VALENCIA

Poderío de Juli e indulto de Simón ante el desvarío del palco


domingo 19 marzo, 2017

El sexto, "Pasmoso", decidió perdonarle la vida un palco triunfalista como darle la vuelta al ruedo a un cuarto a menos; Juli, tres orejas, López Simón, dos simbólicas y el toreo de Talavante de vacío

El sexto, "Pasmoso", decidió perdonarle la vida un palco triunfalista como darle la vuelta al ruedo a un cuarto a menos; Juli, tres orejas, López Simón, dos simbólicas y el toreo de Talavante de vacío

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Cerraba Valencia su
Feria de Fallas en la tarde de este domingo con una corrida de toros con el
hierro de Garcigrande-Domingo Hernández. En el cartel, tres toreros muy del
gusto de la afición levantina: El Juli, Alejandro Talavante y López Simón. A las
cinco en punto de la tarde arrancaba el paseíllo.

«Tapabocas” llevaba
por nombre el primero, con el hierro de Garcigrande, nacido en febrero de 2013,
con 565 kilos de peso. Suave pero poderoso a la verónica toreó El Juli, que
conectó ya de inicio con el respetable. José Antonio Barroso, que debutaba a
las órdenes de El Juli, picó al primero de la tarde. Por chicuelinas ajustadas
y una larga torera fue el quite de Alejandro Talavante. Buen par de baderillas
en primer lugar dejó José María Soler. Tras brindar a Adrián, obligó ya desde
el inicio al toro con la mano baja en un inicio muy torero. Por derechazos
fueron las tres primeras tandas antes de que comenzara a sonar la música,
llegando arriba también cuando cogió la mano izquierda, ejecutando un toreo de
mano bajísima. Debió hacerle frente a la brisa que cada vez iba a más, por eso
debió llevarse el toro a terrenos del tercio para subsanar esa inclemencia. Por
derechazos y en circular consiguió conectar en los últimos compases del
trasteo, matando de una estocada entera. Oreja.

De 536 kilos era el
segundo de la tarde, con cara, al que Alejandro Talavante recibió por un
ramillete de verónicas airosas. Manuel Cid picó al animal, que no peleó con
celo en la primera vara y, tras las tafalleras de López Simón en el quite,
tampoco brilló el animal en la segunda puya. Lidió Valentín Lujan a un toro al
que le soplaron grandes pares Juan José Trujillo y Julio López. Originalísimo
fue el inicio de faena de Talavante, comenzando con el cartucho de pesccao para
enlazar con naturales con la rodilla genuflexa pero en redondo en el mismo
centro del ruedo. La segunda tanda también tuvo especial calado, pues un torero
rendido a la espontaneidad fue descubriendo el gran concepto que le espera al
2017 con Talavante. Por naturales prosiguió el trasteo del extremeño ante un
animal que se empleaba pero perdía por momentos las manos. Espeluznante fue el
final de faena, también con la mano zurda, en un arrimón diabólico en el que el
toro le rozó el muslo con el pitón. Entró muy derecho en la primera ocasión a
matar, pinchando y resbalándose el acero. A la segunda enterró la espada trasera,
casi entera y un punto atravesada. Ovación.

533 kilos tenía el
tercero de la tarde, primero del lote de López Simón, de nombre «Delirio”,
número 86, al que recibió por verónicas en las que lo mejor fue la larga a una
mano que cerró el ramillete. Buena fue la primera vara de Tito Sandoval, que
llegó arriba y fue aplaudida por el respetable por su proposición, colocación y
desarrollo. Domingo Siro y Jesús Arruga parearon a un animal que lidió con
cuatro capotazos, ni uno más ni un menos, Vicente Osuna. A su padre y a su
abuelo, que falleció hace unos días, fue el brindis en el momento en el que se
armó un alboroto en el tendido, amansado por la Policía Nacional, que desalojó
a los intervinientes. De rodillas en el tercio comenzó su labor Simón, que se
lo pasó por la espalda en la siguiente tanda. Sin darle tiempos fue la faena,
prosiguiendo una tanda tras otra por derechazos con más voluntad que pulcritud
en su trazo. Bernadinas fue la suerte elegida para epilogar trasteo, matando de
dos pinchazos y una estocada media de las que tardó en caer el toro. Silencio tras
aviso.

 

«Malagueño” llevaba
por nombre el cuarto de la tarde, castaño, con el hierro de Domingo Hernández,
con 530 kilos de peso. A la verónica lanceó Juli al animal, a pies juntos tres
de ellas. Salvador Núñez picó a un toro que apretaba hacia afuera pero lo hacía
con los riñones. Suave y templada fue la lidia de José María Soler, pareando de
forma efectiva y rápida Álvaro Montes y Fernando Sánchez. Aguantando miradas
fue la faena de Juli, a un toro falta de entrega que no tenía embestida
empleada ni por derecho. Le sonsacó momentos aislados en las tandas iniciales
hasta que llegó el arrimón y el cambio de terrenos de la segunda parte de la
faena. Fue por circulares por donde toreó Juli en ese momento, encunándose
entre los pitones del de Domingo Hernández. Le buscó las vueltas al toro y
consiguió conectar e incluso tras el arrimón final levantar al respetable del
tendido. Un espadazo trasero y un punto atravesado fue el final de la lidia, cortando
dos orejas. Se le dio también de forma excesiva e injusta la vuelta al ruedo al
toro en el arrastre, algo que el público no solicitó y lo sacó el palco por su
propia cuenta.

Cuello largo
mostraba de salida el quinto de la tarde, con el hierro de Garcigrande, al que
Alejandro Talavante saludó por verónicas. Miguel Ángel muñoz, de blanco y
azabache, le propinó los puyazos al animal, lidiando Trujillo. A su aire tomaba
las telas el toro a partir del segundo muletazo, defecto que fue corrigiendo a
base del toque Talavante a lo largo de la lidia. Siempre asentado, con la
verticalidad en el toreo y la largura en sus muletazos cuidó el defecto que
tenía el animal de perder las manos por su falta de fuerza. Muy cerca se lo
pasó al natural, exponiendo el pacense y toreando de verdad. De pinchazo triple
y media despachó al toro. Silencio.

Colorado ojo de perdiz era el cierraplaza, al que
recibió a la verónica López Simón sin tanto acelero como en su oponente
anterior. Ángel Rivas picó a un toro que salió suelto y estuvo a punto de
perder el pie en el topetazo y caer encima del toro, derribándolo y tomando el
olivo el piquero en un momento de desorden. En el sitio justo cayó la segunda
vara, pero siendo leve el puyazo y pidiendo López Simón enseguida el cambio de
tercio. Torerísimo fue el par de Jesús Arruga, recibiendo una ovación Vicente
Osuna por dos soberbios pares al animal. Al público fue el brindis con la diana
floreada sonando. En el centro del anillo se lo cambió el madrileño,
espeluznante el primer péndulo. Galopando y con movilidad fue en la segunda
tanda, sin llegar a humillar del todo, pero permitiendo bajar la mano por
momentos a Simón. Repitió el de Garcigrande también a la zurda del de Barajas:
largo lo llevó al natural, quedándose en el sitio y ligando ante un toro que no
se cansó de embestir con más movilidad que clase a los trastos del joven
matador. Entre la petición de indulto del respetable siguió toreando. Tras
manoletinas, el palco decidió indultarlo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de
Valencia. Undécima de la Feria de Fallas. Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Garcigrande-Domingo
Hernández, el sexto, de nombre «Pasmoso», premiado con el indulto. 

El Juli, oreja y dos orejas. 

Alejandro Talavante, ovación y silencio. 

López Simón, silencio tras aviso y dos orejas simbólicas.