Antonio Ferrera, Javier Cortés y Álvaro Lorenzo trenzaban este sábado el paseíllo en la corrida Lepantina de la localidad de Villarejo de Salvanés (Madrid). Se lidiaba un encierro de Lagunajanda.
El Ayuntamiento de la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés volvió a apostar por la celebración de la Corrida Lepantina, con todos los toreros vestidos a la usanza del siglo XXVI, con la intención de consolidar la fecha en el calendario taurino y a juzgar por los resultados, va por buen camino.
Ya con el primero rompió la tarde, Ferrera brilló con el capote ante un toro noble y bueno, que se rebosó en él percal, aunque le faltó empuje en la muleta. Aún así, Ferrera lo entendió a la perfección y lo sometió sin afligirlo, dejando los mejores muletazos con la izquierda. Hizo callar la música para disfrutar las últimas embestidas en silencio, con muletazos inspiradísimos antes de agarrar la estocada y el doble trofeo. Pero no pudo redondear la tarde con el cuarto, un toro obediente pero violento y complicado, al que dominó con superioridad y que le echó la cara arriba al entrar a matar. Sin embargo, el extremeño ofreció una muy completa y entregada tarde de toros.
Un bonito quite por faroles de Javier Cortés anunció su disposición, pero el madrileño tuvo que tirar de dominio y poder con un segundo que se quiso vencer por los adentros, llegándole a tropezar en el pecho, pero al que supo obligar y templar con gusto y autoridad, hasta cuajar una gran tanda de derechazos al final. Los pinchazos redujeron el premio a una oreja. Con el quinto, un toro de una clase tremenda a pesar de que le faltó prontitud, Javier estuvo sensacional, estirando las embestidas con temple, verdad y mucho gusto, y además se arrimó con sinceridad, cada muletazo era ronco de profundo. Pinchó hasta escuchar un aviso, pero el premio de la oreja y la puerta grande hizo justicia para su gran tarde.
Otro buen toro fue el tercero, al que le pudo faltar un poco de fuerza para potenciar su buen fondo, por fijo, son y franqueza. Álvaro Lorenzo toreó con compromiso y entrega, dejando muletazos largos y lentos, más profundos por el derecho, y siempre templado. El sexto bis tuvo movilidad y humillación, a lo que Álvaro Lorenzo le sumó el temple y la suavidad de su toreo. Además estuvo variado para alegrar las buenas embestidas del toro en una faena con ritmo y emoción. Al toledano le funcionó el acero y se llevó tres orejas en el esportón cerrando una tarde de triunfo gordo.
FICHA DEL FESTEJO
Sábado 8 de octubre. Villarejo de Salvanés (Madrid). Tarde soleada y agradable. Mas de media entrada.
Siete toros de Lagunajanda, el sexto como sobrero, de buena presencia y hechuras. Nobles, con franqueza en su humillada embestida en general. El más complicado fue el violento cuarto. El sexto de devolvió a los corrales por descoordinado.
Antonio Ferrera: Dos orejas y silencio tras aviso.
Javier Cortés: Oreja y oreja tras aviso.
Álvaro Lorenzo: Dos orejas y oreja.
Incidencias: Los tres toreros salieron a hombros.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
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