JOSÉ JOAQUÍN DIAGO
Morante de la Puebla, El Juli y Pablo Aguado trenzaban, en la tarde de este 25 de junio, el paseíllo en la segunda de Feria en la plaza de toros de Castellón. Se lidiaba un encierro de Alcurrucén para el festejo. Una cerrada ovación fue el recibimiento de la plaza a los tres espadas.
El hermoso primero y su flojera impiden el brillo de Morante
Muy bella era la estampa del abreplaza, muy en Núñez, pero llevaba poco fuego dentro. Fue noble para tomar las telas, pero le faltaron fuelle y transmisión para que el de la Puebla pudiese cimentar una faena brillante. Se lo quitó de en medio con brevedad entre el silencio mientras arrastraban al toro entre pitos.
El poder de Juli se transforma en una oreja con un segundo a menos
Noble y con cierta clase fue el segundo de Alcurrucén, aunque fue a menos en la muleta. Peleó bien en el caballo y luego quiso más que pudo en la faena de un Juli poderoso que cuando se vino abajo el toro sacó el dominio de las cercanías para cortar una oreja tras la estocada trasera. Entre palmas se llevaron las mulillas al animal.
Aguado deja detalles de toreo caro ante el tercero y lo emborrona con la espada
El tercero salió muy frío, sin emplearse nada en el caballo ni con el percal de Aguado. Pareció venirse arriba el de Alcurrucén, pero fue un espejismo, porque fue la estética de detalles del sevillano la que se impuso en este tercer acto. Hasta el punto de que hubiese podido cortar un trofeo si hubiese funcionado la espada, pero no lo hizo y el silencio fue su valoración final.
El arrebato de Morante se ve frenado por la falta de boyantía del cuarto
Salió arrebatado Morante con el cuarto, con ganas de torear con la capa a un animal que humillaba pero sin ritmo. Por eso sólo pudo cincelar una verónica por el pitón derecho en el quite y la media de remate por el izquierdo. Simplemente magníficas. El toro tuvo movilidad, pero nunca terminó de romper y pocas opciones tuvo un Morante que vio cómo se iba viniendo a menos con la exigencia. Recibió, eso sí, el cariño de la plaza en forma de ovación.
La mansedumbre del quinto arruina el empeño de triunfo de El Juli
El quinto de Alcurrucén le añadió un punto de mansedumbre a la falta de raza y de casta que estaba sacando la corrida en general. Se puso Juli de todas las formas posibles, pero la falta de empuje y de espíritu del animal hizo imposible que la faena tomase vuelo. Mató de estocada y escuchó una ovación mientras arrastraban al toro entre pitos.
El sexto confirma la falta de raza del encierro de Alcurrucén y deja inédito a Aguado
Con el cierraplaza no tuvo Aguado opción alguna de lucimiento. Toro manso, carente de raza y agarrado al piso, no se entregó en el capote ni en la muleta, y vino a poner la guinda en negativo a un encierro bastante malo en general. Silencio para Pablo Aguado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Castellón. Tercera de Feria. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido.
Toros de Alcurrucén.
Morante de la Puebla, silencio y ovación.
El Juli, oreja y ovación.
Pablo Aguado, silencio y silencio.