LA CRÓNICA DE PLATA

Vive Montoliú


lunes 16 marzo, 2015

Todo ser humano sigue vivo mientras le recuerden. El Soro, en cariñoso gesto, señaló a José Manuel Montoliú en el cuarto de la tarde. Pero no lo señalaba a él...

Todo ser humano sigue vivo mientras le recuerden. El Soro, en cariñoso gesto, señaló a José Manuel Montoliú en el cuarto de la tarde. Pero no lo señalaba a él...

Todo
ser humano sigue vivo mientras le recuerden. El Soro, en cariñoso gesto, señaló a José Manuel Montoliú en el cuarto de la tarde. Pero no lo señalaba
a él: señalaba a un padre de dinastía con el que compartió su vida. Montoliú, Manolo, el del perfil
erguido en el segundo tercio, el del cite perfilado, el de la torería andante
con los palitroques, estaba presente porque El Soro se lo recordó a Valencia. Y lo estaba en manos de un hijo
que honró la profesión de su padre en un par nada fácil.

Jaime Ruiz «Soro» dejó un puyazo en toda la yema
en el abreplaza, una vara de correcta colocación, a pesar de que el toro perdió
las manos en el encuentro. Levantó pronto la vara en el segundo puyazo tras las
órdenes de su hermano, que terminaba en ese momento un quite por navarras. El
Soro pareó ante la atenta mirada de José
Manuel Montoliú, Javier García y Rafael Limón,
que auxiliaron con solvencia
la labor de Vicente en banderillas.
En el cuarto, fue cuando Montoliúhonró a su progenitor en el tercio que compartió con Vicente, dejando un par tras el de El Soro con el toro apretando hacia las tablas, algo que complicó
aún más la suerte, de la que salió airoso José
Manuel.
Antes del tercio, Puchanodejó una vara fuerte, pero ante las órdenes de su jefe de filas suavizó el
segundo puyazo.

El
segundo le apretó a Manuel Quintacon boyantía en el peto, a pesar de que no le dio demasiado. Mariano de la Viña, de marino y plata,
y Emilio Fernández, ataviado de
celeste y azabache, protagonizaron un tercio de banderillas de solvente
ejecución, facilitado en todo momento pro la fácil lidia de Jocho. Era un toro manso que casi
arrolló a El Soro en una carrera
tras el tercio de varas, pero la gran lidia de Jocho propició que la media
altura de Ponce con la muleta pudiera a la embestida del de Juan Pedro. Dejó en el quinto José Palomares un puyazo un punto trasero
rectificado sabiamente, para que ahora fuera el propio Jocho el que tomara los
palos en rápidos encuentros.

Perdió
las manos el jabonero tercero, que salía como sobrero, justo cuando Pedro Morales «Chocolate» le daba el primero de los puyazos. Antes, se
las vio con un titular de Juan Pedro blandón
que fue devuelto al primer síntoma de flojedad. Un par de justificada elegancia
dejó Rafael Rosa, que vestía de
berenjena y plata. Curro Javier a la
lidia le facilitó la acción a Luis
Blázquez en
este tercero para que dejara también sus palos. Tuvo que
rectificar Barroso el puyazo al cierraplaza, antes de que Curro Javier protagonizara un accidentado encuentro con el olivo
tras parear por dentro a un toro que apuntaba a mansurrón en este tercio. Luis Blázquez, también y de nuevo con
lógico sentido de la lidia, pareó intentando que no le hiciera hilo este sexto.