Tomás Rufo deja una obra para el recuerdo, de la que incluso se pidió el rabo, en la despedida de El Juli de Nimes

Tomás Rufo enloqueció Nimes con una faena histórica a un gran toro de Victoriano del Río. El de Pepino cuajó con capote y muleta al astado ante la locura del coliseo que pidió el rabo con una rotundidad tremenda. La bronca al presidente por no concederlo se convirtió en una clamorosa vuelta al ruedo demostrando que Tomás ha caído de pie en Nimes. En una tarde histórica con la despedida de El Juli dejó claro que quiere pelear por el cetro del madrileño.