PLAZA BELMONTE

Ponce devuelve a Quito la vida dándosela a “Lanudo”


jueves 3 diciembre, 2015

Faenón del valenciano a un toro de José Luis Cobo que fue a más en su franela; Luque paseó oreja y oreja para acompañar al levantino en hombros

Faenón del valenciano a un toro de José Luis Cobo que fue a más en su franela; Luque paseó oreja y oreja para acompañar al levantino en hombros

TEXTO: CARMEN TOLEDO

FOTOS: ANDREA ACOSTA

Apertura reluciente de la feria del centenario
en la Plaza Belmonte de Quito. Con casi lleno en los tendidos, hicieron el paseillo
con el traje goyesco las cuadrillas de Enrique Ponce y Daniel Luque en medio de
la expectativa general y los gritos de ¡viva Quito y vivan los toros!. Se guardó un minuto de silencio y se develó
una placa en memoria del doctor Santiago Bustamante Luna, quien fuera gran
aficionado práctico y presidente de plaza. También se le entregó a Enrique
Ponce por sus 25 años de alternativa un cuadro del maestro Oswaldo Viteri. Se lidiaron cuatro toros de Triana, muy bien
presentados y bravos. Destacó el tercero, de nombre «Lanudo”, que fue indultado
tras una faena magistral del maestro valenciano.

A su primero Enrique Ponce lo saludó por
verónicas lentas y bien dibujadas entre los olés del público. El quite por
chicuelinas de mano baja y un artístico remate hicieron estallar la emoción en
los presentes. Los banderilleros Ignacio Almeida y «El Patatas” dejaron sendos
pares de banderillas en todo lo alto. Inició con la muleta con doblones muy
toreros y magníficas tandas sobre la derecha y la izquierda, aunque luego el
toro se le revolvió por ese pitón. Faena entonada y lucida con adornos
pintureros. Vuelta al ruedo.

Su segundo un bello y bien armado astado de la
ganadería de José Luis Cobo empujo brava mente al caballo de José Palomares que
lo recibió con brazo firme entre la ovación del público y luego lo tumbó sin
consecuencias. La faena de muleta se la vivió con gran emoción ante la lección
de tauromaquia de Ponce. Fue larga, plena de alardes y de enjundia. Los pases
fueron desgranándose lentamente, sobre todo con la mano diestra. El público
vibró puesto en pie esta sensacional demostración del poderío y clase del
diestro. Luego afloraron los adornos, la poncina, los redondos ayudados por
bajo, cuando ya la autoridad había sacado el pañuelo naranja.

Daniel Luque cayó de pie en su debut en Quito.
Magnífico con el capote y sensacional labor con la muleta, entendiendo a la
perfección al bravo trianero con series lentas y cadenciosas de pases con la
mano izquierda, plenas de dominio, clase y valor. Adornos entre la ovación
incansable del público. Oreja. Con el último, el más complicado del encierro lo
toreó de maravilla con el capote. Gran quite por chicuelinas y el remate. Su
faena fue muy pulcra y serena de acuerdo a las condiciones del toro. Lo mejor fueron
las dos tandas de naturales extraordinarias con un toro que se quedó corto. Se
adornó con las luquecinas y un desplante. Gran ovación y oreja simbólica.

Los dos salieron en hombros de una afición que
vivió a plenitud el espectáculo taurino.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros Belmonte, Quito. Primera de la
Feria del Centenario. Corrida de toros. Casi lleno,

Cuatro toros de Triana, el tercero, de nombre «Lanudo”,
premiado con el indulto.

Enrique
Ponce
, vuelta al ruedo y dos orejas y rabo simbólicos.

Daniel
Luque
, oreja y oreja.