PAMPLONA

Román corta una oreja a un complicado "cebada" tras una fuerte voltereta


viernes 7 julio, 2017

No fue fácil la primera corrida de la feria del Toro, con el hierro de Cebada Gago, con la que técnico anduvo Juan Bautista, enrazado Javier Jiménez y valeroso con premio Román

No fue fácil la primera corrida de la feria del Toro, con el hierro de Cebada Gago, con la que técnico anduvo Juan Bautista, enrazado Javier Jiménez y valeroso con premio Román

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ

Llegaba la corrida de Cebada Gago este viernes a la plaza de
toros de Pamplona para el primero de los festejos mayores a pie de la Feria del
toro. En el cartel, tres toreros de plena actualidad: Juan Bautista, Javier
Jiménez y Román haciendo a las seis y media en punto el paseíllo.

«Pitorro” se llamaba el primero de la tarde, un toro melocotón con el
hierro de Cebada Gago al que Bautista templó ya de salida. Francisco Ponz «Puchano”
se encargó del tercio de varas del animal, y el astado estuvo a punto de
derribarlo. Por chicuelinas, tras probarlo, llevó el torero de Arles al animal
gaditano para propinarle el segundo puyazo justo en el momento en el que cantó
la gallina de la mansedumbre de forma clara. En banderillas, entró en primer
lugar César Fernández. Efectivos anduvieron los toreros de plata ante la lidia
de Rafael González en la que tuvo que domeñar la cara altísima del toro. Al
público fue el brindis de Bautista, que comenzó faena por la mano derecha hasta
los medios dándole firmeza a un animal que siempre punteaba. Por las alturas
embistió el animal, que tornó en complicadísima su embestida especialmente por
la mano izquierda. El toque fijador de Juan Bautista fue clave para que, sumada
a su experiencia, diera una buena imagen. Toro complicado en el que las casi
dos décadas de alternativa salieron a relucir por su buena técnica ante el
melocotón. Mató de estocada casi entera que requirió de verduguillo.

«Tirador”, cárdeno claro, era el segundo de la tarde, con 580 kilos de
peso. Javier Jiménez lo recibió por verónicas aisladas hasta que Manuel Cordero
le metió las cuerdas mientras que Agustín Romero hijo guardaba la puerta. Bueno
fue el primer puyazo, cogiéndolo bien Cordero para que perdiese el cárdeno las
manos a la salida del jaco. Alejandro Sobrino dejó el primer par de banderillas
con habilidad, siendo efectivo Isaac Galvín en el segundo. Abraham Neiro «El
Algabeño” le dio muchísima suavidad en la lidia al de Medina Sidonia. Al público
fue el brindis del sevillano. El problema llegaba cuando le tocaba las telas al
de Espartinas, pero cuando no lo hacía el astado iba humillado y le lograba
enjaretar muletazos con garbo el rubio joven. Con la mano izquierda, el toro
decía más, iba más largo aunque punteaba en el momento del embroque. Tuvo que
hacer un esfuerzo y cruzarse en su frente Jiménez, aguantándole la movilidad
sin clase al de Salvador Cebada. Por manoletinas fue el cierre del torero,
tirándose a matar por derecho y dejando una estocada efectiva. Se puso
complicado a la hora de caer, echando la cara arriba y cayendo incluso el
descabello al callejón en un momento de peligro.

«Adelantado”, de Cebada Gago, llevaba por nombre el tercero, número
36, negro listón, nacido en diciembre de 2011. Por verónicas de rodillas
recibió Román al animal. Santiago Morales «Chocolate” ejecutó el puyazo este primero
del lote del valenciano. Pablo Simón dejó el primer par de banderillas,
clavando sólo una. El Sirio fue el encargado de entrar en segundo lugar, pero
no lo colocó porque el animal perdió las manos en el momento del embroque. Todo
ello ante la lidia del valenciano Raúl Martí, ante un capote que mimó mucho el
viaje del de Cebada. Al público fue el brindis del levantino, comenzando labor tanteando
al astado hasta llevárselo a los medios. La embestida descompuesta del animal y
que cabeceaba no fue nada fácil para que el valenciano le hiciese frente.
Necesitaba lidia y domeño el de Cebada, algo que no le dio Román. Por
manoletinas fue el final. Mató de estocada recibiendo un volteretón en el que
el toro le metió el pitón por el pecho. Momento de angustia que condicionó la
oreja que se le concedió.

 

Una cara muy agresiva tenía el cuarto de la tarde, un animal que salió
con un imponentísimo pitón derecho y al que Bautista lo saludó como pudo de
capote. Alberto Sandoval se encargó del tercio de varas de este cuarto, echándole
la vara muy bien y se dejó pegar con fijeza en ese primer encuentro. Poco celo
tuvo en los siguientes compases un animal siempre con la cara a media altura.
Rafael González Amigo dejó el primer par de banderillas, entrando en segundo
lugar Ismael González, quedándosele corto el par y echando la cara arriba el
astado. Dejando un solo palo pasó González en el tercer par ante la lidia de
toque fuerte que requería el animal de César Fernández. Con la muleta en la
mano derecha y por bajo fue el toreo de Bautista, que se explayó hasta dejar el
toro en los mismos medios del ruedo pamplonés. Eficaz fue la labor de Bautista,
que le supo ver por ambas manos las complicaciones pronto y sacar la técnica
que atesoran sus dos décadas como matador. Tapó los defectos del animal. Muy
profesional, mató de estocada. Silencio.

«Segador”, número 55, fue
el quinto toro de la corrida, un animal que se lastimó de salida un pitón y fue
devuelto. De Herederos de Salvador García Cebada fue el sobrero que salió tras
la devolución, picándolo Agustín Romero hijo y quitando por navarras Javier
Jiménez. Algabeño anduvo efectivo en el primer par de banderillas, entrando en
segundo lugar Isaac Galvín ante la lidia de Alejandro Sobrino con un toro que
les echaba la cara arriba en todo momento, sin descolgar nada. Intentó buscar
el toreo Jimñenez ante un animal correoso, que no se lo puso fácil, cabeceando
y con embestida corta en todo momento. Los enganchones también deslucieron su
condición. Ninguna conexión. Silencio.

«Punterito”, de capa cárdena, era el sexto de la tarde, un animal que sembró
el pánico en la calle Estafeta durante el encierro. Sabía perfectamente dónde
estaban los toreros, entrando Raúl Martí dejando un buen primer par de
banderillas. El tercero El Sirio dejó el segundo par ante el capote efectivo de
Pablo Simón, haciéndolo mejor que de salida el animal de Cebada Gago. Con la
sonrisa en la boca brindó al respetable Collado, comenzando faena ante un
animal que no descolgó en todo momento. Por la izquierda apostó Román, pero fue
imposible. Se la dejó bien al natural, teniendo un recorrido algo mayor, pero
no fructificó su labor. Mató de estocada un punto tendida.

 

FICHA DEL FESTEJO

 

Plaza de toros de Pamplona. Tercera de la feria del Toro. Corrida de toros. Lleno.

Seis toros de Cebada Gago, bien presentados y serios, y un sobrero de Salvador García Cebada, quinto bis. Espeso y sin empleo el melocotón primero; con cierta clase y la fuerza muy justa el segundo; probón, mirón e informal el descompuesto tercero; complicadísimo y sin ritmo el muy exigente cuarto; devuelto el quinto por partirse un pitón; áspero y renuente el deslucido quinto; geniudo, mirón y correoso el sexto.

Juan Bautista (corinto y oro): silencio y silencio. 

Javier Jiménez (blanco y oro): silencio y silencio. 

Román (obispo y oro): oreja y ovación.