JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Eugenio de Mora, Juan del Álamo y Román trenzaban el paseo
mayor esta tarde en la primera plaza del mundo para la segunda de su Feria de
Otoño, primera corrida de toros del serial capitalino. Un encierro de Fuente
Ymbro era la materia prima ganadera para la ocasión.
De 532 kilos era el primero de la tarde, con el hierro de
Fuente Ymbro, que se mostró remiso a encontrarse con el capote de Eugenio de
Mora. Frío en los primeros tercios se mostró el animal, que le embistió por
momentos humillado al capote de Puchi. Nada más pedir permiso presidencial, un
inicio rompedor dejó Eugenio de Mora, tirándose de rodillas al hilo de tablas
para, de hinojos, sacarle una tanda completa incluso mirando a los adentros,
levantándose para dar el de pecho. Bien colocado se la planteó por la diestra
en la segunda tanda, conectando por ese lado con el tendido. Prontitud y
calidad tuvo el de Gallardo, pero falta de fuerza, estando más que dispuesta la
inteligencia del torero moracho en todo momento. Pronto, con cierto punto de casta
y con movilidad fue el toro, no terminando de calar por la espada la labor del
manchego. Pinchó en el primer encuentro el toledano, dejando una estocada un
punto tendida a la segunda pero efectiva.
Protestado por falta de fuerza mostró el segundo de Fuente
Ymbro, pero la presidencia decidió mantenerlo en el ruedo. Genial fue la media
con la que Juan del Álamo remató el recibo veroniquil, compacto. Gran
declaración de intenciones dejó Román en el quite por saltilleras, quedándose
muy quieto y dándole distancia inicial al toro en su arrancada. Por abajo le
inició faena el torero charro, destacando un trincherazo con garbo entre la
división de opiniones en el tendido por la falta de fortaleza del animal, que
tenía calidad. Distancia le dio en las dos primeras tandas Del Álamo, ambas por
el pitón derecho a un toro que humillaba. Dos enganchones ensuciaron su labor
en la siguiente tanda, pidiéndole sitio al joven protestando en la distancia
más corta. A pesar de ello, mantuvo su buen galope el de Gallardo pero se
diluyó la labor. Mató de estocada y fue silenciado tras aviso.
Con tranco humillado le embistió el tercero, otro toro
bonito de hechuras para Madrid, al capote de Román, que le planteó su labor
capotera con la rodilla hincada en tierra. Por tafalleras intentó quitar sin
lucimiento ante el tranco rebrincado del toro. Sitio le dio en el inicio
muleteril al toro el valenciano con un toro que se arrancaba pronto pero se
quedaba debajo de los trastos después del muletazo, acortando muchísimo el
viaje. En zorrona se tornó su condición, buscándole los tobillos al joven pero
entregándose éste atornillándose en el anillo. Valiente en el último tramo de
la faena, le plantó cara a base de valor. Mató de estoconazo y cortó una oreja
protestada.
El cuarto llevaba por nombre «Insólito”, negro de capa,
herrado con el número 111 y con un peso de 515 kilos. Muy suelto en el capote
de Eugenio de Mora se mostró en los primeros tercios. Con mucho poder, toque
muy fuerte, voz firme y mano baja le inició trasteo De Mora al toro rodilla
genuflexa. Tranco mansurrón mostró ya en la primera tanda el de Gallardo, algo
que agudizó en las siguientes tandas, incluso parándose. Complicado fue el
animal, con el que porfió sin lucimiento el toledano. Con la espada, mató de
pinchazo hondo y buena estocada.
«Leyenda” por nombre llevaba el negro listón quinto,
número 112, nacido en octubre de 2011y con 537 kilos de peso. Dos buenas medias
de nuevo dejó Juan del Álamo en su recibo capotero, cogiendo bien la vara Paco
María en la primera vara ante las caídas tras ésta del animal de Gallardo. No
se salía de la muleta el toro, revolviéndose a la salida de éste y en un
momento de angustia cuando le planteaba el toreo por el lado izquierdo el toro
lo encunó, volteándolo en varias ocasiones. Afortunadamente no tuvo
consecuencias aparentes el volteretón, siguiendo Del Álamo con firmeza en la
cara de un animal totalmente desagradecido. Con la espada, el salmantino mató
solvente.
Dos pitones amenazantes lucía el sexto de la tarde, de
nombre «Emperador”, número 187, nacido en octubre de 2011 y con 516 kilos
de peso. Derribó el caballo que montaba Pedro Iturralde, partiendo la puya y
saliendo suelto de los capotes. Tras el brindis a un amigo en el tendido, por
estatuarios decidió comenzar faena ante un toro que salía suelto en todo
momento. De verdad se plantó Collado por el derecho tras salir a toriles el de
Gallardo, manteniéndose firme el torero valenciano a pesar de que en un pase
del desprecio le echó mano el toro sin consecuencias aparentes. Entre las rayas
del tercio prosiguió labor, gustando por momentos por el derecho. A menos fue
la condición del animal, echándole valor por arrobas e incluso siendo prendido
sin consecuencias el valenciano.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño.
Corrida de toros. Algo menos de tres cuartos de entrada.
Seis toros de Fuente
Ymbro.
Eugenio de Mora, ovación tras aviso y silencio.
Juan del Álamo, silencio tras aviso y silencio.
Román, oreja y ovación.