AZPEITIA (GUIPÚZCOA)

Paulita toca pelo y a Lamelas se lo quita la espada


lunes 31 julio, 2017

Cerró la feria de San Ignacio una seria corrida de Cuadri con la que se lució al natural cortando una oreja Paulita; mala espada de Alberto Lamelas y Sebastián Ritter, que dejaron entrega

Cerró la feria de San Ignacio una seria corrida de Cuadri con la que se lució al natural cortando una oreja Paulita; mala espada de Alberto Lamelas y Sebastián Ritter, que dejaron entrega

TEXTO Y FOTOS: EMILIO MÉNDEZ

Paulita, Alberto Lamelas y Sebastián Ritter cerraban, en la
tarde de este lunes, la Feria de San Ignacio de la localidad guipuzcoana. Se
lidiaba un encierro con el hierro de Hijos de Celestino Cuadri para la ocasión.

El primer toro se llamaba «Mercancías”, con 580 kilos, con
buen recorrido. Empujó bien en el peto, comenzando Paulita por delantales y
rematando toreramente con la media. Posteriormente, Gaspar entró por chicuelinas,
replicando Lamelas a la verónica con una revolera. Cuajó el maño una faena
importante tras doblarse con su oponente, que acudía bien a los engaños. Comenzó
a diestras de forma torerísima, prosiguiendo por esa mano. Pero lo mejor llegó
al natural frente al astado onubense. Se sintió muy bien el torero, yendo a más
el trasteo por ambos lados. Finalmente terminó con una tanda muy sentida por la
izquierda, matando de estocada hasta las cintas para pasear una oreja.

El segundo de la tarde, de nombre «Corretaje”, con 560
kilos, fue un toro bien presentado que de inicio acudió bien al capote de
Lamelas, que lo recibió con una larga de rodillas. Luego vino el toreo a la
verónica, una media y una revolera. Bueno fue el puyazo del picador y el quite
por chicuelinas ajustadas del colombiano Sebastián Ritter, que remató con buena
media. Muleta en mano, dejó una labor de oficio y entrega a un toro con fijeza
pero que tardaba en entrar al engaño. Con paciencia, el jiennense llegó con muletazos templados por la mano
diestra. Al final remató por ajustadas manoletinas, desafortunadamente matando
de estocada tendida que requirió de descabello. Sonó un aviso y fue ovacionado.

El
tercero de la tarde, de nombre «Rocieno”, lucía 560 kilos de peso. Fue un toro
que recibió Ritter a la verónica de rodillas. El toro cumplió en el caballo
para que después viniese una faena muy firme y seria por parte del colombiano.
Inició haciéndose con un toro que hay que esperar. A base de estar firme, le
cuajó muletazos buenos por ambos lados. Muy cerca, rematando con el de pecho,
se lo cambió por la espalda. Vino un cierre de faena que acabó yéndose a más,
pero la espada quedó caída y tardó en caer el animal, escuchando un aviso.
Palmas.

El
cuarto de la tarde, «Bombardero”, con 620 kilos, colorado, aplaudido de salida
por su presencia. Lo recibió Paulita con capotazos de tanteo antes de rematar
por delantales. Empujó fuerte el astado en el caballo, quitando Lamelas a la
verónica. Muleta en mano, Gaspar dejó una faena llena de torería a un toro no
fácil pero que acudió al engaño. A veces con peligro, pero lo sometió y le cuajó
tandas buenas por el derecho, algunos también al natural con máxima
personalidad, haciendo disfrutar al tendido. Falló a espadas, recurrió al
descabello y todo terminó en ovación. Se desmonteraron los subalternos de su
cuadrilla.

 

El
quinto de la tarde fue cambiado, ya que se lastimó. Aun así, lo picaron en una
primera ocasión, pero tras ver que estaba mermado regresó a los corrales. El
sobrero, con el hierro de Cuadri, se llamó «Brigada”, con 560 kilos, de capa
negra y bien presentado. Alegre de salida, lo recibió Lamelas con buenas
verónicas, rematando con una larga de rodillas y una media que aplaudió la
plaza. El toro fue al caballo con emoción, empujando fuerte. Lo bregó por
chicuelinas al paso y, ya muleta en mano, el jiennense anduvo firme y con oficio. Tenía sus teclas el
animal, pero también fijeza. El torero le cuajó muletazos de mérito, con
personalidad por ambos lados y mucha entrega por parte del torero. Terminó por
manoletinas ajustadas y, aunque metió la espada en buen sitio, debió recurrir
al descabello perdiendo una oreja bien ganada. Tuvo, además, un susto. Terminó
en ovación.

El
sexto de la tarde fue un toro bien presentado pero justo de fuerza. Ritter
anduvo entregado y dispuesto, pegándose un arrimón, regateando cada embestida
al de Cuadri. Sólo le dejó muletazos aislados. Sin poder redondear, dejó una
estocada caída y tuvo que conformarse con las palmas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Azpeitia (Guipúzcoa). Tercera de la feria
de San Ignacio. Corrida de toros.

Seis toros de Hijos
de Celestino Cuadri.

Antonio Gaspar «Paulita”, oreja y ovación. 

Alberto Lamelas, ovación y ovación. 

Sebastián Ritter, ovación tras aviso y palmas. 

 

 

TEXTO Y FOTOS: EMILIO MÉNDEZ