AL NATURAL

Ginés Marín y Carlos Zúñiga; una posibilidad de apoderamiento que avalan los números


sábado 28 octubre, 2023

El torero extremeño, que acaba de concluir su relación con Curro Vázquez debe tener un apoderado que maneje sus números como lo hace Zúñiga

Ginés Marín (1)
Ginés Marín deshoja la margarita de su futuro apoderado © Luis Sánchez Olmedo

Si yo fuera Ginés Marín, ya lo tendría negociado hace tiempo -justo el que ha pasado desde su ruptura con Curro Vázquez-, porque pienso que son dos personalidades condenadas a entenderse. Y los números de uno y otro dicen lo mismo que pienso yo. Todos los años hay apoderamientos que ninguno terminamos de entender, por no encajar las dos piezas como deberían, pero en este caso lo que me extrañaría es que no acabasen juntos, dada su ‘soltería’ actual.

Son cuatro tardes las que ha contratado Carlos Zúñiga a Ginés Marín en esta temporada, y con la confianza de colgarle sobre la espalda plazas en las que ha tenido que tirar de la taquilla. El perfil del empresario vallisoletano es uno de los que cuenta con más proyección dentro del sistema actual, uno de los más reputados y -lo más importante- uno de los más sensatos. El de Ginés Marín, por su parte, es el de un torero superlativo que se encuentra en el momento más clave de su carrera, en el que necesita a su lado a un hombre que cuide mucho cada actuación. Y, sobre todo, que sepa decir que no.

Por eso esta es una unión que no me extrañaría en absoluto, si fuera Ginés. Carlos es uno de los puntales fundamentales del resurgir de Daniel Luque y de su explosión final en los momentos puntuales de una temporada, la de 2022, que muy pocos toreros pueden presumir de haber firmado, pero para eso ha habido alguien detrás que ha sabido decir que no para poner en valor el producto que debe vender.

Hoy, que la cotización del ambos es al alza y que es un momento en el que pueden ajustarse el uno al otro como anillo al dedo, tal vez no haya una opción más perfecta en todo el negocio taurino para un torero como Ginés. Y puede ser un objetivo muy bonito para ambos alcanzar la cúspide del escalafón, lo que no me parece difícil para Ginés teniendo un apoderado que sólo debe ocuparse de él.

No sé ustedes, pero yo lo veo…