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Las fechorías del sistema


martes 10 febrero, 2015

Me resulta curioso cómo se sorprende el aficionado y el periodista medio tras constatar, con el gesto a José Garrido, que las palabras de Simón Casas el día de la presentación de la FIT eran humo

Las fechorías del sistema

Me resulta curioso cómo se sorprende el
aficionado y el periodista medio tras constatar, con el gesto a José Garrido, que las palabras de Simón Casas el día de la presentación
de la Fusión Internacional por la Tauromaquiaeran humo del bueno; del que vende al mejor postor, que suele coincidir con
quien peor lo conoce. Lo más comentado durante el ágape, se puede fiar de mí,
fue «esto es más de lo mismo pero con mucho dinero”. A lo mejor Simón tiene un discurso para uno u otro
escenario, dependiendo de donde se juegue los (sus) cuartos. Lamentable que esa
acción reciba el apoyo silente del resto de miembros de la pregonada unión
salvadora. FIT batiría un récord
mundial: la decepción más temprana en la historia del toreo.

A parte de todo esto llama la atención el
horizonte tan negro que vislumbra alguien con la alternativa aún por anunciar. «Son las consecuencias del camino de la
independencia”
, dijo el relegado Garridoen el programa de Canal Plus Toros Kikirikí hace unos días. Palabras escuchadas antes a
algún matador de toros con varios lustros a sus espaldas pero nunca a un novillero con caballos. Desgraciadamente, después
de ver lo que vale revolucionar el toreo de novillero será difícil ver a algún
chaval abandonarlo todo por ser figura y queda claro que dejarse caer en las
redes del sistema para forjar la carrera de matador de toros parece la solución
más lógica y comprensible. No la mejor.

Una pena.

Es peculiar, además, cómo
hechos de este tipo alimentan la endogamia de los medios de comunicación
taurinos hasta el punto de aprovechar la circunstancia algunos periodistas para
mandar mensajes a otros: una manera de hacerse publicidad ellos mismos a través
de las fechorías del sistema, las cuales, parece, esperan como el agua el sediento.
Han dado la vuelta al concepto de independientes hasta el punto de depender de
las andanzas de Casas y compañíapara hacerse notar. Cuestionar la manera en que los demás hacen su trabajo
parece formar parte del quehacer de profesionales tan escondidos como geniales;
tan pobres, dicen, y tan rectos como los demás.