TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: ARJONA
En la Real Maestranza de Caballería de Ronda tenía lugar este sábado su tradicional Corrida Goyesca. Se
lidiaban un toro de Passanha y seis de Garcigrande para el rejoneador Manuel Manzanares, José María Manzanares,
Cayetano Rivera Ordóñez y Alberto López Simón.
Una corrida de toros que a la postre
resultó manejable, sosota en conjunto pero con algunos toros de calidad y
nobleza. Y un festejo que dejó claro que Cayetano
Rivera Ordoñez tiene la vitola de figura por merito propio. En el toro nada es casualidad y ese honor se lo ha ganado Cayetano. Hoy en Ronda se masticó
el toreo.
El menor
de los Rivera es un torero que enamora con su elegancia y que además, atesora
la raza de su dinastía. Ordóñez llena sus
obras de arrebatada torería y seguridad. Un torero que ha roto parámetros en
su interior y que plasma en la cara del toro lo que inspira en cada instante. Muñecas
rotas, planta erguida, valor, temple, empaque y muchas más cosas, que le hacen
ser un torero muy largo, distinto y renovado. Torero de los que debe estar en todas las ferias y que sería una
verdadera sorpresa para la gran masa aficionada. Lejos está el Cayetano de sus inicios, puesto que el
actual por méritos propios, está rozando a los de arriba y convenciendo a
todos. Torero chulesco de andares
rondeños y capacidad barbateña. Turno para los empresarios que deben obviar
los apellidos dinásticos por los méritos de un torero que alcanzando cotas
impensables dentro de su toreo. Hoy en
Ronda, Cayetano volvió a cautivar con un toreo lleno de variedad y extraordinaria
elegancia. Cayetano es más Cayetano, se ha superado a sí mismo y eleva aún más
su historia como torero.
A por
todas salió Cayetano en el segundo de lidia a pie, recibiendo al toro
con una larga de pie. Brindó el toro al público en los medios de la plaza maestrante.
De hinojos inició la faena Cayetanocon muletazos por alto, pase de pecho y un derechazo muy templado llevando al
toro muy toreado. Lo sacó a los medios, para iniciar el toreo en redondo, con muletazos encajados, citando enfrontilado y
componiendo la figura. Cambió a la zocata, para citar despacito, con temple
y darle el pecho y citar de frente para estirar la embestida del animal, con
calidad. A pies juntos, y muy vertical, fue la tanda siguiente por el derecho,
poniendo el torero la transmisión que le faltaba al toro. Se vino abajo el
regordío castaño, y se fue a por la espada Cayetano,con ayudados por alto y por bajo para colocar al toro. Mató en la suerte
contraria y le pegó un estocadón en su sitio. Cobró un apéndice.
Otra vez muy dispuesto y variado Cayetano en su toro, con vistosidad en
el capote. Casi derriba al picador en puyazo informal y de arreones. Brinda el
toro a Antonio Acevedo y comienza su trasteo con disposición y clasicismo. Se gusta Cayetano con el toro toreando para
él, y reivindicándose en la plaza de su linaje. Faena muy de verdad, muy
cruzado y siempre buscando hacer el toreo por derecho. Dos pinchazos y
estocada entera. Ovación a una faena que bien pudiera haber sido de dos
por la espada.
Cayetano quiere salir a
hombros y pide el sobrero. Y con esa disposición se fue a por el toro, variado con el capote y con una larga
cambiada de vértigo. Galleó por chicuelinas para llevar al toro al caballo
y tras el puyazo, con una larga de pies de frente, le hizo «El quite de Ronda» que tantas veces hizo su abuelo. Brinda
el toro a sus compañeros José María
Manzanares y Alberto López Simón. El toro que se arranca de lejos y lo
recorta sin muleta, para comenzar a torearlo con trincherillas y remates por
bajo. Se enfrontiló con la zurda Cayetanoy tirando de la embestida del toro lo consigue embarcar. Pero el pitón bueno es
el derecho, y despacito lo va metiendo en la muleta. Sacándose el toro muy
atrás y enroscaó. Se vino abajo el toro y aun así Cayetano trató con toreo de adorno y de rodillas redondear la
tarde. Por entonces Cayetano había
convertido a Ronda en manicomio de buen toreo. Estocada atracándose en el
la suerte natural fulminante. Dos orejas de tirón.
José
María Manzanares continúa en estado de gracia con la plaza rondeña. Un coso maestrante que es
uno de su grandes baluartes a lo largo de la temporada. Aquí el alicantino siente como su alma fluye sin las presiones de los
grandes circuitos. Abanto y muy flojo de fuerzas el quinto, perdiendo las
manos en más de una ocasión. Saludo decoroso de Jose Mari y una sola vara para cuidar al toro. Protestado por el público,
el presidente aguantó el toro en el ruedo y Manzanares le dio tiempo y distancia, sobándolo con una faena construida
por ambas manos, con mucha estética empaque y ligazón; y sobre todo con sentimiento, a un toro que al final acabó sacando
un fondo bueno en bravo, al que atronó
con una soberbia estocada recibiendo, manteniendo el gran momento por el
que pasa el alicantino. Dos orejas de ley.
Con aseadas verónicas y una revolera
recibió José María Manzanares al
primero de lidia a pie. Toro bajo de hechuras y muy bien hecho, que embistió
con son en banderillas y cumplió en el caballo. Saludó Rafa Rosa en el último par. Por el derecho arrancó el alicantino
con el toro queriéndola coger y con ritmo en la embestida, pero en la segunda tanda amagó con rajarse el
toro. Inteligente Manzanares se lo
sacó unos metros y cambió de mano, dándole tiempo y distancias para
torearlo al natural con mando y temple. Volvió sobre el derecho, pero el toro
le duró dos tandas. Intentó Josemari de nuevo ya más cerrado en tablas el toro, aprovechar el pitón menos malo,
dejando algún natural suelto de mérito. Pinchazo hondo que escupió el burel y
estocada entera.
Cerraba la terna, el madrileño Simón que llegaba a Ronda con las maletas cargadas de
éxitos. Alberto en su primera Goyesca conecto perfectamente con un público que
lo arropó constantemente. López ofreció su
toreo con la fidelidad y la verdad de sus muñecas.
De más feas hechuras era el tercero de
lidia a pie, López Simón estuvo
aseado en el saludo ante la poca codicia y fijeza del de Garcigrande. Brindó al público Alberto,y comenzó su trasteo en los medios, cerrándolo en la siguiente tanda para aprovechar
las querencias, y con firmeza y temple lo fue metiendo en el canasto. Toro de consentirle mucho y llevarle muy
tapado y toreado para romperle a embestir, pero de desagradecida y sin
transmisión embestida. Muy firme el de Barajas ante la informal embestida
del toro y al final imponiéndose al toro, intentando hacer las cosas bien y por
derecho. Acortó distancias y comenzó en toreo en circular, montándose encima
del toro y sin enmendar los pies. Estocada sin puntilla y oreja.
Brindó Alberto a Cayetano y Francisco Rivera Ordoñez la muerte del
último de la tarde, comenzando inmóvil su trasteo. Cruzó las rayas del tercio,
y comenzó López Simón a esculpir su faena, con paciencia, dejando
detalles de altos vuelos. Poco fondo el de Garcigrande, y Alberto intentó a base colocación, técnica, toques, alturas sacar agua de un pozo
sin fondo. Se descalzó López Simón y atacó al toro de Garcigrande acortando terrenos para obligar al toro a sacar lo poco
que llevaba dentro. Repertorio de cercanías
y se hincó de hinojos en la cara del toro para decir si no embiste, lo embisto
yo. Pinchazo, y estocada en la yema. Oreja para la entrega de un torero con
petición de la segunda.
Abrió plaza un complicado primero de Passahna, reservón y esperando siempre a
Manuel Manzanares. Ante tan poco material, Manuel Manzanares le llegó mucho
en todos los tercios para poder clavar los garupillos. Labor de paciencia, galopando en redondo alrededor del marmolillo, para
clavar sin posibilidades de lucimiento. Mató de pinchazo y rejón efectivo.
El público cariñoso reconoció su labor con una ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la
Real Maestranza de Caballería de Ronda. Segunda de la feria de Pedro Romero.
Corrida de toros mixta. Lleno
Dos toros de Passanha
y seis de Garcigrande.
El rejoneador Manuel Manzanares, Ovación
José María Manzanares,Ovación y dos orejas
Cayetano, Oreja y ovación. Dos orejas en el sobrero que regaló.
Alberto López Simón, Oreja y oreja