Clemente Jaume y Nino Julian hacían el paseíllo, en mano a mano matinal, en la localidad francesa de Saint-Martin-de-Crau. Se lidiaba un encierro de Valverde.
Se lidió una novillada en medio de un auténtico vendaval, ya que hizo rachas de hasta 80 kilómetros por hora de viento. Eso dificultó mucho el festejo en el que saltó al ruedo una novillada seria y de buen juego de Valverde, premiada con una vuelta al ruedo en el tercero. Destacó la entrega de los novilleros.
El primero fue un animal al que Jaume lo toreó de forma correcta por ambos lados; el animal tenía la virtud de la movilidad, pero le faltaba clase. Fue cogido el joven al entrar con el estoque en dos ocasiones, sin consecuencias aparentes.
El segundo fue flojo, y embestía con ritmo pero sin transmisión. Al final, el animal fue muy complicado por ambos lados; recibió otra feísima voltereta al estoquearlo, con magudalluras finales de Nino Julián.
El tercero fue el mejor del encierro, con clase en la muleta y fondo y bravura. Lo recibió Jaume a portagayola; inició faena con un cambiado por la espalda, y las mejores series llegaron sobre la zurda, pero pinchó dos veces y se esfumó el premio.
El cuarto fue el animal más armónico, muy espectacular en el caballo, con tres puyazos atacando desde los medios el peto. Sonó incluso la música. Muy bien anduvo el novillero nimeño, especialmente por la derecha, porque por el zurdo fue muy parado. Espadazo trasero y petición minoritaria para Nino Julián.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Saint-Martin-de-Crau (Francia). Novillada con picadores. Media entrada.
Novillos de Valverde.
Clemente Jaume, ovación tras aviso y vuelta tras dos avisos
Nino Julian, ovación tras aviso y vuelta.