Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Manuel Diosleguarde, que reaparecía tras la cornada del pasado año en Cuéllar, hacían el paseíllo ante un lleno de No Hay Billetes este domingo 23 de abril en el municipio salmantino de Guijuelo con toros de Capea.
Morante se gusta a diestras con el primero y le corta una oreja
Abrió plaza «Botinero», de la ganadería «el Capea». Lo lanceó José Antonio con las manos ligeramente altas, sacándolo al tercio pausadamente. Tras un buen puyazo quitó por dos verónicas y una media, con las yemas de los dedos. Únicamente pusieron dos pares en este tercio, destacando el de Alberto Zaya. En el inicio de faena, sacó al burel paulatinamente al centro. Utilizó dos tandas por el pitón derecho de probatura. Animal muy noble que embestía a media altura sin llegar a transmitir ni entregarse en la muleta, pasó por los trastos sin pena ni gloria. Morante pudo gustarse en una tercera tanda por el derecho. Con un molinete cambió a la mano izquierda, dando muletazos sin ningún lucimiento. Volviendo a la mano derecha el toro no llegó a calar. Finalizó con unos ayudados por alto y un par de trincherazos intercalados. Estocada muy habilidosa, algo contraria.
De Justo, oreja con un segundo de El Capea de vuelta al ruedo
Con mucha clase fue este segundo del Capea. Se abrió bien de capa Emilio de Justo. Excelente primer puyazo, en su sitio, metiendo los riñones el toro. Dos pares se pusieron en banderillas con gran eficacia. Genuflexo y por bajo, inició el trasteo el extremeño. Dos tandas muy ligadas por la derecha encandilando al público y una tercera extraordinaria, abandonándose y dándole mucha estética. Animal con mucho recorrido, noble y con excelente tranco. Desmayado estuvo el diestro con la mano izquierda, antes de finalizar por unos bellísimos naturales de frente con los pies juntos, unidos a una exquisita trincherilla. Mató de una estocada delantera y perpendicular. Descabelló en varias ocasiones y recibió un aviso por parte de la presidencia. Vuelta al ruedo al toro.
Diosleguarde desoreja al toro de su reaparición
Calurosa ovación recibió Manuel Diosleguarde en su reaparición a los ruedos. Y es que, desde agosto no comparecía en una plaza de toros. Con mucha ambición se abrió pronto de capa, conectando con los tendidos. Tras el puyazo, quitó por delantales. Siguiendo la tónica de la tarde clavaron sólo dos pares los peones. Elías Martín bregó a un excelente nivel. Brindó Diosleguarde a la cirujana que le salvó la vida, doña Marta Pérez. Inició la faena de hinojos aguantando de forma extraordinaria las paradas del animal. Lo templó en varias tandas por la derecha y lo llevó muy cosido a la muleta. En el temple se cimentó toda la faena. Por el izquierdo lo tragó mucho, el de Capea tenía una embestida más tosca. Volviendo a la izquierda lo exprimió mucho bajándole la mano. El epílogo fue arrollador, alardeando mucho de su valor. Puso la plaza boca abajo. Estocada algo caída.
Un Morante arrebatado desoreja al cuarto de El Capea
Probó a este cuarto con el capote por ambos pitones Morante. Hasta en dos ocasiones echó la puya Pedro Iturralde en el tercio de varas. Tres fueron las garbosas chicuelinas de José Antonio en el quite. A pesar de la escasa fuerza del animal, el de La Puebla vislumbró algo en banderillas, sobre todo en la brega de Trujillo. Lo pasó por alto en el inicio el cigarrero, levantando la muleta al final del muletazo con tal de aliviar al animal colocaba bien la cara, aunque seguía escaso de fuerzs. Cambiándolo de terrenos y con mucha fe, el sevillano consiguió embeber al burel con mucha delicadeza. Tras descalzarse, el torero se arrebató y se ciñó más que nunca al toro por el pitón izquierdo, llevándolo hasta detrás de la cadera y exigiendo en el muletazo. Bellos fueron los muletazos a pies juntos con la muleta montada en la derecha. Pinchó y hundió la espada.
De Justo asegura la puerta grande con una oreja del quinto
Muy torero Emilio de Justo con el capote, que se salió hasta el centro de la boca de riego. Tras el puyazo, quitó por chicuelinas y una larga cordobesa algo trastabillada. Destacó el par que realizó Morenito de Arles. El inicio del diestro fue genuflexo y enseñando los caminos de forma muy exquisita. Animal con embestida muy plana y lineal, que pasó sin llegar a entregarse en ningún momento. Poca transmisión tuvo este astado. Emilio fue ligando poco a poco sendas tandas sin llegar a conectar con el público del todo. No se percibía la emoción y todo fue muy plano. Por el pitón izquierdo se ciñó más y saco algún ole mayor en los tendidos. Los mejores retazos de la faena vinieron en el final, extraordinarios fueron sus ayudados por alto. Pinchó. Más de media estocada que hizo efecto.
Diosleguarde cierra su reaparición con una nueva oreja del sexto
Cerró la tarde «Avellano», al que veroniqueó Manuel en los medios. Tras un puyazo en querencia y otro en contraquerencia, Diosleguarde quitó por chicuelinas en la boca de riego. Tras el tercio de banderillas brindó al público. Faena trabajada, con buena colocación en todo momento y fundamentada en la mano derecha. Un concepto el de Manuel, fresco y diferente. Con la izquierda lo pulseó muy bien, agarrando la muleta muy atrás del palillo y echando bien los vuelos. Ya en las cercanías firmó un par de circulares. Estocada entera.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Guijuelo, Salamanca. Corrida de toros. Lleno de No Hay Billetes.
Toros de El Capea.
Morante de la Puebla, oreja y dos orejas.
Emilio de Justo, oreja y oreja.
Manuel Diosleguarde, dos orejas y oreja.
FOTOGALERÍA: SILVIA OLMEDO
