AL NATURAL

Intacto


sábado 9 abril, 2016

Pocas veces se espera tanto un debut en una plaza como se esperaba hoy el de Roca Rey, que salió intacto del envite aún sin material para ello.

Oreja al temple de Ponce

MARCO A. HIERRO

Que Sevilla te espere colgando a última hora el cartel de ‘no hay billetes’ cuando hace como año y medio que destacabas sin caballos es, Andrés, todo un milagro. Pero que salgas intacto de la corrida de hoy, con dos animales tan vulgares como las proclamas de Podemos, es para que te tire el sombrero el aficionado más exigente.

Intacto porque no te metió el pitón ese sexto castaño del que ya estabas abusando hacía más tiempo de la cuenta. Intacto porque te respeta Sevilla casi más que antes de verte, a pesar de que no dejaste en este albero más que tus señas de identidad. Cierto que no fue tu culpa; cierto que más con menos es cuarto y mitad del milagro, pero de la dignidad al respeto hay un paso que muchas veces se hace muy largo. Casi como del respeto a la admiración, y esos dos pasos te los llevaste hoy sin pegar un pase como tú lo sientes. Intacto. Y eso tiene mucho mérito.

Casi tanto como lo tiene pisar este albero por primera vez con el asiento, la parsimonia y la serenidad de quien lleva una vida viviendo en él cuando llegan los soles de abril. Casi tanto como lo tiene ver en pie la plaza más torera del orbe sin que llegase franca una embestida para tal. Intacto sales, Andrés, del primer envite en Sevilla, no por tu triunfo, sino por tu sensación. No por lo que mostraste, sino por lo que saben que guardas. Hay seis días por delante para macerarlo bien.

Y para que se haga larga la espera.