BILBAO

La fuerza la puso Ponce: un adiós de (y con el) corazón de Enrique a su Bilbao


viernes 23 agosto, 2024

Enrique Ponce se despidió con honores pero sin triunfo este viernes de Bilbao con "Visitante", en el contexto de una corrida muy floja y sin poder de Daniel Ruiz, que condicionó para mal el adiós del valenciano; Roca Rey rozó la oreja pero un pinchazo se la quitó en el quinto y Pablo Aguado dejó una tarde de proposición impoluta, pero sin suerte con su lote.

Sin Título
Foto: BMF

Enrique Ponce se despedía este viernes de Bilbao con «Visitante», de Daniel Ruiz, en un cartel junto a Roca Rey y Pablo Aguado.

Ponce se topa con la calidad sin fuerza del primero, con el que deja detalles toreros

Demasiado justo de poder el primero de la tarde, un animal de Daniel Ruiz de entidad, pero que no dio opciones de lucimiento a Enrique Ponce. Y eso que lo cuidó tanto en el caballo como en el capote lidiador, pero no hubo forma. No brindó el toro, y dejó detalles toreros en las series a media altura, pero no lograron calar en el tendido. Intentó doblones en el final de faena, y hubo momentos de mucha calidad, pero sin emoción por la falta de fuelle del de Daniel, al que acabó despenando de estocada trasera. Ovación.

Roca Rey se estrella contra la falta de poder del humillador segundo

Humillaba una barbaridad el serio segundo en el capote de Roca Rey, que lo cuidó en las varas de Sergio Molina y luego se echó el capote a la espalda en un comprometido quite por gaoneras. Muy efectivo Viruta en el tercio de banderillas, a pesar de echarle la cara arriba; efectivo también Punta, que midió mucho los capotazos que le dio al toro. Emotivo el brindis a Enrique Ponce, en un bello inicio por estatuarios, en el que se quedó quietísimo y muy ceñido. No obstante, luego el toro se vino soberanamente abajo y no pudo más que porfiar el peruano, que dejó pinchazo y estocada y fue silenciado.

Aguado también se topa con otro tercero sin un ápice de poder

También serio por delante el tercero, más fino de atrás que sus dos hermanos anteriores, pero serio en su conjunto, al que Pablo Aguado dejó un ramillete de gustosas verónicas, embistiendo mejor por el derecho el de Daniel. Toro que no terminó de entregarse en el caballo, saliendo a su aire de la suerte el animal. Bueno el quite por verónicas del sevillano, que de nuevo mandó cuidar al toro en la lidia. Brindó a Enrique Ponce. Y aunque tenía buena intención el toro, no hubo opción de lucirse con él porque no tenía ni un ápice de fuerza. De nuevo, tan sólo pudo porfiar Aguado, que no acertó con el acero. Silencio.

Emocionante vuelta tras aviso para Ponce tras pechar con otro muy flojo cuarto

Aunque tenía cierto motor de salida, daba un feo tornillazo al final del viaje el cuarto, último toro de la carrera de Enrique Ponce en Bilbao, al que dejó destellos a la verónica el valenciano. Emotivo el brindis del valenciano a Ramón García: “Todo llega; Dios ha querido que aquí estemos. Este es el último toro que mato en Bilbao y va para ti. Me siento orgulloso de cómo te has portado conmigo siempre. Va por ti de corazón”. Pero fue un adiós lastrado por la poca fuerza del toro, que condicionó la faena, en la que solamente pudo dejar detalles antes de despacharlo con el acero. Emotiva vuelta tras aviso.

Roca Rey roza la oreja en el quinto, pero el acero se la quita

Tampoco tenía vida el quinto, un toro también muy mermado de fuerzas, serio de estampa. Sin entregarse ni en el capote ni en el caballo; comenzó la faena de muleta Roca Rey de rodillas, conectando con el tendido desde el inicio, y dejando una primera tanda sobre la derecha bajado la mano al animal. Dejó momentos largos y embebidos en las telas Andrés, de valor por la proposición ante un toro sin fuerza al que obligó a embestir. Dejó luego algún natural aislado pero de calado, y un cierre por manoletinas. La lástima fue el pinchazo previo a la estocada, porque probablemente hubiese paseado premio. Ovación tras petición y aviso.

Aguado, impecable en la proposición ante otro muy flojo sexto

Tenía mucha seriedad el cuajado sexto, un toro con sus dos velas hacia arriba, que augurño algo más que sus hermanos de salida… pero luego se derritió como un azucarillo. Porque perdió las manos tras las varas y, tras la lidia y las banderillas, tuvo que ligar de uno en uno el sevillano ante otro astado sin un ápice de poder. Impecable el sevillano, que dejó instantes de gusto pero muy aislados. Dejó derechazos de impoluta proposición, pero sin llegar arriba por la falta de emoción del animal.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Sexta de la Aste Nagusia. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.

Toros de Daniel Ruiz. Sin fuerza el primero, pero con calidad; noble muy a menos el segundo; humillador pero sin poder el tercero; otro muy flojo cuarto; acabó entregándose, pero también sin fuerza el quinto; también sin nada de poder el sexto.

Enrique Ponce, ovación y vuelta tras aviso.

Roca Rey, silencio y ovación tras petición y aviso.

Pablo Aguado, silencio y palmas.