Alejandro Talavante, Juan Ortega y Marco Pérez hacían el paseíllo, este domingo, en la tercera de abono de la Feria de Hogueras de Alicante, un cartel en el que se lidiaba un encierro de Núñez del Cuvillo.
Talavante, oreja del buen primero de Cuvillo, de enclavado pitón derecho

Niñato de nombre, de Núñez del Cuvillo, número 82, de noviembre de 2020, era el primero de la tarde, un toro alto y largo, de 568 kilos, suelto en las telas de Alejandro Talavante de inicio. Dos puyazos ordenó darle el pacense. Se le paraba tras el embroque al capote lidiador de Álvaro Montes. Esperó mucho el toro a Lili en banderillas. Y muleta en mano, se lo sacó a los medios y pasaportó por ambos lados a un animal de desordenada embestida de inicio, que requería toque de mano baja y plantas firmes. Y anduvo bien técnicamente Talavante por el derecho, por donde iba más largo el animal, aunque faltó más ajuste en los embroques. Por la zurda se quedaba mucho más corto el toro. El final, de nuevo a diestras, y sobre todo la estocada entera, puso en sus manos la primera oreja de la tarde.
Oreja tras aviso para una faena de hondos naturales de Juan Ortega a otro buen segundo

Campanito llevaba por nombre el segundo de Cuvillo, número 141, de 515 kilos, un toro de bella estampa, cuajado para una plaza de segunda, de noviembre de 2020, al que Juan Ortega saludó por verónicas genuflexas de muy bello trazo, cantadas por el tendido. Cuidó en varas la enclasada condición del animal, al que mimó Jorge Fuentes en el capote lidiador. Al tendido fue el brindis y selló un inicio de faena por doblones de personalidad, ante un toro noble pero al que le faltó rebozarse por abajo para que lo realizado por Ortega llegase con rotundidad arriba. Muy firme y asentado de plantas, dejó una faena en la que destacaron los bellos naturales en tres series por ese lado de conjunción y mucha torería. Tras un soberbio pase de pecho rodilla en tierra, llegó una explosiva tanda final por ese lado, en la que el toro arrolló el engaño en el último molinete a zurdas y el torero se mantuvo firme terminó de caldear todo. Dejó una estocada arriba, pero el toro tardó en doblar y enfrió la petición. Oreja tras aviso.
Faena de arrestos de Marco Pérez, herido por el complicado tercero

Con dos largas erguido y varias verónicas saludó Marco Pérez al tercero, otro toro de buenas hechuras de Cuvillo, Rosito de nombre, número 203, un toro alto de 550 kilos, al que dejó una buena y medida vara Alberto Sandoval, haciendo hilo al jaco cuando salía. Pronto en la arrancada en banderillas, anduvo muy firme Rafael González en sus pares. Al tendido brindó Pérez, que se pasó por la espalda en varios cambiados al toro y luego selló una tanda por la mano derecha de conexión. Por el lado izquierdo, el toro daba un feo derrote que fue agravando conforme avanzaba la faena. Pero no se amilanó el joven, que le buscó las vueltas a un toro cada vez más a la defensiva, más parado, con menos recorrido y que sabía lo que se dejaba atrás. Dejó muletazos de mucho mérito antes de una feísima voltereta en la que el toro lo lanzó hacia arriba y, doliéndose de una de las piernas, estoqueó como pudo al funo. Mucho mérito en lo que hizo Marco Pérez, que acabó cortando la oreja del toro y siendo conducido a la enfermería rápidamente por sus compañeros.
Talavante, una faena para soñar al extraordinario ‘Gavilán’ de Cuvillo, indultado

Gavilán llevaba por nombre el cuarto, segundo del lote de Talavante, al que dejó dos lances afarolados erguido. Toro de típica hechura de Cuvillo, de febrero de 2020, un animal de 505 kilos de menor entidad que los anteriores es pero muy en el tipo de la casa. Al tendido brindó Talavante, que inició su faena de rodillas pasándose por la espalda al toro y dejando, como mejor muletazo inicial, un natural mirando al tendido en ese prólogo de faena. Tras él, siguió por la izquierda ante un animal bravo, con clase, de extraordinaria y humilladora condición y de excelsa entrega. Cuajó a placer Alejandro al toro, al que dejó momentos muy importantes especialmente en los finales de serie, casi mágicos. La plaza, un manicomio por momentos que pidió el indulto del toro en el final de faena, con el funo yendo a más y el torero inspirándose en cada serie. Incomprensiblemente, el palco no accedía a sacar el pañuelo naranja y pedía a Talavante seguir toreando al de Cuvillo, que en cada serie sacaba más celo y entregado viaje, hasta que el palco tuvo que doblegarse ante la bravura. Indulto al toro y dos orejas simbólicas al torero.
Juan Ortega ralentiza el toreo ante el quinto y le corta otra oreja
Torerisimas las verónicas de Juan Ortega al quinto, un toro número 111, de 545 kilos, el más largo de la corrida y con plaza cuando saltó al ruedo. Y el quite por chicuelinas del sevillano, a cámara lenta, con una soberbia media de cierre. Inició faena Juan agarrado a tablas, y fue tapando los defectos de un toro tardo en la embestida pero que, cuando metía la cara, lo hacía de forma noble y franca. Y selló dos series soberbias por la derecha ante un animal con la virtud de la humillación, al que cuajó a ralentí Juan. Más desordenada su embestida al natural, embebió el trazo por la zurda con gusto antes de un cierre por molinetes acompañando con todo, un tremendo cambio de mano y una estocada tras pinchazo. Oreja tras aviso.
Talavante cierra la tarde con palmas frente al sexto
Andarín llevaba por nombre el sexto de Cuvillo, de 539 kilos, frío en la capa de Alejandro Talavante, que se llevó una buena vara en el sitio y otra al relance en el caballo que guardaba la puerta. Al toro, más parado que los hermano anteriores, intentó Álvaro Montes abrirle los caminos. Inició faena a pies juntos Talavante y pasaportó con conexión por ambos lados a un toro con el denominador común de la nobleza, con el que anduvo entregado. Final por manoletinas, pinchazo, estocada efectiva y palmas al torero.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Alicante. Tercera de la feria de Hogueras. Corrida de toros. Casi dos tercios de plaza.
Toros de Núñez del Cuvillo. Con duración y clase por el derecho el buen primero; De noble y enclavado pitón zurdo otro buen segundo; Remiso, cada vez con menos viaje y a la defensiva el tercero; Indultado el extraordinario cuarto, de febrero de 2020, Gavilán de nombre; El quinto fue tardo en la embestida pero que, cuando metía la cara, lo hacía de forma noble y franca;
Alejandro Talavante, de nazareno oro: Oreja, dos orejas y rabo simbólicos y palmas -en el que mató por Marco Pérez-
Juan Ortega, de caldera y oro: Oreja tras aviso y oreja tras aviso
Marco Pérez, blanco y oro: Oreja
ENFERMERÍA: Marco Pérez fue asistido en la enfermería de la plaza de toros de Alicante tras sufrir una cornada envainada en la parte posterior del muslo izquierdo, que podría haber alcanzado el nervio ciático, según el parte médico. Posteriormente, fue derivado al Hospital Vithas Perpetuo Socorro para una valoración más completa.

FOTOGALERÍA: LUIS MIGUEL BLÁZQUEZ