Regresaba Morante de la Puebla a una de sus plazas fetiche, y lo hacía con una corrida de Juan Pedro Domecq, ganadería con la que está anunciado en casi todas sus corridas. A su lado, Alejandro Talavante y Pablo Aguado, otros dos toreros muy del gusto de la afición portuense.
Morante y su personalidad pasean una oreja del noble primero
Una oreja le cortó Morante al primero de la tarde, un toro noble al que le recetó un manojo de verónicas sencillamente magníficas en el saludo y otro tanto en un quite magistral. Tuvo detalles torerísimos con la muleta, haciendo siempre que crugiese el tendido de El Puerto con uno de sus toreros predilectos. Basó en la mano derecha una faena de mucho compromiso y dando una lección de cómo se ejecutan los derechazos que terminó valiéndole una oreja.
El inválido segundo deja en palmas la labor de enfermero de Talavante
Al segundo se le vio pronto la carencia y la invalidez, a pesar de que embistió en el capote de Talavante. Ovacionado fue Miguelíon Murillo en banderillas, pero poco pudo hacer Talavbante con un inválido que no sirvió en ningún momento para hacer el toreo. Abrevió y recibió palmas.
La pinturería de Pablo Aguado con el tercero le vale una oreja
El tercero fue un toro noble y con calidad al que le sopló varias verónicas con mucho temple. También brilló en las chicuelinas del quite en una tarde que se le vio saboreando a un Aguado que tuvo durante toda la faena detalles muy toreros. Hubo momentos muy importantes con la mano izquierda, pero siempre de mucha seriedad y de lentitud. Lo mató de una estocada y paseó una oreja.
Ovación para la personalidad de Morante para lidiar al noblón cuarto
El cuarto fue un toro noblón al que Morante lo saludó con un magnífico ramillete de verónicas con una media muy personal para abrochar el saludo. Fue una pena que se acabase tan pronto el animal, porque le aprovechó Morante muy bien la clase que traía en lo que le duró, dejando seriess de mucho calado y ramalazos de su personalidad en una faena marca de la casa. Dejó una media estocada y fue ovacionado.
El palco deja en una oreja las dos que el tendido pidió a su personal concepto
El quinto fue un gran toro de Juan Pedro, con mucha clase, al que Talavante saludó con un lance muy a su estilo y un buen manojo de verónicas de regusto. El toro empujó en el caballo y Fini saludó tras banderillear. De rodillas se fue a los medios Talavante, que le ejecutó el toreo con mucha puereza de hinojos, poniendo la emoción desde el principio a una faena que fue a más, que tuvo buenos detalles por ambos pitones, con unos adornos muy toreros y todo iba para triunfo gordo, pero un pinchazo hizo que el palco dejase en una oreja las dos que pidió el tendido.
Pablo Aguado tira de compromiso y corta la segunda oreja para salir en hombros
El sexto, que tuvo teclas para tocar un piano, no tuvo ni ritmo ni entrega para acometer el capote de Pablo Aguado, que suplió en la muleta la delicadeza por una entrega total. Demostró paciencia para observar y capacidad para imponerse a un animal exigente al que terminó extrayendo muletazos de mucho mérito y un compromiso con el triunfo fuera de toda duda. Pinchó al entrar a matar porque el toro le tapó la salida, como en el segundo intento, donde lo prendió, propinándole una paliza tremenda. Por eso al despenar al animal el público pidió la oreja que se concedió y propició la salida en hombros.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza Real de El Puerto de Santa María, Cádiz. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Juan Pedro Domecq, de buena hechura y correcta estampa.
Morante de la Puebla: oreja y ovación.
Alejandro Talavante: palmas y oreja.
Pablo Aguado: oreja y oreja.
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA
PARTE MÉDICO PABLO AGUADO: