Sergio Galán, Diego Ventura y Guillermo Hermoso de Mendoza hacían el paseíllo, este domingo, en la corrida de rejones de la Feria de Abril, un festejo que llevaba el hierro de Capea.
El clasicismo de Galán hace el toreo puro al primero y el descabello le quita el premio
Bajo y bien hecho el primero, que abría la cuerna, al que Sergio Galán intentó encelar en los medios y clavó el primer rejón de castigo. Evidenció el toro que iba a tener calidad, pero poco poder. En todo lo alto el segundo rejón, con el toro soseando, antes de que el conquense tomara a Capricho para intentar llegarle cerca palos en mano, con Tejera tocando Gallito. Dejó en el mismo centro del ruedo pares de cite puro y colocación ecuanime. Siempre bien colocado, proponiendo dando el pecho, sin una alharaca de más pero haciendo todo con una pureza de alta escuela. Con Óleo puso una rueda de cortas, cantada, y un rejón trasero que no hizo efecto rápido. El fallo con el descabello le quitó el premio. Ovación.
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— OneToroTV (@OneToroTV) April 14, 2024
➡️ Gran tarde de Diego Ventura que desoreja al quinto de la tarde
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Ventura se la forma al buen segundo y el rejón de muerte esfuma todo
De frente y en todo lo alto, citando desde el olivo al toro que estaba en el centro del ruedo, clavó el primer rejón de castigo Diego Ventura a un toro que tenía otra movilidad distinta al anterior. Era pronto, tenía celo y seguía la proposición de gobierno del cigarrero, que toreó de costado al animal durante media plaza para cambiarle el viaje y rematar con una pirueta la suerte. Un espectáculo de toreo. Y citó tras ello de lejos al de Capea, clavando pares de mucho mérito, especialmente el penúltimo, de poder a poder en terrenos de la Puerta del Príncipe. Y el último, a dos manos a lomos de Guadiana, fue de ensueño antes de un carrusel de rosas de gran eco. Rejón de muerte en mano, pinchó en dos ocasiones, lo que lamentablemente esfumó todo premio. Ovación calurosa.
El palco no concede la oreja a Guillermo tras una faena de mérito al parado tercero
Esperó de frente a toriles Guillermo Hermoso al tercero, un toro al que clavó a los segundos de salir un primer y único rejón de castigo de gran eco arriba. Tomó a uno de los caballos míticos de su cuadra, Berlín, para iniciar faena, sellando instantes de buen toreo y clasicismo en dos pares. Con Martincho continuó la obra, citando más de lejos a la noble condición de un astado a menos, tanto que tuvo que atacar en la distancia corta última parte de la faena. Y lo hizo con vibración en las rosas y las cortas a dos manos que puso, antes de un fallo previo al rejonazo final. Hubo petición, pero el palco no otorgó el premio. Ovación.
Porfía de Galán ante otro cuarto a menos
Se metió a la misma puerta de chiqueros Sergio Galán para recibir al cuarto, al que luego toreó en redondo en el centro del ruedo. Parecía tener cierto buen son el toro, pero se vino abajo su motor por momentos. No así la porfía de Sergio, que puso voluntad a una obra en la que dejó palos de buena ejecución y colocación, siendo los más efectivos arriba los que puso citando en terrenos cortos. A lomos de Bambino epilogó la faena, batiendo al pitón contrario y clavando arriba. Tras las rosas finales, dejó un fallido primer rejón de muerte y uno entero a la segunda. Ovación.
Ventura expone una barbaridad ante el quinto y sella una obra vibrante: corta dos orejas
Dejó auténticos muletazos de salida Diego Ventura al quinto, un toro al que lidió en redondo de inicio. A lomos de Nómada dejó instantes de emoción, especialmente en dos piruetas en la misma cara que llegaron con fuerza arriba. Toreó tras ello de costado y cambió de pista a un toro también noble pero sin terminar de entregarse a la obra. Y clavó en la misma cara dos palos más, exponiendo una barbaridad tanto en el embroque como en la salida de la cara del de Capea. Dejó quiebros de auténtico espanto entre los pitones en el final de obra, toreando al animal incluso para cambiarlo de terrenos. Un espectáculo de muchos quilates. Y citó de lejos en el penúltimo palitroque, que luego propuso a tres metros del toro, de poder a poder. Vibrante el quiebro y perfecta la colocación de la banderilla. A Bronce le quitó la cabezada en el final de faena, y puso a dos manos un par de máximo riesgo y calado arriba. Sublime Ventura, a pesar de que no le ayudaba el toro. La plaza en pie cuando se fue andando hacia atrás. Puso cortas al violín y rosas, con La Maestranza como un hervidero, antes de despenar al de Capea de un rejonazo entero. Dos orejas.
Guillermo demuestra su madurez aunque se marchó sin premio
Apenas un metro cuadrado, una pequeña parcela de los medios, necesitó Guillermo Hermoso de Mendoza para pararle los pies al sexto y fijarlo en «Alquimista», que con el rejón de castigo en todo lo alto ya dejo ver el contado galope que exhibiria en la lidia. Y eso que el navarro llegó a los terrenos del toro para tirar de él con «Berlín», batiendo a pitón contrario para dejar el rehilete en todo lo alto y provocar las cada vez más cortas arrancadas, aunque le alcanzo para dibujar unas hermosinas en los primeros compases. Inteligente, Guillermo usó el juego de querencias y terrenos a su favor, sobre todo con «Malvec», dando distancia y atacando en rectitud, dejando el palo y adornando las salidas con ceñidas piruetas, antes de meterse entre las tablas y el toro para dejar tres rosas y un par de cortas a dos manos de extremo riesgo sobre «Esencial», tan vibrantes y comprometidas que, entre la ovación cerrada del público, se atrevió con uno más. De tercio a tercio atacó decidido, en rectitud, para dejar un rejón completo, que necesitó del un golpe de descabello, con el que redondeó su maciza actuación. La pena es que el lento efecto del rejón enfrió una labor en la que todo lo hizo él jinete y la petición no fue suficiente para el premio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Corrida de rejones. Casi lleno.
Toros de San Pelayo, muy en el tipo. De embestida de calidad pero con poco fondo y poder el del primero; de gran duración, recorrido y poder el buen segundo; de noble condición pero a menos el tercero; a menos otro soso y deslucido cuarto; noble pero a menos el quinto; fijo y noble, pero a menos, el sexto.
Sergio Galán, ovación y ovación.
Diego Ventura, ovación y dos orejas.
Guillermo Hermoso de Mendoza, ovación y ovación.
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA