Tres debutantes se daban cita en Madrid para participar en el certamen Cénate Las Ventas, que celebraba este jueves su tercer festejo clasificatorio con una seria novillada de Guadajira para José Antonio Valencia junior, Alejandro Peñaranda y Jesús de la Calzada, que pugnaban por una plaza en la siguiente fase.
El temple de José Antonio Valencia mantiene en pie al inválido primero
Abrió la tercera del certamen de verano un bonito novillo castaño de la ganadería de Guadajira, que no se dejó pegar más que un par de lacen lucidos por parte del novillero José Antonio Valencia, y que se repuchó en varas en los dos encuentros. Brindó el novillero su primer novillo en está plaza al respetable, comenzando cerrado en tablas debido a las molestas rachas de viento. Blando y soso el utrero , logró sacar algún templado muletazo al natural. Bien sentido del temple del novillero venezolano en una faena al que le sobró una tanda. Volapié a la segunda con un poquito de tendencia del acero. Silencio para novillo y novillero.
Oreja para el buen toreo de Alejandro Peñaranda con el bien segundo
El segundo fue un torito en hechuras, castaño chorreado de capa, que enseñaba las palas, y que dejó lucirse a Alejandro Peñaranda en el recibo capotero. Marró el picador en ambas y el utrero metió bien la cara, yendo con cierta alegría. No hubo brindis antes del los toreros pases por bajo genufleso de Peñaranda. Flojo el novillo, aunque con calidad, se fue afianzando en la muleta del novillero conquense. Las tandas fueron a más, por ambos lados, en una faena breve pero intensa, de veinte muletazos, Ayudados torerísimos y media estocada caída que hizo llenar los tendidos de pañuelos. Oreja justa, a mí juicio, y ovación para el buen novillo de Guadajira.
Valor y nervios de Jesús de la Calzada con el buen tercero
Se dejó torear con el capote el tercero de la ya noche en Las Ventas, y le enjaretó un buen saludo capotero de Jesús de la Calzada. Saludó Agustín Bermejo tras un lucido tercio de banderillas y comenzó De la Calzada su faena de rodillas. Valor demostró el novillero salmantino, que quizá abusó de las cercanías ante un utrero que sacó humillación y un puntito de raza. Hubo algún desarme en una faena de valor, como ya hemos comentado, en la que el novillero tuvo algún momento lucido. Arrimón y manoletinas antes de un pinchazo y estocada contraría que fue suficiente. Lo increíble fue que el novillero saludó un silencio. El mismo que hubo para el utrero de Guadajira.
Gran actuación de José Antonio Valencia ante el (casi) imposible cuarto
El cuarto novillo, un castaño de buena hechura, derribó al picador, José Ney Zambrano, y parece ser que fue herido en el muslo, justo por encima de la mona. Le echó bemoles el piquero, con la pierna ensangrentada, y se subió de nuevo al jaco, recetando un buen puyazo. Brindó José Antonio Valencia a su picador herido y empezó su labor muleteril directamente con el toreo en redondo. Ya se le quedó debajo en un derechazo el de Guadajira, y no tardó Valencia en echársela a la zurda, por dónde se quedó cortísimo el animal. Sin fuelle y sin ganas, con algo de sentido por parte del cornúpeta, no le quedó otra al novillero venezolano que tirar de técnica. Paciencia, colocación, y temple fue la receta de José Antonio Valencia para sacar una buena tanda de naturales a un novillo muy complicado. Dos manoletinas y a por el acero, para dejar una estocada algo tendida y atravesada. Silencio para el novillo y silencio, que supo a poco, para José Antonio Valencia.
Faena a menos de Alejandro Peñaranda con un utrero que ofreció posibilidades
Blandeó mucho el quinto, y se generaron justificadas protestas por parte del sector más duro de los tendidos. Pañuelo blanco y pa’lante con un novillo que no humilló en ningún momento de la lidia aún cuidándolo. Genufleso y en redondo comenzó Alejandro Peñaranda logrando momento de lucimiento. Rebrincado el novillo, sin duda por la falta de fuerza, fue asentándose y sacando calidad, calidad que aprovechó Peñaranda, para lograr de nuevo, poner a casi todos a su favor. Más acelerado el novillero por el lado izquierdo, le costó mantener el nivel de la faena. Se pasó de faena, sin duda por la ilusión de tener entre abierta la puerta grande, no logrando trenzar esa tanda de muletazos que pusiera la caldera al máximo. Sonó el aviso cuando se cuadraba y dejó un pinchazo, esfumándose el posible premio. Después vino una estocada corta y tendida que bastó. Silencio para el de Guadajira y ovación con saludos tras aviso para Alejandro Peñaranda.
Jesús de la Calzada tira de ganas ante el parado sexto
Recibió a porta gayola al sexto, Jesús de la Calzada, para ejecutar una larga cambiada de espaldas a la puerta de toriles, a un utrero con mucho cuajo, el que más junto con el cuarto, que se dejó pegar en varas, acudiendo con alegría en el segundo encuentro. Se le vieron detalles buenos a novillero salmantino pero no fue suficiente el valor y las ganas para hacer faena a un novillo que pedia más sitio y mejor colocación, a un novillo que tampoco acabó de romper, quizá por el toreo de cercanías del Jesús de la Calzada. Cosas que se arreglan toreando. Entre pinchazo y pinchazo hizo amago de echarse el utrero, y también sonó el aviso. Dejó estocada caída que fue muy eficaz. Silencio para el novillo y silencio para Jesús de la Calzada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Certamen Cénate Las Ventas, tercera clasificatoria. Novillada con picadores. Un cuarto de plaza.
Novillos de Guadajira, serios y bien presentados. Flojo y soso el primero; con calidad el segundo, aunque de escaso fuelle; noble y con un punto de raza el tercero, que no quiso cercanías; reservón y con sentido el cuarto; blando pero a más el quinto; muy parado el sexto.
José Antonio Valencia junior: silencio y silencio.
Alejandro Peñaranda: oreja y ovación tras aviso.
Jesús de la Calzada: silencio que saludó y silencio.
FOTOGALERÍA: ÁNGEL HUÉSCAR