Morenito de Aranda –en sustitución de Borja Jiménez-, Manuel Escribano y Joselito Adame hacían el paseíllo, este domingo, en el cierre de la Feria de la Madeleine de la localidad de Mont-de-Marsan (Francia). Se lidiaba un encierro de Victorino Martín.
Ovacionada la entrega de Escribano con el abreplaza
Meritoria fue la labor de Manuel Escribano con el primero de la tarde, un astado que se movió en los primeros tercios pese a lo resbaladizo del ruedo. Pegajoso en el capote, cumplidor en el jaco y apretando en banderillas este abreplaza, un ejemplar que humilló más a zurdas y que permitió al sevillano dejar pasajes sueltos de interés. El mal estado del piso y su tendencia a reponer y hacer hilo no ayudó en nada a que la faena tuviera la ligazón necesaria. Le dio espacio y tiempos el sevillano para aprovechar su inercia, siempre bien colocado dejó muletazos de gran mérito dentro de un trasteo que nunca pudo romper por las condiciones del toro y el estado del piso. Escucharía una ovación tras una estocada entera y un golpe de verduguillo.
Morenito de Aranda pasa la oreja del exigente y bravo segundo
Muy capaz y centrado estuvo Morenito de Aranda con el interesante segundo, un astado que humilló pese a no rebosarse en los capotes. Bregó con el de Victorino el burgalés en un saludo capotero donde destacó la media con la que cerró dicho saludo. Empujó al jaco en tres varas donde el astado cacereño nunca se afligió. Firme plantas y con las ideas claras estuvo un Morenito que se mostró muy capaz ante la exigencia de un astado que acabaría entregado al buen hacer del espada. Estructuró muy bien una labor que fue tomando cuerpo hasta llegar su cenit en dos series al natural de gran belleza y cadencia. Tras enterrar el acero al primer intento pasearía una oreja de un toro ovacionado en el arrastre.
La espada deja en ovación una inteligente y firme labor de Adame al tercero
Inteligente estuvo el mexicano al recibir al tercero, un animal al que le dio sus tiempos en un saludo donde todo fue a favor del animal. Cumplió en el jaco llegando este a la muleta todavía sin definir. Muy firme y centrado estuvo un espada que demostró el momento de madurez por el que pasa. Faena bien estructurada jugando siempre con las alturas y las distancias ante un astado complejo. Dejó sus mejores pasajes en el toreo en redondo, subiendo la intensidad de su labor cuando el astado pudo humillar, momento en el que Joselito le corrió suavemente la mano. También dejó pasajes destacados a zurdas, pero bien es verdad que su trasteo no tomó tanta intensidad por ese pitón. Tras una media estocada en buen sitio el de Victorino tardó en caer, algo que dejó sin premio al diestro hidrocálido.
Escribano deja pasajes de su personal concepto ante el desigual y venido a menos cuarto
No pudo tampoco triunfar Escribano con el cuarto, un animal de la familia Martín con el que estuvo muy firme y entregado. Un toro que ya lo marcó con el capote en un saludo donde anduvo rápido de piernas y fresco de mente. Acudió al caballo empujando con codicia en dos puyazos donde prácticamente se dejó todo aquello que tenía dentro. Se lució en banderillas, tercio donde sobresalió un gran par al quiebro al hilo de tablas. Faena técnica e inteligente, esa donde acertó en dar pausas entre tanta y tanda a un toro con el que siempre tuvo que estar atento tanto con las alturas como con las distancias para aprovechar sus querencias. Faenas que nunca puso romper por la condición de un ejemplar de poca entrega y ritmo. Tras una estocada algo trasera y un golpe de verduguillo escuchó palmas.
Morenito vuelve a puntuar con el encastado quinto
Paseó otra oreja del quinto Morenito de Aranda, un espada que entraba por la vía de la sustitución y salió triunfante del coso francés. Delante tuvo un animal encastado, un toro humillador y repetidor que obligó al burgalés a estar con los cinco sentidos puestos. Lo cuajó de capa a la verónica para más tarde bregar con el astado para colocarlo en suerte. Tres puyazos tomó un animal -ovacionado piquero- que acudió con prontitud y celo a la muleta. Anduvo firme y templado por ambos pitones en un trasteo que brindó a Víctor Mendes. A base de mucha entrega construyó una labor de enorme verdad, una faena marcada por la frescura de mente y el conocimiento de los terrenos. A más toro y torero, Mont de Marsán se entregó en una obra de gran importancia por todo lo que hizo Morenito, torero que siempre tuvo que llevar metido en las telas y no dejar pensar al cárdeno de Victorino. Tras una estocada en buen sitio le fue concedió un apéndice.
Palmas para Adame con el exigente sexto
Otro toro exigente fue el sexto, un animal con carbón que no puso facilidades en el tercio de muleta. Cumplió en el jaco antes de llegar al último tercio, ese donde el mexicano se afanó en intentar meter en los chismes a un astado desigual en su embestida. Le costó a Joselito tomarle el ritmo y las distancia al animal, pero cuando lo hizo brotaron muletazos ligados dentro de un trasteo a menos. Mostró disposición y entrega, pero no fue suficiente para redondear faena. Tampoco anduvo atinado en la suerte suprema quedando todo en palmas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Mont-de-Marsan (Francia). Última de la Feria Taurina de la Madeleine. Corrida de toros. Lleno.
Toros de Victorino Martín.
Manuel Escribano: ovación y palmas
Morenito de Aranda: oreja y oreja
Joselito Adame: ovación tras aviso y palmas
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FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ