MARCO A. HIERRO / FOTOS: PLAZA 1
Nº 59, «BERRUGO», abre la tarde
Presentación: vareado de carnes y recibido por pitos por escurrido, a pesar de ser alto y largo, con largo cuello, como corresponde a su estirpe.
Salida: le faltó humillación y viaje y quiso volver sobre las manos, además de echarlas por delante en señal de fuerza muy justa.
Varas: acudió regateando, sin fijeza ni empuje y le faltó entrega debajo del peto.
Banderillas: echó la cara arriba en los embroques y también en la lidia de Álvaro Oliver.
Muleta: gazapón y hasta merodeador, sin repetición ni claridad, ni siquiera una brizna de entrega para poder torear. Dormido y zorrón, en cuanto se le acaba la inercia se vuelve el demonio. Pitos.
Nº 19, «LANETO», segundo de la tarde
Presentación: afilado y escurrido de carnes, fino de cabos y con cara de listo.
Salida: acude a los capotes sin entrega pero con intención de seguir la tela. No hay saludo.
Varas: más fijeza que el anterior, pero remolón y medidor en el peto.
Banderillas: embiste al paso en banderillas, con la cara natural y sin ponerlo nada fácil porque no se entrega.
Muleta: es obediente a los toques y saca cierta nobleza y fondo para repetir en los muletazos de Pepe Moral. Nunca fue sobrado de raza y terminó parado.
Nº 85, «TIZNAOLLA», en tercer lugar
Presentación: escurridísimo de carnes, bajo de cruz, largo de lomo y estrecho de sienes. De mano alta y despegado del suelo.
Salida: deslumbrado por la luz, se va contra el burladero y eso le deja congestionado para acudir luego a los capotes.
Varas: se arranca en corto y con la cara arriba, sin entrega ni empleo en el peto en dos buenas varas de Pedro Iturralde.
Banderillas: espera en banderillas y corta los viajes, obligando a los banderilleros a exponer mucho.
Muleta: reservón y medidor, sin franqueza en la pelea y con la correa a más el defensivo cárdeno claro, que se fue defendiendo cada vez más.
Nº 29, «ROMPEPLAZA», en cuarto lugar
Presentación: largo y alto, con el hocico de rata, muy en el tipo de Miura.
Salida: comienza acudiendo a la cita con el percal de Rafaelillo, pero rebrincado y a menos en la cadencia y en el empleo.
Varas: se va al relance al caballo, como buscando la espalda, y luego se deja pegar sin entrega debajo del peto.
Banderillas: espera mucho en banderillas en el primer par, pero se va para adelante después por la buena brega.
Muleta: un inicio muy poderoso de Rafaelillo bastó para dejarlo sin reservas de raza; lo demás fue defenderse, reservarse para arrollar y plantear una pelea a navajazos haciéndose el alipendi.
Nº 63, «TAHONERO», en quinto lugar
Presentación: entipado y bajo, larguirucho y de perfil escaso por las palas abiertas el quinto, fue protestado de salida.
Salida: le falta entrega, pero decide no exigirle nada Pepe Moral, que le echa el capote abajo y lo toma con obediencia.
Varas: le falta raza para entregarse y se deja pegar sin empuje debajo del peto.
Banderillas: corta el viaje en la arrancada y echa la cara arriba en los embroques, siempre igual.
Muleta: siempore con la cara arriba, siempre midiendo y sin entrega, no tiene raza y mide cad avieje descompuesto que entrega. Duro el toro.
Nº 80, «TAPONERO», cierra la tarde
Presentación: serio y más cuajado el toro, de presencia y de expresión. Largo como un tren y con pitones por delante. Salta al callejón sin tocar las tablas como tarjeta de presentación.
Salida: repite en las verónicas de raza que le plantea Román, pero se va frenando en el viaje a medida que se va orientando de por dónde viaja el percal.
Varas: se arranca en la media distancia y empuja con un pitón sólo. Le miden el castigo en el segundo puyazo mientras tira cornadas sin fijeza.
Banderillas: corta con muchísimo peligro para llegar a los embroques, agarrado al piso. Lo obliga a humillar Raúl Martí en la brega y no le queda más remedio. Pero aprieta una barbaridad.
Muleta: áspero y con mucha transmisión el toro en los embroques, con mucha seriedad en todo lo que hace y exigente pero agradecido a la entrega.