AL NATURAL

¿Y si el regreso de José Tomás fuera… en directo y por RTVE?


martes 13 mayo, 2025

Una palabra, una presencia, una muestra del de Galapagar podría bastar para sanar un sistema que busca redefinir su presentación al mundo

Jose Tomas
José Tomás, en la primera de sus dos tardes en Valladolid en 2016. © Luis Sánchez Olmedo

Por mucho que pasen los años, hay silencios que se oyen más que cualquier voz. José Tomás lleva casi dos décadas rehuyendo las cámaras como quien escapa del ruido para proteger el eco sagrado de su liturgia. En plena era de la sobreexposición, su negativa a televisar sus tardes ha sido siempre más que una decisión estética: ha sido una manera de entender el toreo, casi una postura política. Y sin embargo, hoy, cuando la televisión pública vuelve a fijarse sin complejos en los toros, su ausencia de la pantalla podría estar cobrando un nuevo sentido. Uno que quizá ni él mismo imaginaba.

Porque mientras Telemadrid ha dado el paso de anunciar la retransmisión completa de la Feria de San Isidro —la joya del calendario taurino mundial—, otras autonómicas como Castilla-La Mancha Media, Canal Sur, Aragón TV o À Punt han adquirido los derechos por separado, para fechas concretas y determinados festejos en sus territorios. Lo significativo no es sólo la apuesta individual de cada una: es que todas son televisiones públicas. Y que, en su conjunto, han desplazado del mapa a operadores privados como OneToro, que el año pasado ostentaban la exclusiva. La retransmisión del toreo, en 2024, vuelve a ser patrimonio de lo público. Al menos en parte.

¿Dónde está entonces RTVE? ¿Dónde está el canal que debería ser la columna vertebral cultural de un país que presume de pluralidad y tradición? En silencio. El mismo en el que José Tomás se ha movido con precisión quirúrgica. Y es ahí donde el círculo cobra sentido: ¿Y si este fuera, al fin, el escenario que soñó el de Galapagar para romper su silencio catódico? ¿Y si el momento más simbólico de la democratización de la tauromaquia pasara por el regreso de José Tomás, pero no en plataformas privadas, sino en la señal abierta de la televisión de todos?

La pregunta es legítima, porque su respuesta podría cambiarlo todo. Su presencia en directo en RTVE sería más que una noticia: sería una declaración de principios. Haría tambalearse los discursos de quienes dicen que el toreo está arrinconado, o que su público es residual. Sería el gesto que una generación entera espera para volver a mirar a la pantalla con fe. Porque si José Tomás se pone delante de las cámaras, no lo haría por una cifra ni por la gloria: lo haría por convicción. Y esa convicción movería montañas.

Mientras tanto, las autonómicas cumplen —con desigualdades, pero con voluntad— una misión que parecía olvidada: devolver el toreo a la casa de la gente. Porque sólo hay futuro si hay relato. Y sólo hay relato si hay ventana. Telemadrid ha cogido el toro por los cuernos con una cobertura que mira de frente a lo que se juega el sector. Castilla-La Mancha, Canal Sur y las demás empujan con lo que pueden. Pero la gran ausente, la que más duele, sigue siendo la televisión pública nacional.

Quizá por eso el nombre de José Tomás pesa hoy más que nunca. No está, pero podría estar. No habla, pero podría decirlo todo. Y si alguna vez decide que las cámaras pueden volver a mirar su figura, que no lo haga por una exclusiva ni por un contrato, sino por la necesidad —ética y cultural— de que sea en RTVE, en abierto y sin peajes. Como los grandes capítulos de una historia que, si quiere sobrevivir, tiene que volver a contarse desde el principio. Con verdad. Con emoción. Y con memoria.

José Tomás
José Tomás en una vuelta al ruedo en Valladolid. © Luis Sánchez Olmedo