El de Juan Ortega y Paco Galache el próximo lunes en el coso de Cuatro Caminos puede ser un binomio para enmarcar. Porque la embestida del toro del hierro charro, demandada por uno de los genios de la historia como Morante, puede empezar el camino al lado de uno de los toreros de concepto trianero que vienen pidiendo poetas en tardes clave. Y ésta es una de ellas.
Juan Ortega es sin duda uno de los toreros con mayor gusto del escalafón de matadores de toros, un espada que bebe las fuentes del toreo sevillano, pero que no oculta su admiración por toreros como Morante al que sustituirá. Y que elige este hierro como clave de su temporada.
Galache siempre ha sido un toro de gran nobleza, un animal con clase y entrega pero al que las fuerzas le supusieron un hándicap grande tras la subida del trapío de los animales. Al ser un toro de gran pureza, había que tener cuidado a la hora de la selección, ya que la consanguinidad se podía hacer presente. Galache, por tanto, tenía que hilar muy fino para que la ganadería no acabara perdiendo su sello. Y ahora que está volviendo a la senda de las Ferias ésta es una tarde pilar de su campaña. Y con Juan Ortega como otro de sus epicentros.