SEVILLA

El adiós novilleril de El Melli y el gran concepto de Palacios, orejas de la novillada de Torrealba


domingo 26 mayo, 2024

Novillada mansita de Torrealba, exceptuando el quinto, en la que mostraron su buen concepto El Melli, que paseó oreja al cuarto en su adiós a la carrera novilleril antes de la alternativa, y Palacios, que sorprendió por su concepto y madurez delante del interesante quinto; Carrión, en el sexto, no paseó oreja por la colocación de la espada

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Foto: Porcuna

El Melli, Aarón Palacio y Manuel Jesús Carrión hacían el paseíllo, este domingo, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla dentro de las novilladas de abono del ciclo. Se lidiaba un encierro de Torrealba.

Silenciada la porfía de El Melli con el rajado pero manejable primero

Embistió con son y buen ritmo el primero de Torrealba, un novillo fino de cabos que ya de salida evidenció que iba a tener buen ritmo los trastos. Un utrero con el que se gustó a la verónica el novillero gaditano en un saludo capotero abrochado con una media rodilla en tierra. Se dolió en el jaco en un tercio de varas donde salió suelto tras ambos encuentros. Variado anduvo El Melli en su quite ante un ejemplar mansito que tendía a apretar por dentro cuando iba a favor de querencia. Tras brindar al respetable citó desde la larga distancia a un ejemplar que siempre tuvo querencia a tablas. Quieto como un poste se quedó El Melli en un inicio donde se rozó la voltereta. Anduvo inteligente toreando al animal allí donde este se sentía más cómodo, fruto de ello vino una intensa serie con el novillo embistiendo con transmisión por abajo. Se la dejó puesta y tiró del animal en una serie de gran calado en los tendidos. Se llevó al utrero al centro del anillo para quitarle cualquier tipo de querencia, allí se puso en el sitio para ligar pases sin solución de continuidad al noble utrero salmantino. Pese a no humillar en demasía fue puliendo ese defecto para cincelar dos tandas donde aguantó la desigual embestida del astado. Muy dispuesto y seguro se vio a un novillero que el próximo sábado tomará la alternativa en la plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda, un joven que no se dejó nada dentro en una labor que no pudo rubricar con los aceros siendo silenciado tras sonar un aviso.

Aarón Palacio, por encima de un segundo de díscola y geniuda embestida

No se entregó el que hizo en el capote de Aarón Palacio, novillero de Biota que estuvo a un tris de salir volteado tras perder pie delante de la cara del animal en su recibo de capa. Se defendió en su encuentro con el caballo montado por Mario Benítez en un tercio de varas donde no se dejó pegar. Buscó abrirle los caminos Juan Sierra, pero el novillo siempre tendía a arroyar y embestir con la cara alta. Tuvo su guasita un astado que siempre vino sin emplearse a la muleta de un novillero que buscó hacerle las cosas con pulcritud. A base de colocarse en el sitio y jugar con las inercias del de Torrealba le fue puliendo parte de los defectos que tenía el utrero. Se quedó en el sitio para ligar unas embestidas poco francas y carentes de entrega. Fue crucial llevar empapado en las telas al animal, de lo contrario se podía frenar al llegar al embroque. Sin ser una labor de triunfo si fue de esas faenas que deben valerle para ganar en confianza y seguir el camino marcado. Se le fue la mano en una estocada que hizo guardia previa a una segunda algo tendida y un golpe de verduguillo.

Carrión muestra su disposición con un tercero muy agarrado al piso

No pudo soltar muñecas a la verónica Manuel Jesús Carrión con el tercero, un animal que tendió a embestir a media altura y sin emplearse. Mucha capa se le dio al animal en un tercio de banderillas donde saludó montera en mano Roque Vega tras un comprometido último par. Muy agarradito al piso llegó al tercio de muleta ‘Cigarrero’, animal que cuando se movió lo hizo siempre soltando la cara. Mostró disposición Carreño ante un ejemplar vacío de casta, un utrero que imposibilitó que su labor tomara vuelo, salvo en una tanda a derechas en las postrimerías de su labor. Tras enterrar la espada al primer intento el animal tardó en caer siendo silenciado Carrión tras sonar un aviso.

El Melli alimenta el sueño de su alternativa paseando la oreja del cuarto

Pese a moverse con cierto temple en el capote de El Melli, el cuarto fue otro animal con tendencia a salir suelto camino de chiqueros. Se le midió en el jaco antes de llegar a un tercio de banderillas donde tampoco se desplazó humillado tras los capotes. Se puso de hinojos para comenzar un trasteo que caló ya en su primera tanda. El de Torrealba, medido en su raza, tuvo una condición pastueña pese a tener una embestida a media alturita. Un animal al que no se le podía apretar y al que todo había que hacérselo sin toques bruscos. Anduvo inteligente Melli al torearlo a media alturita a derechas, por el izquierdo había que esperarlo a que este viniera metido en los vuelos. Le dio sus tiempos para que respirara el animal y así poder ligar los muletazos a un utrero que amagó en más de una ocasión con rajarse. Poco a poco este se fue aburriendo saliendo desentendido de la suerte, algo que le quitó rotundidad a la decidida labor del gaditano. Cerraría su labor rodilla en tierra en un final por manoletinas previo a una estocada trasera y algo tendida que pondría rubrica a un trasteo que sin ser rotundo si tuvo fases de gran interés.

Aarón Palacios cincela una faena de gran madurez y templanza ante un quinto con virtudes

Por faroles rodilla en tierra recibió el novillero aragonés al quinto de la tarde, un novillo al que templó también a la verónica para cerrar un recibo capotero que caló rápidamente en los tendidos. Le puso expresión a un quite por tafalleras muy jaleado por la parroquia hispalense, ese donde buscó torear con todo el cuerpo a un novillo que embistió con son y alegría. Brindó el animal a su paisano El Tato antes de volver a ponerse de hinojos cincelar un torerísimo inicio por alto. ’Humorista’ tuvo la virtud de la clase y el ritmo, ese que aprovechó Aarón Palacio para acariciar las embestidas con la diestra. Atornilló las zapatillas en el albero para pasarse por la faja a un astado que no quiso tirones, un animal para acariciar su embestida. A zurdas le cogió la velocidad a un utrero que tenía que venir enganchado y muy metido en las telas. Dejó claro su concepto del torero y el camino que quiere tomar en la profesión. Siempre quiso torear despacio al animal, no le importó que le enganchara la muleta, sabía que el trazo tenía que ser limpio y pausado, ese donde siempre llevara toreado al animal. Se le vio muy maduro y seguro delante de la cara del animal para lo poco que lleva en el escalafón, fruto de ello fue la estocada, tanto quiso asegurar la estocada que se atracó de novillo. Tras un golpe certero de descabello pasearía la oreja de un astado al que se ovacionó camino del desolladero.

La colocación de la espada priva de la oreja la firme y decidida labor de Carrión con el sexto

También manseó de salida el sexto animal de la tarde un utrero fino de cabos pero alto de agujas al que Carrión no pudo lancear de capa al salir suelto y sin celo del capote. No se le pegó en demasía a un novillo que vino cruzado en un tercio de banderillas donde no lo puso fácil a los hombres de plata. Se quiso quedar en el sitio para ligar pero este siempre embistió sin celo y con la cara por las nubes. Aguantó parones y miradas en un trasteo donde anduvo muy por encima de un astado que tendió siempre a soltar la cara. Muy asentado estuvo un novillero que dejó claro que no venía a Sevilla a pasar la tarde. Novillo que se sintió más cómodo en la media distancia, esa que aprovechó Carrión para dejársela puesta y tirar de él en muletazos donde aprovechó la inercia de un ejemplar nada fácil por su condición de manso. Le corrió la mano con suavidad a zurdas, pero el animal estaba como loco por refugiarse en tablas. Digna actuación que firmó con una estocada tendida y algo perpendicular que desató la petición de oreja por parte del respetable, un premio que no sería finalmente conducido quedando todo en una vuelta al ruedo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novillada con picadores de abono. Un tercio de entrada.

Novillos de Torrealba. Con movilidad a media altura el mansito pero manejable primero; con cierta guasita un segundo que se movió sin entrega; con cierta nobleza el sosito y agarrado al piso tercero; con nobleza y templanza el mansito pero agradecido cuarto; con clase y ritmo el desordenado pero entregado quinto; de embestida pasadora a media altura el manso sexto.

El Melli, silencio tras aviso y oreja tras aviso

Aarón Palacio, palmas y oreja tras aviso

Manuel Jesús Carrión, silencio tras aviso y vuelta al ruedo.

FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA

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