VALENCIA

Perera, a hombros entre el valor de Román


jueves 16 marzo, 2017

Una corrida con más notas negativas que positivas de Victoriano del Río permitió cortar dos orejas con polémica por la concesión de la segunda; una paseó el valor de Román y devacío Castella

Una corrida con más notas negativas que positivas de Victoriano del Río permitió cortar dos orejas con polémica por la concesión de la segunda; una paseó el valor de Román y devacío Castella

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Castella,
Perera y Román hacían el paseíllo esta tarde en Valencia en el séptimo festejo
de la Feria de Fallas. Una corrida de toros de Victoriano del Río era la
materia prima ganadera para la ocasión en un festejo que había despertado la
expectación de la afición levantina.

«Aturdido”
llevaba por nombre el primero de la tarde, con el hierro de Victoriano del Río,
número 53, castaño, nacido en agosto de 2011 y con un peso de 542 kilos. Se
quedó corto en el capote de Sebastián Castella, picando al animal José Doblado,
saliendo suelto del primer encuentro con el piquero. Crudo se lo dejó Castella,
que quitó en el centro del ruedo por chicuelinas, sin moverse, hierático en
cada lance que se pasó muy ajustado. Con facilidad clavó el primer par José
Chacón, siendo hábil Rafael Viotti. Sentado en el estribo comenzó su labor,
saliéndose rodilla en tierra a la primera raya, domeñando la embestida del de
Victoriano hasta terrenos del tercio. Repetía el animal, aunque se mostró
andarín e incluso con peligro por momentos, haciendo sin lograrlo por el torero
galo. Más en corto se quedaba el animal en los últimos compases del trasteo,
pero no dejó su condición andarina, a la que respondió Castella a base de
toques fuertes para que obedeciese. Con el toro correoso, pinchó en el primer
encuentro Sebastián, dejando más de media bien agarrada a la segunda que sirvió
para que se echase el animal.

«Jilguero”,
de capa tostada, era el segundo de la tarde, primero del lote de Miguel Ángel
Perera, que lo capoteó con el temple que le caracteriza en estos primeros
tercios durante los últimos meses. Ignacio Rodríguez le administró un primer
puyazo, que cayó trasero y debió rectificar, yéndose la vaina del pitón en esa
lucha. Sólo señaló Rodríguez al animal en la segunda vara. Al quite entró Román
por tafalleras. Buen par le sopló Javier Ambel en primer lugar, mientras
lidiaba soberanamente bien Curro Javier. Guillermo Barbero dejó tan sólo un
palo en la segunda entrada, colocando de nuevo Ambel un soberbio tercer par,
dejándose ver, asomándose al balcón y pasando apuros en la salida de la suerte
porque el de Victoriano le hizo hilo, saludando montera en mano. Al público fue
el brindis de Miguel Ángel, que se lo pasó por detrás con cambiados en ese
inicio de faena. Con codicia embistió el toro, al que exprimió en la primera
parte del trasteo por ambas manos el extremeño. De forma descarada se rajó el
toro, yéndose a terrenos de tablas e imposibilitando el lucimiento de Perera.
Aun así, el torero lo intentó con la gallina cantada en terrenos de tablas.
Mató bien pero tardó en caer amorcillado el animal. Palmas. 

Entre
las dos tablas metió el pitón «Amante”, número 100, nacido en marzo de 2012,
toro cinqueño con 522 kilos. A la verónica le meció el capote Román, pero se
paró y embistió sin celo en los siguientes compases. Santiago Morales «Chocolate”
picó a un toro que le echó la cara arriba en el encuentro, pero que empujó con
los riñones y se empleó cuando levantó el piquero la vara. Bien le corrió hacia
atrás Raúl Martí para sacarlo de la segunda vara, hombre que lidió el toro en
el tercio de banderillas. César Fernández y El Sirio –que se lo dejó llegar en
un gran par- colocaron pares. A sus paisanos fue el brindis de Román, que
comenzó faena de rodillas, cogiéndolo el toro en terrenos del tercio pero
afortunadamente saliendo ileso del volteretón. Le ganó el paso adelante en todo
momento el valenciano por ambas manos, no dejando que los pasitos deslucieran
una labor firme y decidida de un torero que quiere ser figura. Hasta que tuvo
toro lo aprovechó Collado, que en una arrucina el toro también quiso ir a por
él. Reposado, maduro, le planteó el toreo el levantino, que se ganó a los
paisanos hasta que el toro se rajó. Espada en mano, el joven dejó un espadazo bajo
lo dejó sin puntilla con derrame.

«Vampirito”
llevaba por nombre el cuarto, segundo del lote de Castella, número 75, burraco,
nacido en noviembre de 2011, cinqueño, con 536 kilos de peso. A la verónica le
meció el capote Castella, picando al animal José Manuel Moreno «Josele”, que
debió pasar la primera raya para hacer llamar la atención del de Victoriano del
Río. José Chacón lidió a un toro que quitó Perera por chicuelinas con el compás
abierto. Rafael Viotti y Vicente Herrera parearon a un toro que esperaba y
echaba la cara arriba en el embroque. Al público fue el brindis de Castella,
que comenzó su faena por estatuarios y fue componiendo intentando templar a un
animal que embestía rebrincado en su tranco. No logró levantar trasteo el
francés, que tras manoletinas finales pasaportó al animal de una estocada caída
que acabó pronto con el toro.

Burraco
también era el quinto, «Dulce” de nombre, número 12, nacido en octubre de 2012.
Despistado de salida fue el de Victoriano, que se llevó un mero trámite en el
tercio de varas. Por gaoneras fue el quite de Román, que apostó de capote por
este animal. Fácil anduvo Curro Javier en el primer par y brillante en el
tercero, debiendo desmonterarse por su labor. Por ayudados fue el inicio
muleteril de Perera, que llegó ya en ese prólogo. Poco a poco fue profundizando
en el toreo Miguel Ángel, arrancándole una buena primera tanda en la que el
toro respondió con cara baja a la propuesta humilladora de la muleta de Miguel
Ángel. Templado fue el epílogo, pasándoselo cerca y llegando con facilidad
arriba. Se inventó una faena con un toro de mediocridad. Mató de estocada y
paseó dos orejas.

 

«Jungla”, número 53, nacido
en diciembre de 2012, era el sexto toro de la tarde, segundo del lote de Román.
Pedro Iturralde fue el encargado de picar a un toro con el que
debió echar voluntad y valor más allá de las rayas para cumplimentar el tercio.
Dos soberbios pares dejó Raúl Martí y otro El Sirio, motivo por el que
saludaron tras parear. Con la diana floreada sonando brindó a sus paisanos
Román el toro, que comenzó a lidiar en terrenos del tercio. Parado se le quedó
el toro al valenciano, que porfió en cercanías frente a un animal apagado. De
media estocada mató al toro. Silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza
de toros de Valencia. Séptima de la Feria de Fallas. Corrida de toros. Más de tres cuartos de plaza. 

Seis
toros de Victoriano del Río.

Sebastián Castella, silencio y ovación. 

Miguel Ángel Perera, palmas y dos orejas. 

Román Collado, oreja y silencio.