La Corrida del Gobernador logró reunir a miles de personas en la Monumental Zacatecas en un ambiente de fiesta para el primero de los festejos del serial taurino en el que resultó triunfador el matador de toros Ernesto Javier “Calita” al cortar una oreja.
El coso de cantera registró más de tres cuartos de entrada, lo que sin duda se convierte en un aliciente, pues desde hace varios años no se veían así los tendidos. Destacar el apoyo que brindó a la fiesta de los toros el gobernador David Monreal Ávila que, en sus primeros tres años de gobierno, acudió por vez primera a presenciar una corrida de toros a la monumental zacatecana, ello tras rendir su informe de gobierno.
«Calita» fue el único torero de la terna que consiguió cortar una oreja, ésta tarde en Zacatecas, al complicado encierro de Fernando Lomelí, a lo largo de un festejo en el que Antonio Romero lidió cuatro toros, dos de regalo, porque el primero de obsequio se despitorró, y Arturo Saldívar pasó de puntillas con otro lote sin posibilidades.
Abrió plaza el toro “Líder”, de 496 kilos, de la ganadería de Fernando Lomelí, que correspondió al matador de toros Ernesto Javier “Calita”. Bien presentado el toro que por ello fue aplaudido. Mandó desde el saludo capotero ante un toro muy áspero que en la muleta también mostró esa condición, se metía con ese peligro, buscando tirar el derrote. Firme y poderoso, así el toreo de un convencido torero que usó los recursos, ganando el paso e intención, y eslabonando muletazos de uno en uno. Ha sido una faena bajo la determinación y carácter de un torero convencido de justificarse cada una de las tardes. La continuidad es parte fundamental del progreso de un torero, de ahí, que estar así ante los toros complicados siempre abrirá las puertas. La colocación de una efectiva estocada no le permitió el corte de un trofeo, retirándose entre palmas.
“Membrillo”, de 474 kilos, de la ganadería de Fernando Lomelí, segundo de la tarde, con el que estuvo discreto con el capote, el zacatecano Antonio Romero. Una faena voluntariosa en todo momento ante las pocas opciones de un deslucido toro. División de opiniones. Ante su segundo, Antonio Romero, perdió la posibilidad de cortar una oreja por fallar con la espada, pero la faena derivó en la entrega, actuación tesonera del zacatecano ante otro toro complicado de Fernando Lomelí.
El deseo de triunfo de Romero lo llevó a regalar un toro de Chinampas que se partió el pitón, por lo que regaló un segundo toro procedente del mismo hierro, que tuvo movilidad, permitiendo al diestro ir eslabonando una faena con series importantes y de calidad, además, teniendo esa conexión con su afición que respondió de gran manera, pinchó, y todo quedó en palmas.
Arturo Saldívar costeó con un lote complicado, pero no dejó duda al esfuerzo. Platero”, de 485 kilos, fue tercero de la tarde, que marcó desde el inicio su mansedumbre, un fuerte castigo en varas recibió el de Fernando Lomelí en varas. Muletazos por bajo de Arturo Saldívar, se mostró firme y por encima, pero nada había qué hacer ante el nulo juego del toro, dividió las opiniones. Con el quinto de la tarde, de nueva cuenta buscó los recursos, y con técnica estructuró su faena, conectando con la afición. Pesado estuvo con el acero y se retiró en silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Zacatecas. Plaza Monumental. Primer festejo de la feria anual. Corrida del Gobernador. Más de tres cuartos de entrada, en tarde agradable. Seis toros de Fernando Lomelí y dos de Chinampas (7o. y 8o. como regalo, de los que el primero se rompió un pitón, de salida), bien presentados, pero de poco juego. Pesos: 496, 474, 485, 456, 515, 511, 486 y 460 kilos.
Ernesto Javier «Calita» (verde bandera y oro): Palmas y oreja.
Antonio Romero (blanco y oro): Silencio, palmas, silencio y palmas, en ambos de regalo.
Arturo Saldívar (lila y oro): Pitos y palmas.
Incidencias: Al finalizar la corrida, el comité declaró desierto el trofeo Escapulario de Plata. El gobernador David Monreal presenció el festejo en una barrera.