EL APUNTE DE JUANGUI EN MANIZALES

Unhappy end (final infeliz)


miércoles 4 enero, 2017

Se pudieron cortar tres orejas, pero por culpa de las espadas, de los toros y de la dramaturgia, el largo melodrama, esta vez, no tuvo un final feliz

Se pudieron cortar tres orejas, pero por culpa de las espadas, de los toros y de la dramaturgia, el largo melodrama, esta vez, no tuvo un final feliz

JUAN GUILLERMO PALACIO / FOTO: JAVIER BAQUERO

 

El final feliz, «the happy end”, ha sido la fórmula narrativa que más ha empleado el cine, la televisión y la literatura rosa para asegurar la satisfacción de las audiencias.

El melodrama latinoamericano ha sido el género que más ha trabajado este lugar común. Producir una novela es el arte de extender la trama evitando, de cuanta manera sea posible, que el galán y su prometida desfilen felices rumbo al altar.

Hay bibliotecas extensas que enseñan cómo lograrlo: separando afines, reuniendo opuestos, estableciendo para el héroe un objetivo dramático y poniéndole deliberadamente obstáculos que le impidan lograrlo.

La clave para contar un buen drama es caracterizar a un buen antagonista: dotarlo de las capacidades para derrotar al héroe. Toda esta retahíla dramatúrgica sirve también para explicar una corrida de toros, especialmente si es una corrida extraña como la de hoy.

Se corrieron seis musculosos de Dosgutiérrez, guerreros corpulentos y bien armados para el promedio nacional. Tres de ellos encastados, que estuvieron dispuestos la mayor parte del tiempo a combatir en el centro del plató.

La trama ofreció momentos de interés. De Luis Bolívar dominando el escenario con parlamentos y acciones convincentes con los trastos de torear. De Ginés Marín,  conmovedor con el capote y al natural. Y de Cristóbal Pardo, un tropero formado en la dureza de la supervivencia, que se transformó en un torero capaz de expresar gestos poéticos también al natural.

Pero a los toros de Dosgutiérrez les faltó bravura, fondo, repetición y regularidad. Y a los actores protagónicos, a los diestros, ser mejores actores y romper más. Aunque se hicieron caritas, toros y toreros no se terminaron de encontrar. Se pudieron cortar tres orejas, pero por culpa de las espadas, de los toros y de la dramaturgia, el largo melodrama, esta vez, no tuvo un final feliz.

 

FICHA DEL FESTEJO

62ª. Feria de Manizales (Colombia). Primera corrida. Martes, 3 de enero del 2016. Tarde despejada. Casi lleno. Se lidiaron toros de Dosgutiérrez, disparejos en juego y presentación. Primero, segundo y sexto, mansos  y con escaso juego. Tercero, cuarto y quinto, encastados pero sin fondo.

Cristóbal Pardo: silencio y palmas tras aviso.

Luis Bolívar: Palmas en ambos.

Ginés Marín (debutante): Saludo y 3 avisos.