PABLO LÓPEZ RIOBOO
Curro Díaz, Alberto López Simón y Miguel Ángel Silva –en sustitución del herido David de Miranda– eran los encargados de hacer el paseíllo esta tarde de domingo en la plaza de toros onubense de Cortegana para su tradicional corrida en fiestas. En el cartel, seis toros a lidiarse con el hierro de Hnos. Domínguez Camacho.
Pecó de falta de fuerzas el primero de la tarde, un toro que se movió de salida pero que nunca quiso ir hasta el final, con el cual Curro Díaz estuvo en maestro. Dejó capotazos de fino trazo, soltó muñecas para regalarle a Cortegana verónicas de su personal sello. Por encima estuvo Curro del animal en una faena de muleta con buenos pasajes a derechas. El toro tendía a soltar la cara, pero a base de temple, colocación y alturas consiguió sacar muletazos meritorios. Todo lo quiso hacer despacito en un trasteo que no llegó a cotas más altas por la falta de raza de un animal al que siempre llevó a su altura sin obligarle. Le cambió las alturas en cada muletazo para así acrecentar las embestidas del mansito de Domínguez Camacho. Lo llevó siempre empapado en la pañosa para conseguir que el animal no se fuera antes de lo debido a tablas. Faena para profesionales, de regusto pero también con sus fases de poderío. Tras pasaportar al animal de una estocada caída cortó la primera oreja del festejo.
Tuvo López Simón un primer toro de agrio y deslucido comportamiento. Un toro que ya avisó en el capote que no tenía intención de irse tras los vuelos y empujar hasta el final. Llegó a la muleta embistiendo en línea recta y venciéndose por derecho. Porfió el madrileño en un trasteo sin contenido, una faena que careció de importancia debido a las desiguales y ásperas embestidas del de Camacho. No tuvo opciones Simón ante un toro de nulo fondo y carencia de bravura. Tras pinchazo y media en buen sitio saludó una ovación.
Salió en tercer lugar 'Balancero', un toro bravo como un tejón. Silva dejó verónicas sueltas de buen trazo ante un toro que embistió siempre por abajo. Acudió con bravura al jaco y pronto en banderillas, saludando la cuadrilla tras un tercio vibrante. Antes Miguel Ángel dejó un ajustado y comprometido quite por chicuelinas. Torero fue su inicio por bajo, sometiendo la embestida del bravo ejemplar hasta sacárselo fuera del tercio. Las primeras tandas fueron un toma y daca entre un toro que no permitía fallos y todo lo quería por bajo, y un torero que no quería que se le fuese el tren del triunfo. Embistió mucho y bien el toro a la muleta de un Miguel Ángel que tardó en cogerle el aire al encastado de Camacho. Se encontró con un toro de gran acometividad,, humillación y casta, quizás no era el ideal para un torero tan poco placeado, de ahí que las tres primeras series no salieran todo lo lucidas que hubiera querido el espada. Intercaló muletazos largos y llevando enganchado al animal, con otros en los que no acabó de acoplarse ni cogerle la velocidad al toro. Hubo más intención que lucimiento en las primeras series. Acabó cogiéndole el aire a la incansable embestida del burel en dos series en las que sí acertó en llevar al toro sometido en la pañosa, templándolo y consiguiendo reducir la velocidad del muletazo. La faena iba a más y el toro aún quería pelea. La plaza pidió el indulto de forma unánime, Silva prosiguió la faena, pero el presidente se negó a sacar el pañuelo naranja. Tras una gran estocada en el hoyo de las agujas paseó el doble trofeo de un toro que vendió cara su muerte. Un ejemplar que fue de bueno a mejor. La vuelta al ruedo en el arrastre fue de toda justicia para un gran ejemplar de Domínguez Camacho.
El cuarto fue otro toro de geniuda y cambiante embestida. Un animal que acudió con celo y boyantía al peto, pero que cambiaría radicalmente su comportamiento una vez salido del caballo. Marcó su querencia a tablas desde la salida del jaco, para más tarde acudir a regañadientes a la muleta templada del torero de Linares. Nunca le obligó Curro en un trasteo a media altura y con muletazos muy bellos. Tuvieron sabor y despaciosidad los remates por bajo, dentro de un trasteo medido que no llegó a tomar vuelo por la rajada embestida del toro. Una labor de chispazos, de muletazos con sabor, que supo a poco por el escaso juego y duración de su oponente. Tras pasaportar al animal saludó desde el tercio.
Tuvo tanta clase como nulo poder el quinto de la tarde, un toro que descolgó una barbaridad ya de salida y con el que López Simón pudo estirarse a la verónica. Acudió con franqueza y humillación tanto al peto como a los capotes, pero llegó muy limitado a la muleta. Estuvo correcto el madrileño, pulseando las embestidas al paso del animal, pero este estaba ya muy mermado, no pudiendo desarrollar en la muleta su gran clase. Faena larga de López Simón el cual supo ir sobando la embestida e ir poco a poco consiguiendo que las primeras series siempre de dos y el de pecho acabaran alargándose y así conseguir que el publico entrara más en su faena. Abrochó su trasteo dejándose llegar el toro a la taleguilla, en un final de trasteo en las cercanías. Tras una buena estocada cortó la oreja del toro, pasando posteriormente el torero de Barajas a la enfermería por un esguince en la muñeca derecha.
El que cerraba plaza fue otro toro encastado de Domínguez Camacho, un animal con carácter y poder. Silva estuvo siempre queriendo, intentando hacerle las cosas bien, pero se notó su falta de contratos. Nunca le volvió la cara al toro pese a realizar un trasteo desigual. Tuvo mucho que torear este interesante toro y pese a no ser una faena de gran contenido si hubo disposición, entrega y ganas de estar a la altura por parte del extremeño. Por momentos se vio desbordado por la embestida del toro, pese a ello nunca le volvió la cara y tras una gran estocada cortó otras dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cortegana, Huelva. Corrida de toros. Casi tres cuartos de entrada
Toros de Domínguez Camacho. Correctos de presentación y de juego variado. 1º Mansito y de embestida a media altura. 2º De agrio y geniudo comportamiento. 3º Bravo, encastado y de gran humillación 'Balancero', premiado con la vuelta al ruedo. 4º Mansito y de corto viaje. 5º De gran clase y humillación pero muy mermado de fuerzas. 6º De encastada y boyante embestida.
Curro Díaz (Blanco roto y oro): Oreja y ovación.
Alberto López Simón (Azul y oro): Ovación y oreja.
Miguel Ángel Silva (Verde botella y oro): Dos orejas en ambos.
FOTO: JAVIER GARCÍA-BAQUERO