DOS HERMANAS (SEVILLA)

Tres estilos, tres tauromaquias que valen una triple puerta grande


sábado 20 mayo, 2017

Cuatro orejas y un rabo paseó Nazaré, tres cortó El Cordobés y dos Paquirri con una noble aunque floja corrida de Sancho Dávila.

Cuatro orejas y un rabo paseó Nazaré, tres cortó El Cordobés y dos Paquirri con una noble aunque floja corrida de Sancho Dávila.

TEXTO: PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTO: A. CATÓN RODRÍGUEZ @torosevilla

Más de tres cuartos de
entrada tenían esta tarde los tendidos de la plaza portátil de Dos Hermanas
para la corrida de toros anunciada en su Feria. En el cartel, y frente a
animales de Sancho Dávila, El Cordobés, Paquirri y Antonio Nazaré.

Abría plaza El Cordobés
en esta edición de la corrida de Feria en Dos Hermanas. Una faena templada y
suave ante un ejemplar tan noble como justo de fuerzas. La faena tuvo la
premisa del temple, todo fue a media altura en una labor que caló en el
público. Tuvo mejor condición por el lado derecho, el que el torero supo llevar
templado y conseguir que el animal no perdiera las manos. Para finalizar la
faena hizo su característico salto de la rana con el toro ya muy a menos y
aculado casi en tablas. Tras estocada y descabello paseó un apéndice.

Tuvo la virtud de la
encastada movilidad el cuarto, un animal con el que El Cordobés sacó su torera raza
para sobreponerse a  las embestidas a media altura del toro. Le tapó la
cara y tiró del toro en un trasteo que caló en el respetable. Como en su
anterior oponente la faena se basó por el lado derecho, el pitón de mejor
condición, por el que hizo las delicias de los que fueron a verle. Es fiel a su
concepto un Cordobés que le da al publico aquello que va a buscar, hoy en Dos
Hermanas nadie salió insatisfecho por lo visto. Faena que nunca perdió
intensidad en un trasteo que le valió el doble trofeo.

Tuvo mayor celo el
segundo de la tarde, un animal que dejó soltarse a la verónica a Rivera, el
cual dejó un ramillete de despaciosos y templados capotazos . Puso banderillas
y realizó una faena medida ante otro toro justo de fuerzas. El de Sancho Dávila
no tenía mala condición pero tenía el hándicap de su debilidad de remos. Se
gustó Francisco por ambos pitones, tuvieron sabor los remates por abajo y su
toreo a derechas en un trasteo medido. Tras pasaportar al animal cortó el doble
trofeo. 

El quinto de la tarde
hizo cosas de buena clase ya de salida, se fue tras los vuelos de Paquirri,
pero fue un espejismo, poco a poco el animal fue perdiendo gas en los primeros
tercios de la lidia. Puso todo de su parte el torero, el cual dejó un buen
tercio de banderillas que con el que deleitó al respetable. En el trasteo de
muleta el animal acusó su baja raza y su nula transmisión. Apenas duró una
tanda su movilidad. Porfió Paquirri en una faena que no llegó a tomar vuelo
salvo en paisajes aislados y un arrimón final. Sus remates tuvieron sabor, todo
lo quiso hacer despacio ante un oponente que dio pocas opciones. Se atascó con
los aceros y fue silenciado.

Volvió a pecar el tercero de falta de fuerzas, un
toro que ya desde salida evidenció dicha debilidad. Nazaré lo toreo con
despaciosidad con la capa, dejó un templado quite y estuvo por encima del
animal en faena de muleta. Le puso lo que le faltaba al toro para dejar una
faena templada y de regusto, le tapó los defectos a un animal noble pero medido
en su raza. Dibujó buenos derechazos llevando al animal empapado en la pañosa,
pero su irregular embestida no dejó cuajar al nazareno una obra de mayor
dimensión, aún así, tras una buena estocada sus paisanos le premiaron con los
máximos trofeos.

Nazaré volvió a pegar
otro aldabonazo en su tierra, fue en el sexto, el mejor ejemplar de la tarde,
con el que el diestro nazareno se sintió en una faena de templado metraje ante
un toro de buena clase pero la fuerza medida. Lo volvió a lancear con gusto de
capa, dejando dos verónicas muy lentas, más tarde se gustaría con la muleta en
un trasteo con muletazos y remates muy toreros. Su inicio de rodillas genuflexas tuvo armonía y buena composición, en la que llevó largo al animal, pulseandolo con mando. Pulseó las suaves
embestidas de un animal nada fácil -pegaba una miradita en el inicio del muletazo- pero
el torero local aguantó dichas miradas y acabó sacando todo su toreo para regalarle a sus paisanos una faena con
sello propio. Mató de pinchazo y estocada, cortando las dos orejas de buen
ejemplar de Sancho Dávila ovacionado justamente en el arrastre. Pese a cortar
menos trofeos que en su primer antagonista, la faena tuvo mayor dimensión y
calidad que la realizada a su primero.


 

FICHA
DEL FESTEJO

Plaza
de toros portátil de Dos Hermanas, Sevilla. Corrida de toros. Más de tres
cuartos de entrada en tarde calurosa.

Seis toros de Sancho Dávila. Correctos de presentación, nobles, blandos y
justos de raza. El mejor el sexto ‘Filósofo’ nº20, ovacionado en el arrastre.

Manuel Díaz «El Cordobés”:
Oreja y dos orejas. 

Francisco Rivera «Paquirri”: Dos orejas y silencio. 

Antonio Nazaré: Dos
orejas y rabo y dos orejas.