Los sevillanos Morante de la Puebla, Juan Ortega y Borja Jiménez hacían el paseíllo este 20 de julio en la segunda de la Feria de Santa Ana 2025 en Roquetas de Mar con toros de Jandilla.
Morante se faja por naturales con el incierto primero
Recibió Morante al burraco que abría plaza con una larga cambiada de pie y dos o tres verónicas, que permitió un astado que, de salida, se quedó muy corto y dio muestras de no andar sobrado de fuerzas. El toro fue picado por el piquero que guardaba la puerta, cabeceando y haciendo sonar el estribo. Con la muleta, el animal continuó evidenciando su falta de fuerza y embistió muy por los adentros, prendiendo en un derechazo al torero de La Puebla y propinándole una fuerte voltereta, con una caída muy aparatosa. Curiosamente, tras la voltereta, dejó Morante tres series de naturales muy ceñidos, cadenciosos y larguísimos; algunos duraron una eternidad. Varios molinetes y una serie de naturales a pies juntos fueron el epílogo de una faena que remató con un pinchazo, una estocada y tres descabellos. Fuerte ovación, que recogió desde los medios.
Ortega pasea la oreja del complejo segundo
Saltó al ruedo con pies el segundo de Jandilla, permitiendo que Ortega se estirara a la verónica hasta más allá de la raya de picadores. Tras su paso por el caballo, el sevillano firmó un quite por verónicas para rematar el toreo de capa con el primero de su lote. Ya con la muleta, compuso el diestro una faena por encima de las cualidades de un toro que no planteó problemas, pero que tampoco tuvo el alma ni la transmisión que pedía el torero. Ortega se lo pasó muy cerca, bordando cada muletazo con la belleza que solo poseen los toreros artistas. Por el izquierdo, el toro se paró más y dificultó la ligazón de las series. Aun así, Ortega dejó un espadazo hasta la gamuza y cortó una oreja.
Borja Jiménez pasea doble premio tras una rotunda labor al interesante tercero premiado con la vuelta al ruedo
El tercero de la tarde fue un toro muy en el tipo de la ganadería. Lo recibió Jiménez con varias verónicas abrochadas con chicuelinas. Un quite por chicuelinas muy ceñidas, rematado con dos esculturales medias verónicas, despertó la ovación más atronadora de la primera mitad del festejo. Con la muleta, paró al toro con unos doblones tan bellos como mandones, antes de bajarle mucho la mano en una faena arrebatada y de gran entrega. Hubo toreo caro y parsimonioso. Con el toro ya entregado, llegaron los cambios de mano, los circulares y los trincherazos de cartel de toros. En cada derechazo y natural, arrastró media muleta por el albero, y el toro aceptó el envite, embebido con mucha verdad y torería por el sevillano. El diestro dejó un espadazo hasta los gavilanes que el toro, sin embargo, se resistió a aceptar. La muerte de Mariano Benlliure se retrató en Roquetas en mitad del éxtasis colectivo. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro tras la rotunda obra de Borja.
La espada emborrona una inspirada faena de Morante al cuarto
Poca entrega en la salida del Jandilla corrido en cuarto lugar, el toro más terciado de los lidiados, lavado de cara y con menos trapío. No permitió el toreo a la verónica, y Morante se limitó a pararlo y a andar con él. Tras un trámite de varas y banderillas —¡qué fácil anda Curro Javier!—, volvió Morante a la cara del toro, recibiéndolo por estatuarios y basando nuevamente su faena casi por completo en la mano zurda. Naturales de enorme cadencia y despaciosidad. Casi al final de la faena, con el toro ya entregado a la causa morantista, toreó por el derecho a pies juntos y remató con molinetes, llevando la muleta con ambas manos como si fueran chicuelinas. Otra vez se topó la espada con el hueso, y solo al tercer viaje entró certera. Ovación.
Ortega abrevia con el «esaborío» quinto
Cosas feas hizo el quinto de Jandilla, sin querer llegar a los burladeros y tirando la cara arriba en el capote de Ortega. Igual de fea fue su pelea en varas, buscando al picador en lugar de al peto y saliendo suelto tras cada encuentro. Con la muleta, trató Ortega primero de sujetarlo; y cuando por fin lo consiguió, el toro se aburrió. Se quedó parado, con la cara por encima del estaquillador, buscando el calor de las tablas. Lo intentó el sevillano, pero sin lucimiento, topándose contra un muro. Pinchó antes de dejar una estocada baja y desprendida. Palmas.
Borja Jiménez cierra una tarde triunfal paseando los máximos trofeos de un sexto también de vuelta al ruedo
Borja Jiménez recibió al astado que cerraba plaza con una larga cambiada y una serie de verónicas muy templadas. Con la muleta estuvo pleno y sereno en un trasteo que desde el comienzo llegó rápidamente a los tendidos. Los derechazos, con el compás muy abierto, enganchando la embestida muy adelante para llevarla muy atrás, marcaron el tono de una faena asentada y poderosa. Hizo alarde de variedad: tres en uno, pase de las flores, cambiados y circulares salpicaron una faena llena de verdad y rotundidad que volvió a reafirmar el momento por el que pasa el distro de Espartinas. Apretó por abajo al bravo animal de Jandilla, respondiendo este con ritmo y entrega al sometimiento. Finalmente, remató su importante obra con manoletinas antes de dejar una estocada en la que el toro tardó en caer. Dos orejas y rabo a su plena obra, y vuelta al ruedo al toro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Roquetas de Mar (Almería). Segunda de la Feria de Santa Ana 2025. Corrida de toros mixta. Casi lleno.
Toros de Jandilla. Tercero y sexto premiados con la vuelta al ruedo.
Morante de la Puebla, de purísima y oro: Ovación y ovación
Juan Ortega, de frambuesa y azabache: Oreja y palmas
Borja Jiménez, de gris perla y oro: Dos orejas y dos orejas y rabo
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FOTOGALERÍA: PORCUNA