La plaza de toros de Las Ventas abría sus puertas para la segunda corrida de rejones del mes de agosto, esa donde José Miguel Callejón, Sergio Domínguez, Roberto Armendáriz, Ana Rita, Miguel Moura y Duarte Fernandes trenzaban el paseíllo ante toros de Benítez Cubero y Pallarés.
Digna y solvente confirmación de Ana Rita, que mereció más que la vuelta al ruedo
Cumplida la ceremonia de confirmación, brindis al cielo incluido, salió un primero bajo y abierto de cara, que se enceló pronto y con codicia tras la montura de Ana Rita. El rejón, al segundo intento, no pareció hacer mucha mella en el ímpetu de un toro que siempre tuvo la fijeza como cualidad principal. Ayudó que la amazona lusa tocó mucho al toro con la voz y se preocupó por realizar las suertes limpias y por derecho, aunque a veces tuviese que pasar en falso. Además, le falló la puntería para dejar las farpas reunidas. Sin embargo, manejó bien los terrenos y estuvo siemore atenta a las evoluciones del toro, involucrada en su lidia con asiento. Lo mejor, el caracoleo para dejar los palos cortos, clavando en la cara del toro, asumiendo riesgos. Mató bien y formó así una más que digna y solvente confirmación en Madrid, mucho mejor que varios de los jinetes que han pasaos por este ruedo cobrándose algún premio por su cuenta. Por eso no se entendió la negativa del presidente a la concesión del trofeo pedido con pañuelos por los escasos asistentes.
Callejón se da una vuelta al ruedo a pesar de su falta de temple y acierto
Ni siquiera tres rejones de castigo (dejó dos en en el morrillo, pero uno de ellos lo hundió dos veces en las carnes del toro) le pararon los pies al segundo, otro buen toro, que apretó exigente las cabalgaduras de José Miguel Callejón, a quien le faltó paciencia y medida para evitar los no pocos toques del toro al caballo, deslucido los primeros compases de la lidia. Más acertado y limpio estivo con las rosas a lomos de «Cubano», a pesar de que el bonito luso-árabe le protestó constantemente con la cabeza. El rejón definitivo cayó atravesado su efecto fue tardío pero suficiente, según su criterio, para darse una vuelta al ruedo.
Irregular actuación de Sergio Domínguez con el zambombo tercero
El tercero tuvo menos movilidad que sus hermanos de camada, también 100 kilos más. Se notó. Sin embargo, aunque no estiró los galopes, sí que acudió con franqueza a los cites, que tuvieron más temple por el ritmo medido del mismo toro, contagiando a Sergio Domínguez, que anduvo mucho más centrado que la semana anterior en este mismo ruedo. Ya con el toro más apolomado, el riojano sumó espectáculo con las lanzadas y piruetas de «Natural», aunque a la hora de clavar no estuvo tan brillante, pasado en los embroques y clavando a silla pasada. Un par a dos manos sobre «Litri» fue lo mejor de su actuación y el rejón de muerte, contrario, trasero y atravesado, lamentable. Como la vuelta que se dio por su cuenta.
Armendáriz lo pone todo con el sobrero cuarto
Un rejón pareció dejar tocado al cuarto, que entre su falta de fuerza y ese punto de lastimado dio con sus huesos en los corrales para que saliera el sobrero, tan terciado y justo de todo. Sobre todo de fondo, que no era malo. Roberto Armendáriz acertó en cuidarle, no exigirle mucho y, al contrario, ponerlo él con sus caballos, llegando muy cerca y pisando terrenos comprometidos. El rejón, efectivo, provocó la salida de algunos pañuelos, insuficientes para el trofeo.
Miguel Moura pincha y recibe una sensata ovación
No tuvo demasiado fondo el monito quinto, a pesar de la fijeza que ha sacado toda la corrida y esa intención de seguir la cabalgaduras, pero está vez sin el fuelle necesario para hacerlo. Inteligente, Miguel dejó un único rejón y jugó querencias para intentar darle movilidad al toro a favor de ellas, tan emplazado en los medios. Sin embargo, eso lo aprovechó después el menor de los Moura para atacar desde las tablas, dando el pecho y llevar muy, muy cerca para clavar, firmando lo mejor a losmos de «Marengo». Las cortas, en un palmo de terreno, dejaron todo servido para el trofeo a la buena lidia, pero los pinchazos lo emborronaron todo y Miguel recogió una ovación desde el tercio.
Duarte apuesta y gana, oreja de justicia
Con el sexto la emoción subió pronto, gracias a los riesgos que asumió Duarte Fernandes, que nada más salir el toro ya lo estaba atacando para reducirlo en el centro del anillo a lomos «Bala». Volvió a meterse en los terrenos del toro, que es cierto que obedeció y siguió con interés, aunque le faltaba ese pasito que permitiera al portugués andar más relajado. No aflojó nunca el compromiso Fernandes, que dobló la apuesta con «Artista», en una banderilla al violín dejándose llegar mucho al toro, pero saliendo limpio a pesar de una escurrida a destiempo. Las batidas sobre «Mistral» tuvieron más sosiego y pureza, pero la última apuesta fue con «Dorado», con el que clavó tres palos cortos eléctricos por la cercanía. El rejón, efectivo, certificó el triunfo de las ganas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de rejones.
Toros de Benítez Cubero (2º, 3º, 5º y 6º) y Pallarés (1º y 4º). Despuntados para rejones, de correctas hechuras y remates. Fijo y codicioso el primero; obediente y con transmisión el segundo; aplomado pero con buen fondo el tercero; sin fuerza ni recorrido el cuarto; soso pero fijo el quinto; fijo y noble el cierraplaza.
José Miguel Callejón (chaqueta verde hoja): Vuelta al ruedo no pedida
Sergio Domínguez (chaqueta marfil): Vuelta al ruedo por su cuenta.
Roberto Armendáriz (chaqueta gris): Vuelta al ruedo
Ana Rita (casaca verde): Vuelta al ruedo tras petición
Miguel Moura (casaca berenjena): Ovación
Duarte Fernandes chaqueta verde botella): Oreja
INCIDENCIAS: Ana Rita confirmó con «Nevado», nº 26, de Pallarés.
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FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS