Varea, Alejandro Marcos y Joaquín Galdós hacían este miércoles
el paseíllo en el Arnedo Arena en la cuarta de la Feria de novilladas del
Alfarero de Oro. Lo hacían con la novillada de Fuente Ymbro, uno de los grandes
hierros triunfadores de la presente campaña.
Noblón fue el abreplaza, un
novillo de Fuente Ymbro al que Varea logró acoplarse por momentos en tandas con
más cantidad que calidad. Le imprimió técnica a una faena bien estructurada
pero que careció de gusto en sus formas. Fue un trasteo largo rematado por un
pinchazo, una estocada trasera antes de ser silenciado.
Más movilidad tuvo el segundo, al
que Alejandro Marcos logró arrancarle un trofeo en un trasteo de exposición.
Brindó a Diego Urdiales para ponerse a torear en los medios por naturales
hondos. Cuando tomó la diestra el novillo no se vino a menos y prosiguió el
joven apretando al de Fuente Ymbro y sonsacando muletazos gustosos. Una
estocada le permitió obtener la oreja.
Le exigió una barbaridad Joaquín
Galdós a «Esmerado”, número 63, con el hierro de Fuente Ymbro que fue premiado
con el indulto. Aguantó una faena larguísima en la que Galdós supo entregarse a
la propia entrega del animal. Los primeros tercios estuvieron marcados por la
prontitud encastada de un novillo que fue a más en el caballo y que se
despabiló con boyantía en banderillas. Supo verlo muy pronto Joaquín para
encajarse en tandas plenas de sabor y regusto, convenciendo a los tendidos
riojanos a pesar de la tardanza del presidente en pedir la música. A partir de
ese momento la faena fue un compendio de pureza en la que se fusionó la gran
técnica que atesora Galdós y la propia personalidad que imprime en su toreo.
Aguantó más series el de Fuente Ymbro hasta que se pidió el perdón a su vida,
concedido finalmente por el presidente.
Al cuarto le planteó Varea un trasteo de pulcro oficio y facilidad muletera sin que llegase a romper en el tendido. Correcto el levantino con el de Fuente Ymbro, saludó una ovación.
Al quinto hubo que tragarle, imponerse y someter la brava codicia, y así se lo hizo Alejandro Marcos, dispuesto a entregar los muslos y con rotundidad en el trazo en dos series de maciza fábrica. Entró la espada en buen sitio y la oreja conseguida le abrió la puerta grande.
Muy por encima del sexto anduvo Joaquín Galdós en una tarde de muchísima seriedad. Tarde de aplicar soluciones con la cabeza despejada ante el vulgarón Fuente Ymbro, de tragar pasadas informales y dejar la impresión de rotundidad, perfiléndose como ganador del Zapato a pesar de la ovación tras aviso que escuchó después de despenarlo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Arnedo Arena. Cuarta de la Feria del Zapato de
Oro. Novillada con picadores. Un tercio de entrada.
Seis novillos de Fuente
Ymbro, el tercero, de nombre «Esmerado», premiado con el indulto.
Varea, silencio y ovación.
Alejandro
Marcos, oreja y oreja.
Joaquín
Galdós, dos orejas y rabo simbólicos y ovación.
FOTO: BURKAD