Roca Rey y Pablo Aguado se batían en duelo esta tarde en la tradicional corrida de toros goyesca de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. A las seis en punto arrancaba el paseíllo de esta doble jornada taurina matinal y vespertina que vivía la ciudad malagueña.
Roca Rey exprime la informal embestida del primero de Jandilla, pero lo pincha
“Remendón”, bien hecho y armónico, era el primero de la tarde, un animal que ya mostró falta de fuerza en el inicio de la lidia de Roca Rey. Tenía voluntad el animal, pero se fue diluyendo ésta por su falta de poder a lo largo de la faena. Por circulares fue por donde llegó con más fuerza al tendido el peruano. Al natural, de uno en uno, se colocó de frente al animal el peruano, haciendo el toreo completamente cara a cara al de Jandilla, que no quería repetirle a su proposición. Manoletinas finales y fallo con los aceros. Fue ovacionado.
Aguado porfía entre la falta de fondo de un segundo que brindó a Cayetano
Un caos formó el segundo de salida, un animal agradable de estampa para el torero y que fue de un caballo a otro en el segundo tercio, saliendo de forma suelta. Brindó su toro a Cayetano,q ue se encontraba en el tendido y que no ha podido comparecer en esta cita por estar aún convaleciente del percance sufrido en Guijuelo el pasado 16 de agosto. Le costaba mucho al animal seguir con codicia los trastos que le plantó Pablo Aguado en el inicio de faena, en el que ya adolecía de falta de fondo. Y poco pudo hacer más que porfiar para ser ovacionado.
Faena de apuesta de Roca Rey ante el bronco tercero: dos orejas a la firmeza absoluta del peruano
“Seminarista” se llamaba el tercero, animal más hondo que sus hermanos anteriores pero un punto más bajo. Vistoso fue el quite rematado con la brionesa. Brindis al público del peruano, que le hizo frente a un animal que le embestía por dentro: llevándolo toreado, sin que viese más que muleta, fue la clave para que el animal no hiciese por el torero. Quietud en las series de Roca Rey por ambos lados, que suplió con actitud, entrega y mucha firmeza el defecto que tenía el de Jandilla, que por otro lado tenía más codicia que los toros anteriores. Animal bronco y exigente, al que había que obligarle con toque firme y ganarle la partida a partir del ecuador de cada tanda para que se tragase las proposiciones por ambos lados -especialmente la diestra-. Estocada entera al animal y dos orejas.
Aguado traza el toreo a ralentí a un cuarto con suprema calidad pero sin fuerza
Cinco verónicas con más voluntad que pulcritud le recetó Pablo Aguado a un cuarto que mostró falta de fuerza de salida. Tenía buenas intenciones, pero menos poder el terciado animal. Por chicuelinas fue el quite del sevillano, soplándole dos y una media. Bello fue el inicio de faena de Aguado, componiendo la figura mientras se sacaba al de Jandilla a los medios: animal con suprema calidad pero sin fuerza alguna. Y supo ver el joven diestro el ritmo de un animal al que le dio tiempos para que el animal tomase aire. Y ralentizó el toreo al natural al final de faena, que estuvo rematada de un pinchazo y una estocada. Oreja.
El buen trato de Roca Rey al quinto, que brindó a Joaquín, hace que se venga a más: lo cuaja y lo desoreja
Colocaba bien la cara el quinto, animal al que le sopló varias verónicas de buen trazo, pero también falto de poder de inicio, un defecto que fue corrigiendo gracias al buen trato de Roca Rey. De rodillas inició faena Andrés, que incluso se lo pasó por la espalda en esa posición. Ligó las series de un animal que fue a más gracias a su suavidad en los toques; y alargó su recorrido el astado después de que el peruano le abriese los caminos. Gran obra de Andrés, que supo ver el celo que tenía el de Jandilla para exprimirlo por ambos lados en los mismos medios del ruedo. Un pase cambiado sirvió, en el ecuador de la obra, para enlazar con una buena serie de naturales. Y, tras las bernadinas finales, la estocada y las dos orejas.
Aguado soba la calidad del sexto y acaba metiéndolo en el canasto
“Taquillero”, negro mulato, era el sexto de la tarde, animal bajo al que saludó Aguado con una larga cambiada de rodillas y un ramillete de verónicas. Animal que estuvo en duda sobre su devolución en los primeros tercios y que se mantuvo en el ruedo. Fue cuidando su tranco Aguado a un animal sin demasía de raza ni de fuerza. A sones de La Concha Flamenca fue construyendo el hispalense su obra, en la que la primera parte fue de sobar y meter en los trastos al de Jandilla. Último tramo de faena de porfía de Aguado, componiendo el toreo en circular, acompañando con la cintura… una auténtica belleza. Por ayudados epilogó obra antes de estoquearlo a la primera y pasear el doble premio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda (Málaga).Segunda de la feria de Pedro Romero. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido.
Toros de Jandilla.
Roca Rey, ovación, dos orejas y dos orejas.
Pablo Aguado, ovación, oreja y dos orejas.
FOTOS: ARJONA