FINAL, TORO A TORO. ZARAGOZA

Solitaria oreja para Perera


viernes 14 octubre, 2016

Un encierro con dos toros de La Palmosilla y cuatro de Daniel Ruiz permitió tocar pelo en el abreplaza a Perera, impidió que la verdad Garrido se mostrara en plenitud, al igual que a un templado Marín

Un encierro con dos toros de La Palmosilla y cuatro de Daniel Ruiz permitió tocar pelo en el abreplaza a Perera, impidió que la verdad Garrido se mostrara en plenitud, al igual que a un templado Marín

EMILIO TRIGO

Miguel Ángel
Perera
, José Garrido y Ginés Marín hacían el paseíllo esta
tarde en la séptima de abono de la Feria
del Pilar
. Un toro de La Palmosilla remendaba el encierro de Daniel Ruiz anunciado para la ocasión.

Hubo
templanza en el recibo de Perera ante el bello primero. Un toro que se riñonó en el lance inicial pero que
después se vino arriba. Lo cuidó Miguel
Ángel
en varas para dosificar sus fuerzas. Uno de La Palmosilla que presagió cosas buenas en la lidia, como la
movilidad y la entrega. Gran tercio de Ambel y Barbero que saludaron tras
buenos pares. Brindis público del extremeño en los medios y fue justo allí, donde
lo recibió con el pase cambiado por la espalda. Perera se encontró con un buen toro repetidor y con bastante
gasolina. Lástima que al de Javier Nuñez se le partió una uña de la mano izquierda porque el de La Palmosilla fue muy bravo y aun así, se quería comer la franela.
Astado que todo lo quería por abajo y con amplitud de terrenos, sin agobios de
espacio. Así lo entendió un firme Miguel
Ángel
Perera que planteó un
traje a medida a su antagonista. Cumplió el guion que pedía el exigente astado
y logró una completa labor donde brilló su ligazón y temple. El torero al
natural fue de gran hondura. Estocada y oreja.

Basto el
sobrero de La Palmosilla, uno
silleto de grandes pechos y pitones delanteros con el que no hubo ajustes
brillantes con el capote. El toro no se rebosó en el percal apretando en cada
momento por el derecho. Se lo hizo a José cuando intentaba la verónica y a punto estuvo de arrollarlo. También intentó lo
mismo a los de plata en la lidia. Tras cuidarlo en el peto, José Garrido comenzó su trasteo con
particular sello, mandando en el viaje del trazo. Garrido lo sacó para el centro pero cuando todo estaba en ebullición
el toro cantó y se rajó. En su persistente afán de sacar partido de un
comportamiento manso, el toro cambió sus malas intenciones y propinó una
espeluznante voltereta al extremeño por el pitón izquierdo. Se escapó de puro
milagro y visiblemente afectado regreso con más firmeza y arrojo a la cara de
su oponente para plantar talante sin aspavientos. Ovación a la actitud sincera
de Garrido ante un manso.

El tercero
fue un toro que se tapó mucho por la cara al que Marín lo lanceó de forma variada y muy bella. Gran recibo capotero
de Ginés. A este lo acariciaron en
varas. Él extremeño comenzó con la arruzina de rodillas en los medios tras
brindar al respetable. Una tanda inicial de traca con un torero encajado,
estético y un toro embistiendo con clase y gran entrega. Pero otra vez la misma
historia el bueno de Daniel Ruiz se
partió una pezuña y mermó su arrancada pero en nada su nobleza y bravura. Tuvo
mucha humillación pero una pena volver a lo mismo de antes. Ginés Marín cuajó una notable labor
donde conjugó sus buenas formas con tremenda disposición. Faena estética,
vertical donde el joven espada se mostró muy encajado y con variedad. Estocada
arriba y petición que desestima el palco. Ovación.

Un manso
desde que salió al ruedo negado a embestir. Así se comportó el segundo de Perera que no quería nada de nada. Toda
su lidia incluida la faena de principio a fin, resultó ir contra corriente con
tan semejante desecho. Una «burra» imposible que no quiso saber
absolutamente nada. Silencio. Lo mejor los pares de Curro Javier que saludó montera en mano.

Protestado
el quinto por justa presencia. Otro que se tapaba por la amplia arboladura. Garrido lo recibió con un afarolado en
el tercio y buen manejo del capote. Toro deslucido durante su lidia. Un astado
que tiraba una cornadita defendiéndose en la embestida. José nuevamente estuvo firme y muy dispuesto pero su esfuerzo no
tuvo recompensa. Una labor sin calado ante un animal deslucido y vacío.
Silencio.

El
cierraplaza fue un toro armónico de hechuras que dijo poco en lidia y que tan
sólo regaló una buena tanda inicial de cinco claras embestidas. Unas acometidas
que fueron por abajo humilladoras y con recorrido, lo suficiente para Ginés compactará una importante tanda.
A partir de ahí, nada más puesto que eso nos dejó la miel en los labios. Lo
demás un torero con ganas y un toro muy a menos que resultó desrrazado.
Palmas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La
Misericordia, Zaragoza. Séptima de la Feria del Pilar. Corrida de toros. Más de
tres cuartos de plaza.

Un toro de La
Palmosilla (1º) y
cinco de Daniel Ruiz.

Miguel Ángel Perera, oreja y
silencio.

José Garrido, ovación y
silencio.

Ginés Marín, ovación y
palmas.

Cuadrillas: Saludaron Javier Ambel y Guillermo Barbero en
el primero y Curro Javier en el cuarto.

FOTOS: @TOROSZARAGOZA