, primera novillada picada del serial. Se lidiaba un encierro de Alcurrucén.
El debutante Sergio Sánchez no logra romper la frialdad del tendido con el abanto primero
Largo, fino de cabos, ensillado el primero, con la cara para delante. De salida abanta, típica en este encaste, no hizo buena pelea en varas, dejándose pegar primero y queriéndose quitar el palo después. No terminó de calentarse el animal tampoco en la faena de muleta, que el debutante Sergio Sánchez inició en los medios, por estatuarios. Labor correcta ante un toro de escaso recorrido en la que el torero pacense, salvo en una estimable serie con la mano zurda no logró romper la frialdad del tendido.
Aarón Palacio deja dos series de calado por el derecho ante un segundo bis que acabó rajado
Pecaba de falta de fuerza el segundo de Alcurrucén tanto en la capa de Aarón Palacio como en el caballo de Espartaco; muy protestado en el segundo tercio y fue devuelto. Serio como él sólo el pesador segundo bis, del mismo hierro, animal que quiso empujar en el peto. El quite de Javier Zulueta, por delantales, tuvo sabor, junto a la media. Tras las banderillas, brindó al tendido Palacio, dejando una gran primera serie por la mano derecha; en la segunda, por el mismo lado, sufrió un enganchón en el segundo muletazo y todo se enfrió. Le dio tiempos al animal, que por la izquierda tenía celo, pero punteaba más los engaños. En cuanto los tocaba, se revolvía en su viaje. Acabó rajado el utrero, que le echó la cara arriba en el primer encuentro con el acero, pinchando.
Zulueta, silenciado ante un tercero bis de Montealto que echó pronto el freno
Para atrás por falta de fuerza se fue el tercero, y salió un sobrero bajo pero muy serio de Montealto, de 535 kilos, cuajado por detrás, con sus puntas hacia adelante, que se pareció lastimar en un fuerte golpe de frente contra un burladero y se adolecía del cuarto trasero izquierdo, por lo que fue muy protestado en los primeros tercios. Quitó Sergio Sánchez por chicuelinas; luego, tenía buena intención el de Montealto en las dos primeras series, pero echó pronto el freno de mano. Lo mejor, en una serie por naturales. Dejó media estocada de la que tardó en caer y fue silenciado el novillero.
Sánchez, detalles sin eco ante la clase sin fuelle del cuarto
También muy medido de fuerzas el cuarto, segundo del lote de Sergio Sánchez, al que dejó un quite por tafalleras Aarón Palacio después de un tercio de varas en el que el utrero mostró ese defecto de la debilidad. Muy descompuesto durante la lidia y el tercio de banderillas, brindó Sánchez a su apoderado, Jacinto Ortiz. Animal que quería, y que tenía cierta clase, pero le faltaba fuelle. Detalles sin eco. Además, pinchó al utrero, siendo silenciado.
Oreja a la hondura por naturales de Aarón Palacio ante el gran quinto
A la puerta de chiqueros se fue Aarón Palacio para saludar al quinto, al que le dejó una larga cambiada de hinojos entre las rayas del tercio. Estuvo a punto de derribar al caballo en la primera vara, cumpliendo el animal. Buen quite por chicuelinas de Zulueta. De rodillas se echó Palacio para iniciar faena por ayudados con sabor que captaron la atención del tendido; utrero con celo, con codicia y que especialmente se rompió cuando el novillero se abandonó en el toreo al natural. Antes, había dejado una serie por la derecha de buen son, pero fue por la zurda por donde conectó de verdad el maño. Hubo muletazos profundos por ese lado, ya en los terrenos de tablas. Y siguió embistiendo especialmente a zurdas un novillo de clase y duración, al que dejó ayudados también con sabor para epilogar obra. Dejó una estocada arriba pero un punto tendida. Acertó con el descabello. Oreja.
Zulueta porfía con el deslucido sexto, al que deja una gran estocada
También serio, con las puntas hacia adelante, el sexto, que salía rebrincado de las telas capoteras y echando las manos por delante de inicio. Alonso Sánchez picó al animal, que mostraba falta de fuelle y recorrido en los capotes lidiadores. Al matador de toros Luis de Pauloba brindó Zulueta, que se sacó a los medios al animal, al que le seguía faltando empuje. Faena de porfía por ambos lados del sevillano ante un animal a menos. Lo mejor de su obra, la buena estocada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Cuarta de la feria de San Isidro. Novillada picada. 19.776 espectadores.
Novillos de Alcurrucén, el segundo como bis, y un tercero bis de Montealto. De escaso celo y recorrido el primero; con cierto celo por el derecho un segundo bis que acabó rajado; de desordenada embestida un tercero bis que echó el cierre a partir de la segunda tanda; con cierta clase pero sin fuelle el cuarto; con codicia, clase y duración el gran quinto; muy a menos el sexto.
Sergio Sánchez, de lila y oro: silencio tras aviso y silencio.
Aarón Palacio, de caldero y oro: silencio tras aviso y oreja tras aviso.
Javier Zulueta, de verde oliva y azabache: silencio y silencio.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
