El diestro jerezano Juan José Padilla analizaba su triunfal tarde a nuestra redacción «El primero de mi lote ha tenido calidad pero le ha faltado un puntito de raza y no transmitía mucho. De todas formas me he sentido muy a gusto con él, ha sido un toro obediente a los toques. Ha sido uno de los toros que ha permitido expresarme en mi tierra como yo lo siento. Con el capote y con la muleta se han visto cosas muy bonitas y expresadas con sentimiento. Lo he empujado hacía delante con suavidad para que él viera el camino a donde tenía que llegar. Con el cuarto, he tenido que tirar de raza porque ha sacado muchas teclas. El animal venía enrazado, encastasdo pero lo más importante es su humillación. Se metía por el derecho pero eso imprimía emoción y transmisión al público. Muy feliz por este importante triunfo en mi tierra».
Morante de la Puebla, «Ha sido una faena a veces casi inesperada»
El sevillano comentaba con nuestra redacción lo siguiente sobre su gran faena al quinto de Cuvillo «He disfrutado mucho al segundo de mi lote, porque ha sido una faena a veces casi inesperada. El toro, digamos que no presentaba las mejores condiciones para el lucimiento, pero sin perderle del todo la ilusión de que sirviera. A veces era un poquito andarín pero yo le aprovechaba cuando iba andando para seguir toreando incluso antes de que cogiera la muleta. A lo largo de la faena se ha ido todo hilvanado de forma muy profunda y creo que me lo he pasado muy cerquita. Él se metía por dentrito pero yo le ponía todo lo que sé y lo he disfrutado mucho. El toro fue distraído en la lidia, con la mirada muy al lejos pero sin mayores cosas».
José Mª Manzanares, «Me he sentido a gusto pero sin poder redondear»
Así se expresaba Manzanares tras su paso por Jerez «Al primero lo he ido haciendo poco a poco. El tenía transmisión pero no estaba sobrado de fuerzas. Mis tandas no podían ser más de tres muletazos porque entre otras cosas a partir del segundo le costaba mucho tirar para adelante. Por el lado izquierdo, se me paró y le costaba mucho embestir, por eso básicamente la faena ha sido realizada con la mano derecha. He intentado pulsarlo con temple para que la obra resultara más bella y poderle más al toro. El quinto ha sido otra otra cosa. El mayor defecto es que no humillaba y entonces eso me restaba profundidad y transmisión en el muletazo. Al entrar a matar recibiendo, el toro ha vuelto a tirar la cara arriba y no me ha dejado meter la mano. De todas formas ha lucido recorrido y duración y me ha dejado por momentos estar muy a gusto. Con ambos, me he sentido a gusto pero sin poder redondear por sus condiciones».
FOTOS: CRISTO GARCÍA