Tras su incipiente irrupción la pasada Feria de San Isidro, todos los ojos se posaron sobre el toledano Ángel Téllez, un espada de gran porvenir que había conseguido romperse con un animal en la primera plaza del mundo. Un torero que cinceló una obra corta, pero intensa ante un “bombón” de Araúz de Robles, un toro de nombre “Campiña” que embistió con gran clase y entrega a zurdas, pitón por el que Téllez acarició y redujo su embestida en varias series de gran hondura.
Repetiría en la corrida de la Beneficencia paseando una oreja de cada animal que le cupo en suerte con el hierro de Victoriano del Río, abriendo así por primera vez la Puerta Grande de Las Ventas. A partir de ahí comenzó a sonar el teléfono para entrar en carteles por la vía de la sustitución en los meses de junio y julio, entrando por derecho en las ferias programadas más adelante, finalizando el año con 22 festejos a sus espaldas.
Plazas como Torrejón de Ardoz, Segovia, Soria, Borox, Alcázar de San Juan -donde indultó a un toro de El Torero- o Navaluenga le vieron salir en hombros en una 2022 donde dejó buenas sensaciones en otras plazas como Albacete, Bayona, Bilbao, Málaga, Mont de Marsán o Valencia. Un año muy positivo donde su vuelta a Madrid en Otoño no fue como él esperaba. El toledano no consiguió cogerle el aire a la corrida de El Puerto de San Lorenzo, algo que difuminó en parte una temporada que finalizaría en Zaragoza.
Este 2023 su temporada ha sido algo más corta, sumando un total de 18 corridas de toros. Tras ser declarado triunfador del San Isidro de 2022, Ángel se había ganado estar presente en las primeras ferias del año, pero las cosas no salieron como tenía pensadas, quedándose fuera -al inicio de temporada- de plazas tan importantes como Olivenza, Castellón, Arles o Sevilla. En fallas daría una vuelta al ruedo con la corrida de Juan Pedro, mismo hierro que mataría en Madrid, coso donde tampoco acabaron de salir las cosas, de ahí que la temporada fuera perdiendo fuelle. Francia le abrió nuevamente las puertas en plazas como Nimes -donde confirmó alternativa- o Dax, amén de otros cosos como Azpeitia, Cuéllar o Illescas.
Un año de aprendizaje para el toledano, espada que vio como este 2023 vino torcido desde un primer momento. Ahora toca profundizar en el campo, ver los errores, aprender de ellos y potenciar los aciertos. Un torero que aún es joven, un espada recuperable que si bien es cierto que no ha estado a su nivel en tardes claves, no se le puede dejar orillado a su suerte. Con su bagaje de esta temporada y la irrupción de espadas como Borja Jiménez o Fernando Adrián, se le complica entrar en ciertas ferias, teniendo que poner todos los huevos en la cesta de Madrid, plaza donde no debe faltar.
Un inicio de temporada que debe basar en cosos menores para así llegar con moral y rodaje a su cita con la primera plaza del mundo. Ángel ya ha demostrado aquello que es capaz de realizar si un toro le mete la cara por derecho, pero también tiene que ser consciente que esto es un examen diario, y que las oportunidades escasean en la zona del escalafón donde él se encuentra. Su momento volverá a llegar, y para eso tiene que estar física y mentalmente preparado para subirse al tren, de lo contrario todo se pondrá muy cuesta arriba.