TEMPORADA

El duro trance de Alejandro Marcos


viernes 18 agosto, 2023

Un único contrato por delante para un torero que ha pagado una temporada de 2022 donde no consiguió ningún triunfo relevante

Alejandro Marcos
Alejandro Marcos en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

No está siendo una temporada nada fácil para Alejandro Marcos. El torero salmantino ha visto como en este 2023 el teléfono no ha sonado ni una vez, hasta tal punto que lleva en blanco una temporada donde tenía puestas muchas ilusiones. 16 festejos torearía en una temporada donde se anunció en cosos tan relevantes como Madrid, Nimes, Zamora, Azpeitia, Dax, Salamanca o Zaragoza. Pero la espada unas veces, otras la mala suerte en los sorteos y finalmente algunos festejos donde le faltó dar un pasito más, hicieron que su temporada más ilusionante finalizara sin ningún golpe fuerte sobre la mesa.

De todas las plazas mencionadas, únicamente Zamora le vio salir a hombros tras pasear una oreja de cada toro de su lote. Un 2022 irregular que nada se pareció a un 2021 donde destacó sobre manera en plazas como: Arévalo, dos orejas; Orthez, dos orejas; Cantalejo, induilto; Bayona, una oreja; Salamanca, tres orejas en dos tardes.

Pero ese irregular 2022 no justifica una temporada de 2023 donde únicamente tiene firmada una corrida. Será el próximo sábado 2 de septiembre en la localidad soriana de Almazán, donde el espada de La Fuente de San Esteban hará el paseíllo junto al riojano Diego Urdiales y el murciano Paco Ureña para estoquear un encierro de El Montecillo. Lo hará casi un año después, puesto que su último paseíllo data del 13 de octubre en Zaragoza.

Un duro trance que está llevando de la mejor manera posible, preparándose física y mentalmente, toreando mucho de salón y aprovechando cada tentadero que le ofrecen. Alejandro sabe que el toreo es muy ingrato y que la paciencia no es una de las mayores virtudes de un sector empresarial que tiene cierta tendencia a olvidarse de los toreros cuando estos pasan por un bache. Pero lo que más le ha podido doler es su ausencia de Salamanca, una Feria donde el año pasado estuvo anunciado nuevamente con la corrida de Galache.

Alejandro sabe que no queda otra que apretar los dientes y seguir mirando hacia adelante, luchando consigo mismo y contra esos fantasmas que suelen aparecer cuando no se ven las cosas del todo claras. Un 2023 donde le ha tocado estar en el banquillo, un lugar que le ha servido para aprender y ser capaz de afrontar con madurez los problemas que le vienen por delante. La cabeza la tiene puesta en el próximo día 2, para él será su tarde más importante del año y la debe aprontar como tal, porque un torero en su situación no puede, ni debe, hacer otra cosa que no sea centrarse en el presente.