MARCO A. HIERRO / FOTOS: PLAZA
UNO
Seis novillos de María Cascón se lidiaban esta tarde en la
primera novillada picada del mes de julio en Madrid. Juan Miguel, Mario
Palacios y Andy Younes hacían el paseíllo a las siete en punto.
El primero salió desentendido de telas y le costó a Juan Miguel meterlo en el capote y sobreponerse al viento. Obediente pero a su aire el novillo, se fue tras el trapo desde los cambiados del inicio de Juan Miguel, que fue a más en la faena hasta culminar dos series de mano diestra y mucha firmeza en los medios, aprovechando muy bien esa intención del toro de irse siempre pero no hacerlo nunca. De hecho, terminó el trasteo en los terrenos del 5, con el utrero ya protestando al natural, lo que le restó intensidad a la faena. Le puso mucho entonces Juan Miguel, sacando el viaje por detrás y atacando siempre hasta las manoletinas con que concluyó. Un pinchazo al arrancarse el animal y una estocada de ralentizado efecto dejó el premio en ovación.
El segundo le soltó la cara con insistencia a Mario Palacios en el capote, impidiendo el lucimiento, y luego se arrancó como un obús al caballo nada más salir a la plaza, desmontando al picador contra las tablas. Sucia fue siempre la embestida porque sacó geniecito el de María Cascón, pero con un punto de emotividad que le daba transmisión a la faena cuando lograba Palacios gobernar al viento y al utrero. Sin embargo, no fue el conjunto limpio ni reunido hasta la voltereta que se llevó Mario al entrar a matar. Enterró la espada al segundo intento y escuchó silencio.
El tercero, más vareado y menos novillo pese a sus casi 500 kilos, tuvo movilidad humillada en viaje corto en el capote de Andy Younes, al que le faltó asiento y confianza con el utrero. Se arrancó el animal con alegría al caballo y luego volteó aparatosamente a Juan Miguel cuando intentaba hacer un quite, siendo conducido a la enfermería. Esto orientó al animal, que llegó muy complicado a la muleta, reservón y a la caza sin pregonarlo. Tuvo firmeza Younes con él para que no se le subiera a las barbas, y se la echó siempre muy por abajo para someterlo. Valeroso el francés, se encontró finalmente con la negativa del novillo cuando lo atacó, logrando llegar al tendido con circulares asentados que transformó en cambios de mano. Al entrar a matar lo cogió de forma violentísima y se llevó una paliza de la que se repuso para matar al animal y tomar el camino de la enfermería. Ovación.
Corrió turno Mario Palacios no cuarto lugar para que saliera el previsto como quinto, también escurrido y acaparado, con menos presencia y buscando la gatera desde que salió. Breve fue el saludo de Palacios, con apenas dos verónicas y una revolera en las que le faltó entrega al de María Cascón. Esa la sacó con la muleta, a pesar del escaso gobierno con que comenzó Palacios. Sólo cuando lo vio humillar e irse para adelante sacó la apuesta con la mano izquierda, pero no terminó de encontrar el acople al nivel de la largura del novillo. Quiso apretarse un poco más en el final de mano diestra, pero ya le reclamaba el tendido la deuda anterior. Una estocada caída tras el aviso lo dejó todo en silencio.
El quinto blandeó y echó las manos por delante, desentendido de la tela que le ofrecía Palacios, ya solo con la novillada. Empujó el animal con fijeza en el caballo en buena pelea. En los medios comenzó Mario, ofreciendo metros para recoger la repetición del animal, que respondía a su propia exigencia, bueno para el triunfo. Pero se puso en evidencia que no era la tarde de Palacios, que no acertó con las distancias ni con la actitud para redimirse con un tendido que ya estaba a la contra. Porfió mucho sin encontrar la solución, a pesar de que le ligó series limpias con la mano derecha que no calaron por quedarse por debajo de la virtud del utrero. Silencio tras aviso.
Al sexto, el novillo con más cuajo del encierro, lo recibió Mario con dos largas cambiadas en el tercio, pero le faltó unidad al saludo a la verónica. Tuvo poder el animal en varas, a donde llegó con entrega y fijeza para que le pegas en dos trancazos criminales que lo dejaron listo de papeles. Pero aún tuvo arrestos el animal para embestir con obediencia y claridad en la muleta de un Palacios al que el viento por una parte y la oscuridad de ideas por otra mermaron demasiado. Quiso mucho el extremeño, pero su labor, más limpia que brillante, no caló en el tendido. Lo mató de estocada y de nuevo escuchó silencio tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores
estival. Unas 5000 personas.
Novillos de María
Cascón, mansito de gran calidad el justo primero, con geniecito emotivo el segundo de cara suelta, reservón y complicado el exigente tercero, de larga y humillada embestida el obediente cuarto, humillado y con calidad y largura el buen quinto, aplaudido, docilón y repetidor el noble sexto.
Juan Miguel, ovación y herido.
Mario Palacios, silencio, silencio,
Andy Younes, ovación y herido,