Jesús Moreno, Alejandro Chicharro y Juan Herrero hacían el paseíllo, este miércoles, en la primera de la Miniferia de la Comunidad de Madrid, una novillada concurso con los hierros, por este orden, de Aurelio Hernando, Hnos. Sandoval, Montealto, Ángel Luis Peña, Cerro Longo, Concha y Sierra.
El primero hiere de gravedad a Jesús Moreno y deja la novillada en mano a mano
La desgracia hizo que la novillada quedara en mano a mano desde el primer instante. Jesús Moreno se fue a porta gayola y el novillo de Aurelio Hernando se frenó justo a la hora del embroque, dejando sin escapatoria al albaceteño, que quedó a merced del certero novillo que le embistió y le buscó en la arena, hundiendo el pitón en el muslo izquierdo del novillero, que dejó un horrible rastro de sangre en su camino a la enfermería llevado por las cuadrillas. Desde entonces la zozobra rondaba en el ruedo con un novillo al que se le castigó con exceso en el caballo y que se defendió con la muleta sin el más mínimo recorrido. Juan Herrero se limitó a pasarlo para prepararlo para la estocada baja con la que lo despachó.
Chicharro corta una oreja sin sustento al segundo
Tardó Alejandro Chicharro en empezar a torear al segundo, un serio Montealto que abría la cara y llevaba carbón en su embestida a media altura. Chicuelinas de saludo y estatutarios en el prólogo de su labor con la muleta hicieron que todavía fueran una incógnita los matices de la embestida del novillo, que acudía pronto e ímpetuoso. Fue en la tercera serie cuando Chicharro fijó las zapatillas en la arena y comenzó a tirar del animal. Había propuesta e intención, pero renunciaba pronto, cuando el novillo empezaba a pedir mando. Así, las tandas fueron cortas, no siempre limpias ni embarcadas, por lo que su faena no tuvo un orden, una estructura sólida que le permitiera llegar al tendido. Eso sí, la espada cayó en buen sitio, aunque la petición del respetable ya parecía bastante injustificada, y ante la cantidad de pañuelos el presidente decidió también sacar el suyo consumando el exabrupto.
Juan Herrero construye una faena de oreja al tercero que el presidente negó
Hubo apuesta en el quite por gaoneras de Chicharro en medio del vendaval al tercero, y quiso Herrero construir us faena desde la firmeza de plantas, pues el el bien novillo de Hermanos Sandoval precisaba justamente de eso, de que le abrieran los caminos y le enseñaran a embestir, porque lo llevaba dentro y limando las aristas lo podía sacar. El temple fue clave y esa manera de ir estirando el brazo cada vez más, hasta meterlo finalmente en la canasta con solvencia y gusto. Es verdad que el novillo no terminó rebosándose en la variada muleta de Herrero, pero desarrolló clase en su entrega. Además lo mató bien y la petición tuvo sentido, pero está vez el despropósito presidencial se hizo latente con la negación del trofeo.
Inédito regreso de Concha y Sierra a Madrid con un cuarto de corto recorrido
Once años tardó en salir de los chiqueros de Las Ventas un animal de Concha y Sierra, y «Aceitunerito» recordó su estirpe vazqueña en esa silueta reunida y aleonada, y aunque salió con el freno de mano puesto, tenía intención de embestir. Cierto es que exigió lo suyo para ir con algo de franqueza, pero la entrega se la dejó en casa. Quizás por eso Alejandro anduvo precavido, queriendo, pero sin decidirse del todo a dar el paso, quedando la faena en nada más que probaturas y conato de series abortadas al tercer muletazo.
Herrero se justifica con el complicado quinto
Molestó mucho el viento durante la faena del quinto, de Cerro Longo que además embistió muy recto siempre, recostándose y buscando por dentro, más por defecto que por maldad. Insistió Juan Herrero en buscarle las vueltas al natural, pero su muleta era una bandera al aire, ingobernable. Y con la derecha el novillo recortó el viaje y le levantó los pies del suelo al novillero sin consecuencias, más que el susto, y el ácido de que lo volvería a hacer si insistía. Por lo que se fue pronto a por la espada.
Chicharro abre la puerta grande gracias a la codicia del sexto
Dejó la montera en la enfermería Chicharro escenificando el brindis a su compañero herido y se plantó de rodillas en el tercio para espere al de Ángel Luis Peña que se arrancó en tromba y casi se lo lleva por delante, pero obedeció al toque en el último momento, la plaza en un puño. Y otra vez con el cambio por la espalda y tres derechazos de rodillas buenos de verdad. Ahí mostró el novillo lo que tenía, codicia por abajo y entrega. Mejor aún por el izquierdo. La pena era que, cuando todo iba a más, ligados tres muletazos hondos, y el novillo pidiendo más, Chicharro remataba la serie, evitando la explosión final de una faena que mereció más, pero que ya era suficiente, viendo el talante presidencial, para que Alejandro se fuera a hombros.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Primera de la Miniferia de la Comunidad de Madrid. Novillada con picadores. 14.627 espectadores.
Novillos, por este orden, de Aurelio Hernando, Hnos. Sandoval, Montealto, Ángel Luis Peña, Cerro Longo, Concha y Sierra. Sin recorrido y a la defensiva el primero; encastado y pronto el segundo; bueno y a más el tercero; de corto recorrido el cuarto; complicado el quinto; codicioso el sexto.
Jesús Moreno (lila y oro), herido.
Juan Herrero (azul marino y oro), silencio en el que lidió por Moreno, ovación tras aviso y ovación.
Alejandro Chicharro (lila y oro), oreja, silencio y oreja en el que lidió por Moreno.
PARTE MÉDICO de Jesús Moreno: Herida por asta de toro en 1/3 superior cara posterior de muslo izquierdo, con dos trayectorias, una de descendente de 30 cm que alcanza hueco poplíteo y otra hacia la cara anterior de 20 cm que contusiona nervio ciático y alcanza fémur. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general en la enfermería de la plaza de toros y trasladado posteriormente a la Clínica la Fraternidad Muprespa-Habana. Pronostico Grave que le impide continuar la lidia.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
