VIC-FEZENSAC (FRANCIA)

Otro pelotazo de Emilio de Justo con el espectáculo en varas de Palha


domingo 4 junio, 2017

Una oreja a cada toro de su lote paseó el torero extremeño, erigiéndose como el nombre de la tarde; silenciado resultó Pinar y silenciado Alberto Aguilar

Una oreja a cada toro de su lote paseó el torero extremeño, erigiéndose como el nombre de la tarde; silenciado resultó Pinar y silenciado Alberto Aguilar

SANTIAGO ROMÁN / FOTOGALERÍA: JEAN DOMINIQUE LACROIX

Los Palhas eran los protagonistas esta
tarde de la cuarta del abono de la Feria de Pentecostés en Vic-Fezensac junto a
los Alberto Aguilar, Emilio de Justo y Rubén Pinar. Tres cuartos de plaza para
presenciarlo con tiempo lluvioso

En el saludo capotero de Alberto Aguilar
el que habría plaza metía bien la cabeza. Con genio se mostró en la primera
puya, escasa alegría para entrar por segunda vez, quite por chicuelinas antes
de la tercera vara, siendo solo señalada. «César de Madrid” atropelló la razón
al parear y pudo costarle un serio disgusto. Brindis al público. De inmediato
se observa que era un astado al que había que encontrarle y tocarle las teclas.
Alberto mucho pasa por aquí y por allá. No es que desafinara pero tampoco sonó
bien las teclas que pulsó. Lo mató no sin antes propinarle tres espadas de las
que duelen solo con verlas, pidiendo el torero posteriormente perdón mirando al
tendido. Silencio el torero y aplausos
al toro. No logró lucirse con el cuarto en el capote. Una «jartá” de vueltas le
dio el toro al caballo en su primer encuentro arrollando al torero a la salida
del mismo. Se pidió el cambio con dos varas, no concedido y hubo de ponerlo
lejos para otra tercera que al no haber éxito al final accedió a la petición el
presidente. El de Palha no quería «coles” en la muleta de Aguilar, insistiendo
este innecesariamente cuando ya la lluvia subía en intensidad. No tuvo nada
«Peletero”. Mal con la espada y obtuvo silencio.

Emilio de Justo venía de hacer una gran
tarde en la capital de su tierra cacereña y poco le dijo su primero en el
capote, siendo enganchado varias veces. Aplaudido «Pintanegra” en el segundo y
tercer puyazo, siendo este último tras una galopada desde los medios por lo que
se puso una cuarta acudiendo veloz al peto. El toro que dobló una vez las manos
repitió en banderillas. Brindis al público empezando por bajo, obligando al
burel. Presto se puso al natural sacando algún estimable lance alargando la
mano en dos buenas tandas. Cuando se puso peor uso la diestra dando una
conseguida serie y a partir de ahí el toro hacía por él. Fue una faena la suya
intermitente. Después de un pinchazo en el sitio la que hasta ahora es la
estocada de la feria. Le valió cortar una oreja y el toro fue aplaudido en el
arrastre. Al quinto lo recibió estirándose a la verónica con gusto. La primera
vara de larga duración con lo que fue una sola más, eso sí, con ganas se
arrancó siendo enganchado perfectamente por Mario Benítez. Bien en banderillas
Gómez Odero. Comienzo muleteril doblándose con el toro. Entre los muchos
enganchones y toques de muleta una tanda limpia de derechazos sin mucho calado.
Con la izquierda no cuajó, muchos pases con la pierna para atrás. Sin lugar a
dudas le tocó el lote de la tarde. Estocada baja y trasera que le hace rodar
sin dilación. Pobre bagaje para cosechar otra oreja lo que le permitió salir
por la puerta grande. El de Palha fue aplaudido.

Rubén Pinar saludó a base de verónicas con
el compás abierto al tercero. Acudió cuatro veces al caballo pero con poca
historia. Muy parado en banderillas y fue a mejor en la muleta moviéndola el
torero con despaciosidad. Probó al natural pero por ahí la embestida era más deslucida.
Tenía nobleza pero no emoción «Trovoado”, muy en la línea Contrera de la
ganadería. Se llegó al aburrimiento y lo pasaporta de media en el «rincón”.
Aplausos recibieron toro y torero. El último del festejo destrozó por completo
el capote de Rubén cuando lo colocaba para la suerte que por estos lares es un
auténtico ritual. No podía fallar llevando la tarde que se llevaba. Grandioso
tercio de varas, con sus tres entradas, galopando desde lejos y bien cogido por
Agustín Moreno, tributándole el respetable una fuerte y sonora ovación. Brindis
al público. A media altura empezó la labor Pinar y por ahí construyó toda su
faena. Un aficionado le pidió que bajara la mano y parecía que le iba a hacer
caso cuando le pidió paciencia pero nada más lejos de la realidad. Pinar siguió
a lo suyo ante un astado que fue a menos y con el que no puso mucho de su
parte. Mal con el acero se le premió con el silencio y el toro recibió
aplausos.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Vic-Fézensac, Francia. Cuarta de feria. Más de tres cuartos de
plaza.

Toros
de Palha.

Alberto Aguilar, silencio y silencio. 

Emilio de Justo, oreja y oreja.  

Rubén Pinar, ovación y silencio.