El protagonista de la tarde, Alejandro Talavante, se definía como «acalorado» después de cuajar al gran tercero de Zalduendo. Con respecto a la faena, el extremeño explicab que uno «sueña con momentitos así. Estoy feliz, a la vez que pienso que no me lo merezco. Cuando sale un toro así a lo único que te invita es a abandonarte y, curiosamente, todo el mundo se pone de acuerdo. Entonces, yo creo que esa bravura es la que más transmite».
Por su parte, Morante de la Puebla comentaba su primer toro señalando su informalidad, «con sus cositas, a veces raritas, no se puede decir de mansedumbre, pero sí un poco alborotado en su forma y con poca continuidad en su estilo. Por lo menos me ha permitido estar a gusto en varias fases y con que le deje a uno sentirse yo me doy por satisfecho».