Lleva poco más de 24 horas en las redes y ya se ha hecho viral un vídeo del que se hace llamar «juglar del siglo XXI», Ayax Albaizin, en el que, con una bandera republicana, da unos lances sobre el escenario, al tiempo que sus fans corean el “Olé”, para rematar diciendo. «La tauromaquia sois unos m…, me c… en vuestros muertos”.
Que este tipo de manifestaciones se produzca es algo que, lamentablemente, ya nos parece cotidiano. Una más, pensamos. Y poco a poco, estas cosas se van normalizando y ganando terrero hasta calar en el pensamiento colectivo de las personas que consumen estos mensajes.
Algunos defenderán la libertad de expresión de este personaje (y de todos los que usan su mayor o menor popularidad para transmitir su discurso) y lo cierto es que así debe ser, porque el problema no es que difundan ese pensamiento, el problema es que no son conscientes (o tal vez sí y es lo que buscan) de que al repetir este tipo de eslóganes, están exacerbando el odio, generando esa violencia que dicen condenar y polarizando la sociedad, porque consideran que el ser humano que no piensa como ellos es absolutamente prescindible y menos respetable que cualquier animal.
Para entender esto sólo hace falta un mínimo de reflexión, algo que no acostumbra una sociedad cada vez más superficial, una que se queda con los titulares sin profundizar en las razones y que elige destruir, porque es mucho más sencillo que construir. Y esta costumbre, que viene casi de serie en las generaciones de la era digital, es algo que será muy difícil de combatir.
Por eso mismo es tan valioso el gesto que personajes públicos como Andrés Calamaro, Joaquín, Nacho, y algunos pocos más, hacen a favor de la tauromaquia un día sí y al otro también. Porque con esos pequeños detalles en sus conciertos o en sus partidos, ante miles de espectadores, están subrayando la diferencia, normalizando el toreo, abriendo una ventana a la convivencia, a la existencia de un pensamiento diferente y a la tolerancia. Ojalá hubiera muchos como ellos, que tuvieran la valentía de expresar su afición sin complejos, los necesitamos.