Una novillada de Dolores Rufino
estaba lista para este domingo en Madrid, en la que hacían el paseíllo Álvaro
Casillas, Vicente Soler y Miguel Ángel León. Un cuarto de entrada, a las siete
en punto de la tarde, copaban los tendidos venteños.
El
primero de Casillas fue un novillo con fondo pero salía siempre punteando.
También se quedaba corto, reponiendo y el faltaba un toreo de mando por
delante. Se le notó el escaso bagaje a pesar de la veteranía. Cuando llegó a templar algún muletazo, el novillo obedecía.
Le faltó confianza para mandar. Dio muchos muletazos antes de pinchar y ser
silenciado tras aviso. El cuarto fue un novillo muy serio, grandón, manso de libro, pésimamente lidiado por las cuadrillas y el picador, Herrero tuvo que irse hasta los medios para picar al toro. Con la muleta le pudo por bajo al manso, buscándole pelea Casillas a los arreones que tenía. Se dilató mucho al final en la embestida, escuchando finalmente dos avisos por la espada.
El
tercero fue un novillo sin fuelle ni recorrido. Poco pudo hacer Miguel Ángel
León más que porfiar. Sólo le regaló dos embestidas a regañadientes. Le ofreció
varios derechazos sin lucimiento final. Silencio. Una oreja cortó del sexto, que anduvo bien de capote, dejando muestras de regusto a la verónica y en el quite posterior por gaoneras. Con la muleta, sacó tandas de calidad para andar templado, con gusto y profundidad y sonsacando todo lo bueno que tenía el novillo. Mató muy bien.
El segundo tenía falta de fuelle, no rompió la labor. El
quinto fue el mejor novillo de la corrida, muy astifino, con empuje, codicia,
humillación y anduvo bien con los palos Soler. Eléctrico se mostró con la
muleta, aunque no anduvo por debajo. No tuvo lucimiento. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas.
Novillada con picadores estival. Un cuarto de entrada.
Novillos de Dolores Rufino.
Álvaro Casillas, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Vicente Soler, silencio en ambos.
Miguel Ángel León, silencio y oreja.