EL PUERTO DE SANTA MARÍA

A cara de perro


domingo 8 agosto, 2021

José María Manzanares y Pablo Aguado sellan una tarde de máxima rivalidad en la que hubo hasta tres portagayolas y que eclosionó en quinto y sexto, toros que ambos desorejaron.

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Emilio Méndez / Fotogalería: Eva Morales

A cara de perro. Así salieron al ruedo a las ocho en punto José María Manzanares y Pablo Aguado. Un alicantino que comenzó la tarde en la que se cerraba el abono en el Coso Real yéndose a portagayola, y Aguado le respondió de la misma forma en el segundo, y Manzanares volvió a repicarle del mismo modo en la puerta de chiqueros en el tercero. Y así se estructuró una tarde de dos toreros a cara de perro que tuvo su eclosión en quinto y sexto, animales a los que desorejaron ambos. Lo contamos toro a toro de esta forma:

Manzanares saluda a portagayola al primero, pero el fallo a espadas le quita el premio

A portagayola se fue José María Manzanares para saludar al bonito primero, animal al que le recetó una primera larga cambiada despaciosa y hasta una segunda, para enjaretarle media docena de arrebatadas verónicas que fueron menos templadas que ese primer saludo. No obstante, en la faena, al de Juan Pedro le faltó el poder necesario para que la obra fructificase y llegase arriba, a pesar de que tenía clase. Le sacó profundos naturales y también a diestras logró conducir con pasajes artísticos la embestida del animal. La pena fue que falló con el acero, por lo que todo quedó en ovación. En el tercio de banderillas se desmonteró Mambrú.

Aguado responde al envite de Manzanares: portagayola, faena de ensueño al segundo… y múltiples pinchazos

En el segundo, Pablo Aguado le respondió a portagayola a la propuesta en el abreplaza de Manzanares. Luego, ya erguido, dejó el toreo despacioso y templado que acostumbra a la verónica. En banderillas fue ovacionado Iván García, que estuvo muy bien con los palos.  Extraordinario el inicio de faena, iniciando por doblones y luego toreando con la bamba de la muleta, exponiendo la naturalidad que atesora y dejando un cambio de mano realmente de ensueño. A pesar de que tenía falta de fuerza, la sujetó a base de mucho mimo y suavidad en los toques Aguado. Por la diestra fue la primera parte del trasteo, templando y llevando embebido al animal; el empaque llegó con la zurda, en momentos de mucho sentimiento. La faena fue a más, terminando con una serie de naturales a pies juntos y ayudados. Tres pinchazos esfumaron todo. Tremenda la ovación que recibió.

El mal de aceros vuelve a visitar a Manzanares en el tercero, al que de nuevo saludó en chiqueros

De nuevo se fue Manzanares a portagayola para saludar al tercero, y tras la larga cambiada de rodillas se puso a torear erguido y templado a la verónica. Tenía fijeza y nobleza el de Juan Pedro, pero duró muy poco. Antes de que se apagara, hubo detalles de plena torería por parte del alicantino, que fue extrayendo cada muletazo el sabor que su concepto atesora. Desafortunadamente, volvió a fallar con los aceros. Fue ovacionado.

El cuarto se le para muy pronto a Aguado, que sólo puede porfiar ante él

El cuarto fue un toro noble pero que le duró muy poco a Pablo Aguado. Se fue rajando, fue a menos durante la lidia. Dos medias verónicas destacaron en el saludo capotero. Toreros doblones le dejó en el prólogo muleteril… pero poco le duró el de Juan Pedro. Hizo el esfuerzo, le buscó los dos pitones el sevillano, pero no fructificó el esfuerzo. Mató de estocada certera. Ovación.

Manzanares hace una obra de arte con mayúsculas al bravo quinto

El quinto fue un gran toro de Juan Pedro Domecq, que Manzanares cuajó con verónicas pausadas, de máxima despaciosidad y torería, destapando el frasco de las esencias en la media de cierre. Tras ello, lo picó muy bien Francisco Javier Sánchez Morán al animal, siendo aplaudido por la plaza. José Chacón con el capote, y Daniel Duarte y Luis Blázquez estuvieron muy bien en el tercio de banderillas. Una obra de arte por parte de un inspirado Manzanares dejó en la faena al bravo animal. Muletazos largos, sentidos, con profundidad ante la buena embestida y la calidad del animal. Estoconazo recibiendo, dos orejas para el torero y palmas al torero en el arrastre.

Aguado, arte supremo ante el sexto, al que desoreja; fue cogido en el quite por chicuelinas

El sexto fue otro gran toro, sobre todo con calidad y clase. Lo cuajó Pablo Aguado desde las verónicas de inicio, llevando con supremo mimo y despaciosidad al animal con la seda. Quitó por naturalísimas chicuelinas, y en una de ellas el animal hizo por él, pero pronto se repuso del golpe. Ese capítulo sucedió antes de un vibrante tercio de banderillas en el que tuvo que saludar Juan Sierra. En faena, Aguado destapó el tarro de las esencias, con el mejor argumento artístico, selló muletazos profundos por ambos lados. Mató de media estocada suficiente para que cayese el animal, paseando las dos orejas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de El Puerto de Santa María, Cádiz. Última de abono. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido.

Toros de Juan Pedro Domecq.

José María Manzanares, ovación, ovación y dos orejas.

Pablo Aguado, ovación, ovación y dos orejas.